Éxito de participación en el primer festival de vocaciones

Numerosos niños secundaron la llamada de las delegaciones de catequesis y pastoral vocacional. En el encuentro participó también el arzobispo, Francisco Gil Hellín.
El pasado sábado 21 de febrero, el Seminario diocesano de San José acogió a más de doscientos niños que, venidos de todos los rincones de la provincia, participaron en el primer «festival de las vocaciones«. Organizado por la delegación diocesana de pastoral vocacional, el encuentro permitió a los niños acercarse de una manera «dinámica y entretenida» a las distintas vocaciones de la Iglesia. Así, a través de diversos talleres, los niños conocieron la esencia de la vocación al matrimonio, al sacerdocio, a la vida consagrada y a la misión. Y para ello contaron con la colaboración de varios sacerdotes, religiosos y religiosas, matrimonios comprometidos, misioneros que anuncian el evangelio por los cinco continentes y algún que otro seminarista; todos ellos dieron su testimonio y «consiguieron despertar en los niños el interés por los diferentes modos de ser cristiano», tal como detalla una de las catequistas que acompañaron a los pequeños.
Los niños de quinto y sexto curso de primaria participaron así en esta novedosa iniciativa que permitió a los chavales disfrutar de una jornada de talleres, diversos juegos populares y comida conjunta. Además, colaboraron con su aportación económica en uno de los proyectos que Manos Unidas de Burgos quiere llevar a cabo en el norte de la India. Una «gominola solidaria» se lo recordó en una emocionante yincana en la que los niños siguieron disfrutando y aprendiendo. La jornada concluyó con una oración ante Jesús eucaristía en la capilla del seminario.
Partir el pan
Junto al festival de las vocaciones, la delegación diocesana de catequesis convocaba en el mismo lugar a los niños de cuarto curso de primaria y que participan en sus parroquias en la denominada catequesis «de la mistagogía eucarística». En esta segunda edición de este encuentro, los niños participaron en un taller de realización de pan, de oración con la palabra de Dios y de acercamiento a Cáritas. Todo ello para seguir profundizando en el principal de los sacramentos cristianos -la eucaristía- que ellos recibieron a lo largo del año pasado.