El clero burgalés reza por los obispos y sacerdotes difuntos

El arzobispo, don Fidel Herráez, ha presidido esta mañana una eucaristía en sufragio por quienes «labraron años atrás la viña del Señor y han configurado nuestra Iglesia diocesana».
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El clero burgalés ha participado hoy en la catedral en una eucaristía en sufragio por los obispos y sacerdotes difuntos de la diócesis. La eucaristía, presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, es una cita ineludible en el mes de noviembre, una obra de misericordia que han repetido un año más después de que, en la Facultad de Teología, los sacerdotes hayan mantenido una de sus sesiones de formación permanente del curso, centrada en esta ocasión en «acompañar en el duelo», a cargo de José Carlos Bermejo.

 

La misa de hoy ha servido, por tanto, para «dar gracias a Dios por todo el bien que hicieron y por haber puesto su ser y hacer para ser mediación sacerdotal», ha indicado el arzobispo en su homilía. A la vez, también ha sido una acción de gracias «a cada uno de ellos, que labraron años atrás la viña del Señor configurando así la historia actual de nuestra Iglesia diocesana». «No son los primeros ni los últimos -ha subrayado-, y muchos de ellos ya están en el olvido. Por eso es necesario recordarlos, es decir, no solo pasarlos por la memoria, sino por el corazón y para que ninguno de ellos se quede ajeno a nuestra acción de gracias».

 

Tras la misa, diáconos y sacerdotes se han desplazado hasta la capilla de Santa Ana de la seo, donde reposan los restos mortales de algunos obispos diocesanos. Allí han rezado un responso por el eterno descanso de su alma y las de todos los sacerdotes difuntos. En el transcurso del último año, han sido once los sacerdotes diocesanos que han partido de este mundo. A todos ellos han encomendado «por si necesitan aún de nuestra oración» para que alcancen «un cielo nuevo y una tierra nueva y Dios esté siempre son ellos».

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