El paso de la Virgen peregrina de Fátima deja una huella de alegría en la diócesis

Ilusión, emoción, esperanza y mucha fe. Todo ello es lo que ha salido con fuerza de todos los fieles que han estado acompañando estos días a la Virgen de Fátima en su peregrinación por Burgos.

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El paso por la diócesis de Burgos de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima ha dejado tras de sí una enorme demostración de fe por parte de toda la gente que la ha recibido. Así lo expresa Lucinio Ramos, delegado de Religiosidad Popular y quien ha estado al frente de esta peregrinación en los puntos que ha visitado: «En todos los lugares que en los que ha estado, ya fuesen parroquias, comunidades religiosas o institutos sociales, el entusiasmo y alegría de los fieles ha estado presente. Todos querían portarla y orar ante ella, y destaca la fe de tanta gente en torno a esta imagen «blanca», «blanca porque es el color del triunfo, de la resurrección y de la glorificación, y así se presentó ante los pastorcillos».

 

El mensaje de Fátima ha sido recordado en todo momento de esta peregrinación, «y es un mensaje plenamente actual», recuerda Lucinio. «Este nos pide orar por la paz en el mundo y por la conversión de los pecadores, y el rosario es el instrumento indicado para ello. Sólo en el Rosario de la Aurora que tuvo lugar en la catedral (que fue el acto central, ya que el arzobispo, don Fidel Herráez, acogió la imagen en nombre de la diócesis), se repartieron más de mil rosarios». Y es que la Virgen recuerda la esencialidad del mensaje de Jesús, «convertíos y creed en el Evangelio»: «El mensaje de Fátima es una llamada a la esperanza de que al final, en la historia, no triunfará el odio ni el mal, sino el amor, traducido en misericordia».

 

Algunos asistentes recordaron la última vez que la Virgen de Fátima estuvo en Burgos, y vivieron con ilusión esta nueva visita, cuenta Lucinio. «También es importante destacar la presencia de los niños, hay profesores de Religión que acercaron a sus alumnos a la imagen para realizar una ofrenda de flores; y por niños fue despedida en la parroquia de San José Obrero de Burgos o la del Buen Pastor de Miranda de Ebro, siendo vitoreada». Además, «se agradece también a los organizadores el haber traído la imagen, pues es una imagen muy reverenciada y que cuenta con mucha devoción y no todo el mundo ha podido desplazarse hasta el santuario de Fátima en este año de centenario para poder venerarla». Los agradecimientos también se extienden a párrocos, laicos y religiosos que han contribuido tanto en los desplazamientos como en la acogida de la imagen.

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