Representantes de la pastoral gitana de Burgos peregrinan a Roma

Numerosos representantes del pueblo gitano han participado en la peregrinación mundial a Roma organizado por el Pontificio Consejo encargado de la pastoral de los emigrantes e itinerantes. De esta manera se buscaba celebrar el 50º aniversario de la histórica visita de Pablo VI al campo nómada de Pomezia, localidad italiana en la región de Lazio, realizada el 26 de septiembre de 1965. En su encuentro con el pontífice, éste señaló que «ha llegado el momento de erradicar prejuicios seculares, preconcebidos y desconfianzas mutuas que a menudo constituyen la base de la discriminación, del racismo y la xenofobia». Fue también en este contexto donde el papa recordó las palabras del beato Pablo VI cuando afirmó: «En la Iglesia, no están al margen, sino, de alguna manera, están en el centro, ustedes están en el corazón».

Varios de los asistentes a la peregrinación.

 Desde Burgos acudió una comitiva de 16 representantes de la pastoral gitana y acompañantes, que se unieron a las más de 5.000 personas que se concentraron en el Vaticano. Entre ellas se encontraba Rosalina Vicente Giménez, directora del secretariado de Pastoral Gitana de la diócesis, quien relata que «ha sido una gozada poder compartir esta experiencia, donde hemos visto que el tema católico nos toca a muchos. Hemos realizado visitas a lugares sagrados y un Via Crucis en el Coliseo, donde hemos podido compartir emociones muy fuertes». También participaron en una misa multitudinaria en el santuario dedicado a Ceferino Jiménez Malla, laico de etnia gitana asesinado durante la Guerra Civil Española.

Para Vicente, ha sido «una experiencia buenísima, que nos ha demostrado que la pastoral gitana se va afianzando. De este acontecimiento ha salido un grupo grande y muy bueno, que posteriormente iremos asentando para la realización de actividades». La comitiva de Burgos tuvo además buen acceso a la hora de saludar a Francisco, que incluso recibió un pin como regalo por parte de uno de los niños que acudieron con esta delegación, un gesto que el papa le agradeció.

Durante el encuentro con el papa, hubo momentos de música y cantos. Además, el pontífice pidió mayor compromiso a las instituciones civiles para «garantizar una formación adecuada para los jóvenes gitanos, ofreciendo la posibilidad también a las familias que viven en condiciones más desfavorables de beneficiarse de un buen acceso a la escuela y al trabajo». Por último, el papa rezó ante la imagen de la Virgen de los gitanos y le puso una corona.