Políticos debaten sobre el futuro del mundo rural
El pasado lunes 16 de mayo el Departamento de formación sociopolítica convocó una nueva edición, la número 14, de encuentro con políticos. En esta ocasión el tema era «Defender un mundo rural vivo desde cada pueblo: ser campesino es hermoso». Los miembros del Departamento llevan ya varias sesiones de este curso reflexionando en torno a esta cuestión, por la actualidad de la España vaciada.
El acto tuvo lugar en el salón de Jesuitas de calle Molinillo y congregó a un total de 24 asistentes, algunos de ellos políticos de inspiración cristiana (bastantes de ellos con cargos públicos en la actualidad o en el pasado reciente), representantes de los más variados partidos y algunos miembros del propio Departamento. Tras el saludo por parte del coordinador del Departamento, Luis Gutiérrez, la sesión fue moderada por Diego Pereda, responsable de sensibilización de Cáritas Burgos. A lo largo de casi dos horas fueron comentándose diversos aspectos y convergiendo en algunas conclusiones.
Los asistentes señalaron que el valor de la comunidad está más presente en los pueblos y facilita la participación de todos en la vida social y política de base. En esta línea se destaca la responsabilidad que lleva a los vecinos rurales a colaborar en la gestión de lo común como ejemplifica la existencia de los concejos o la política municipal. También se valoró el cuidado del rico patrimonio cultural y artístico: todo lo que somos, nuestras raíces, nuestro campo, nuestra historia personal y colectiva se lo debemos al mundo rural en última instancia. También se destacaron otros valores, como el asociacionismo –más presente en los pueblos–, o el que hace posible una economía circular en virtud de la cual se produce, se consume y se reaprovecha el residuo que se genera en la proximidad. En definitiva se coincide en que la calidad de vida, el sosiego, el contacto con la naturaleza son valores que todos vamos a buscar al mundo rural.
En cuanto a las infraestructuras y servicios que es necesario potenciar en los pueblos, se insistió en las redes de transporte y las de telecomunicaciones que son claves para fijar población y facilitar los servicios básicos. La educación o la sanidad se apuntan como dos de los sectores que deben cuidarse para que sea posible vivir con dignidad en nuestros pueblos sin olvidar los servicios sociosanitarios tanto a domicilio como en instituciones adecuadas. También se indicó la necesidad de que las políticas europeas y nacionales o autonómicas favorezcan dinámicas de producción cooperativas y no meramente basadas en criterios de máxima rentabilidad económica. Este modelo agroindustrial ha favorecido una sobreexplotación del campo que agota la tierra y a quienes la trabajan. Se debería fomentar el emprendimiento con carácter social, cultural, sostenible y colaborativo y no sólo el beneficio para el mercado. También se subrayó que Es la mujer quien posibilita que la familia se establezca en el pueblo, por lo que son necesarias políticas y dinámicas asociativas diseñadas para favorecer la inserción de la mujer en la vida rural.
También se habló del éxodo rural que parece imparable e irreversible. En Burgos este fenómeno se aprecia incluso en las cabeceras de comarca y en las poblaciones más grandes. Esto guarda relación con un modelo cultural insostenible que impulsa a vivir en las grandes urbes abandonando los pueblos y ciudades pequeñas y medianas. Por ello se solicitó redescubrir el mensaje de Francisco en Laudato Si, que ya anuncia las posibilidades de un nuevo modelo de vida más acorde con la esencia del ser humano y con los pueblos y su entorno. Se trata, por tanto, no de añorar un pasado sino de crear un nuevo futuro de convivencia entre el mundo rural y el urbano más humano y sostenible.