«Hacia una cultura de la convivencia», tema de las jornadas de diálogo cristiano-musulmán
Por noveno año consecutivo se han celebrado las Jornadas de diálogo cristiano-musulmán, organizadas por el Grupo de conocimiento y diálogo dependiente de la Delegación de Migraciones, y la Comunidad islámica Attaqwa. Los salones de Cajacírculo han acogido diversas reflexiones y experiencias en la línea de la convivencia intercultural e interreligiosa, que era el tema abordado en esta ocasión.
El miércoles 3 de mayo intervino Tusta Aguilar, responsable de Educación en la Delegación de Migraciones de la diócesis de Madrid. Presentó tres actitudes que se dan en nuestra sociedad ante lo diverso: hostilidad, coexistencia, convivencia. Desde la escena del encuentro de Abrahán con los tres caminantes se preguntó cuántos ángeles nos hemos dejado pasar en nuestra vida… Las sorpresas de Dios vienen a través de alguien que es distinto a nosotros. El segundo ponente fue Abdelaziz Hammaoui, marroquí, profesor de la Cátedra «Tres religiones» en la Universidad de Valencia. Invitó a contrarrestar los fundamentalismos desde la reflexión y desde la acción en la calle. Si la diversidad es voluntad de Dios, según el Corán, Dios está con nosotros cuando luchamos por la interculturalidad. O ganamos todos, o perdemos todos.
Al día siguiente se compartieron dos experiencias cercanas de interculturalidad: la del colegio Claret de Aranda de Duero, donde desde hace años se viene trabajando este aspecto a través de semanas de inmigración e integración, la clase de religión y otras actividades; y la Casa de Acogida San Vicente de Paúl, donde las Hijas de la Caridad y muchos voluntarios acogen y sirven a personas de toda clase y condición, procedencia y religión. Hubo después espacio para el diálogo en pequeños grupos y para compartir reflexiones y otras experiencias.
Estas Jornadas se completarán en los próximos días con otra actividad ya realizada en alguna ocasión más en Burgos: la visita mutua entre una mezquita y una parroquia. En este caso serán la mezquita Attaqwa y la parroquia de San Julián quienes intercambiarán conocimiento y diálogo a lo largo de dos tardes. Precisamente se decía en las Jornadas que la interculturalidad comienza por conocer, reconocer y valorar, y que desde la curiosidad y la apertura hemos de despertar intereses compartidos. Dios habita en las calles de la ciudad, y «vive entre los ciudadanos promoviendo la solidaridad, la fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia» (Francisco, Evangelii gaudium 71).