«El gran reto para las familias cristianas es no caer en el pesimismo»

Fernando García, delegado de familia y vida de Valladolid, expuso la ponencia marco del encuentro.

Fernando García, delegado de familia y vida de Valladolid, expuso la ponencia marco del encuentro.

El Seminario de San José volvió a servir de escenario para celebrar, el pasado sábado 8 de febrero, el encuentro diocesano de familias. Un encuentro que, bajo el lema «Ser familia, un reto para nuestro tiempo», contó con la presencia de Fernando García, delegado diocesano de familia y vida de la diócesis de Valladolid y profesor del Instituto Juan Pablo II.

Retos para la familia

«La familia pasa por momentos de dificultad; es como un tren que choca contra otros trenes que en nuestra sociedad viajan por el mismo raíl y en sentido contrario». Por eso, «la familia cristiana debe manifestar la belleza del amor y de la transmisión de la fe como un testimonio válido para el mundo actual», señala García. Un testimonio que «ponga en alza el valor y la importancia de la familia como primera célula de la sociedad».

Y para ello, estos encuentros a nivel diocesano son un buen momento para «reflexionar y compartir cómo mejorar en nuestro testimonio como familias cristianas y contribuir así a cambiar el mundo». Y sobre todo, sirven para evitar que las familias cristianas «caigan en el pesimismo», y darse cuenta de que «la familia es germen de vida, y luz en medio de la oscuuridad». «Ese es, sin duda,  nuestro gran reto a día de hoy», sentencia García.

Numerosas actividades

Abuelos, padres, madres y un considerable número de niños  y adolescentes participaron en este encuentro que ha alcanzado ya su novena edición y que contó con numerosas actividades alternativas. Además de la conferencia de Fernando García, hubo tiempo para el trabajo y la reflexión en grupos, un diálogo con el ponente y un pequeño festival donde los más pequeños fueron protagonistas. Los niños pudieron disfrutar , además, de juegos de animación y distintos talleres en el servicio de guardería habilitado para la ocasión. La jornada concluyó, caída ya la tarde, con la celebración de la eucaristía.

El encuentro, organizado por la delegación diocesana de familia y vida, en colaboración con la delegación de enseñanza, contó con la presencia, también del arzobispo de Burgos.

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