San Vitores congrega a los pueblos de la comarca del Tirón en torno a sus reliquias
Son numerosos los restos óseos que se han encontrado en el arca donde se custodian las reliquias de San Vitores y que ha sido abierta hoy tras cien años sin hacerse. Tras finalizar las obras de mejora en el exconvento que en su día habitaron tanto Dominicos como Franciscanos, la localidad de Fresno de Río Tirón ha vuelto a revivir aquella escena que se llevó a cabo en 1916 en un ambiente de convivencia y fraternidad junto a los pueblos cercanos.
El vicario general de la diócesis, Fernando García Cadiñanos, ha sido el encargado de abrir los tres cerrojos del arca que escondía una arqueta de plata ante el aplauso de los cientos de personas que han acudido a presenciar el acontecimiento. El acto se ha desarrollado ante notario mientras el médico Juan Miguel Busto certificaba los huesos hallados en la misma: dos húmeros, dos cúbitos, un radio, un peroné, diversos huesos de las manos y los pies, unos coxales y varias costillas. Ha sido el punto culminante de una romería que ha contado con la celebración de la eucaristía, bailes populares al santo, veneración de sus reliquias y comida de hermandad.
Además, tres parroquias han recibido, por su parte, unos fragmentos de reliquias del santo. Han sido las localidades de Zazuar y Casalarreina, así como la parroquia de San Nicolás de Burgos.
Devoción y fraternidad
La jornada de hoy ha puesto de relieve la fraternidad que el santo ha logrado entre los pueblos de la comarca. Desde hace años, los alcaldes de las localidades vecinas han preparado el acto en el que han participado, también, autoridades burgalesas y riojanas. «Ha sido un día muy esperado y se ha convertido en un día histórico», ha recordado el vicario en su homilía.
En su alocución García Cadiñanos ha asegurado que el de hoy es un «día de hermandad»: «Qué bonito es que san Vitores, un hombre de fe y de Iglesia, sea capaz de unirnos a hombres y mujeres diferentes, de pueblos y provincias distintos». «En un mundo dividido, san Vitores y la fe en Jesús nos une con un vínculo tan importante para nuestra sociedad», ha insistido. A su vez, ha invitado a los presentes a imitar su ejemplo: conocer mejor la Palabra de Dios, hablar más de Jesucristo a los demás y querer más y trabajar mejor por nuestros pueblos.
Santo burgalés
San Vitores nació en Cerezo de Río Tirón en el siglo IX. Fue sacerdote de su pueblo natal, pero se retiró a una cueva cerca de Oña como ermitaño. Según la tradición se le apareció un ángel que le exhortó a volver a su pueblo, sitiado por los árabes. Volvió, animó a sus gentes y predicó entre los árabes. Cuenta la leyenda que le cortaron la cabeza y con ella en la mano, se dirigió a su pueblo, donde fue recibido por sus paisanos, entre ellos unos amigos cuyo hijo acababa de morir y al que Vitores resucitó.
Fr. Fernando Domingo,OCD.
3 septiembre, 2017 en 20:47
Muy bien: lo hecho y su presentación.
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