El arzobispo preside una peregrinación vocacional por tierras andaluzas

Seminaristas, jóvenes sacerdotes y personas con inquietud vocacional han viajado hasta Andalucía en una expedición presidida por don Mario Iceta y organizada por la delegación de Pastoral Vocacional.
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Del 5 al 9 de julio ha tenido lugar una peregrinación a lugares avilistas y marianos presidida por el arzobispo, don Mario Iceta, con un total de cuarenta participantes: jóvenes vinculados a la delegacion de Pastoral Vocacional, sacerdotes en sus primeros años de ministerio y seminaristas de Osma-Soria, La Rioja y los seminarios San José y Redemptoris Mater de Burgos.

 

Tomando el modelo de los «Campamentos Europa» de años anteriores, se han sucedido los momentos de reflexión, oración, celebración de la penitencia y eucaristia, testimonio y fiesta compartida, a la par que se conocían lugares vinculados a san Juan de Ávila, patrono del clero secular español, a la devoción mariana, y otros hitos culturales de Andalucía.

 

De esta manera, la expedición ha contado con la visita de la catedral-mezquita de Córdoba, Montilla, con la casa y el sepulcro de san Juan de Ávila; Lucena, con sus iglesias y ermita de la Virgen de Araceli; la Catedral y Giralda de Sevilla. El culmen del recorrido fue la peregrinación a pie por los arenales hasta la aldea del Rocío y la visita a la imagen de la Virgen que actualmente se venera en la parroquia de Almonte. También ha habido tiempo para el esparcimiento en la playa de Matalascañas, en las veladas nocturnas y en los largos viajes de autobús.

 

Como relata el rector del Seminario de San José, Francisco Javier Valdivieso, la peregrinación ha sido ocasión para «sentirse peregrinos acogidos con cariño». Agradece la hospitalidad recibida en la Casa de espiritualidad de Córdoba, en la casa de una de las hermandades del Rocío y en la ermita de Araceli. También, dice, ha sido una ocasión para que varios jóvenes conozcan de cerca «la realidad del Seminario y el sacerdocio», «para la convivencia entre los seminaristas que estudian durante el curso en Burgos; y para el conocimiento mutuo entre los jóvenes y don Mario, en la tierra, las devociones y las gentes que le acompañaron en sus inicios como sacerdote».

 

Por su parte, Fausto Rodríguez, un joven de 19 años de la parroquia de San Cosme y San Damián, agradece el buen desarrollo de la peregrinación, el testimonio brindado por los seminaristas y sacerdotes y, sobre todo, la presencia del arzobispo, del que subraya su cercanía y acompañamiento a lo largo de todos estos días.

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