La iglesia de Santa Marina de Villarcayo celebra sus bodas de oro
Numerosos vecinos de Villarcayo rindieron ayer homenaje a la iglesia parroquial de Santa Marina, que cumple 50 años de existencia. Más de una veintena de sacerdotes que han estado al frente de la parroquia en estos años concelebraron una eucaristía presidida por quien fue vicario parroquial durante la primera etapa del templo, Pedro Sáez Vesga. El acto contó con la asistencia de autoridades y las actuaciones de la Banda de Música y del grupo de danzas de Villarcayo.
Tras la eucaristía se ofreció en el Centro Joven de Villarcayo un vino español para concluir un homenaje «sencillo pero muy emotivo que nos demostró que tenemos una parroquia llena de vitalidad, que es una comunidad muy viva y un regalo y don de Dios», según el actual párroco, Juan Miguel Gutiérrez.
Situada en el centro de la localidad, la iglesia de Santa Marina se edificó en 1967, tras ser derribado el antiguo templo que ocupaba el mismo lugar, para dar respuesta al incremento de población. De línea moderna y atrevida, el templo llama la atención por su fachada triangular y sus originales vidrieras, que remiten al estilo de Gaudí. Su forma de tienda de campaña no es casual, sino que hacer referencia al versículo de San Juan «Y acampó entre nosotros».