Comienza el septenario en honor del Santo Cristo de Burgos

Desde hoy y hasta el próximo miércoles la catedral acoge el solemne septenario en honor del Santísimo Cristo de Burgos, una talla articulada de autor anónimo y que se utilizaba en autos sacramentales en la Baja Edad Media. El domingo 11 de septiembre la talla procesionará por las calles de la ciudad y el día 14 el arzobispo presidirá la eucaristía en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.

 

Tras la eucaristía, ha tenido lugar la representación del Descendimiento.

El Santo Cristo es usado en varias representaciones sacramentales.

 

Comienza hoy en la catedral el solemne septenario en honor del Santísimo Cristo de Burgos, práctica piadosa que culminará el próximo miércoles 14 de septiembre coincidiendo con la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Los actos de culto comenzarán a las 19:00 horas con el rezo del rosario y preces seguidos, a las 19:30 horas de la misa concelebrada por el cabildo catedralicio. El domingo día 11, tendrá lugar por las calles aledañas a la seo, una procesión con la réplica del Santo Cristo portada a hombros por los hermanos de la cofradía de las Siete Palabras y los devotos del Cristo. El septenario concluirá el día 14 con la misa presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, tras la cual se procederá a una procesión con la reliquia del Lignum Crucis por las naves de la seo. El jueves día 15 tendrá lugar la celebración de una eucaristía por los hermanos difuntos de la cofradía del Santo Cristo.

Una talla con historia

La historia del Santo Cristo está cargada de leyenda. Varios documentos aseguran que llegó a la península en un barco y que el baúl que lo guardaba fue rescatado de una tempestad y traído hasta Burgos. Desde la Edad Media, el Santo Cristo es el mejor embajador de la ciudad y la devoción que arraigó en Burgos se extendió rápidamente gracias a la difusión que le dieron los Agustinos por ciudades de la península y de todo el mundo.

 

Se trata de una talla de origen flamenco y de autor desconocido al que se le dotó de pelo y uñas naturales a base de astas de diversos animales y cuyo cuerpo se recubrió con piel de becerro para dar más realce a las representaciones catequéticas que con él se realizaban en la Baja Edad Media y que recientemente se han recuperado en la mañana del Viernes Santo burgalés. El Cristo está articulado en el cuello, los brazos y las piernas y su interior alberga incluso una calabaza hueca que, según diversas hipótesis, podía llenarse de vino para que saliera por la abertura de su costado, traspasado por la lanzada.

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