Derivado de Mont Molar como monte de piedras como muelas, este pueblo nos muestra una sencilla iglesia rural, dedicada a Santa Centola virgen y mártir, bien asentada en piedra de sillería con torre cuadrada y chata; un ábside rectangular con cantoneras de refuerzo; y una portada clasicista con pilastrones, arco moldurado, frontón, bolas y cruz de remate. En el interior, aparece como iglesia renacentista de una nave con pilastras, arcos y bóveda de crucería, en cabecera, y el resto con cuatro pilastrones y cubierta de madera vista.
La pila es sencilla con relieves verticales en copa y pie cilíndrico. El retablo mayor es barroco salomónico con Santa Centola, Virgen con Niño, San Sebastián y Crucificado; tablas pintadas del prendimiento, flagelación, con sus padres y martirio de la santa. Otro rococó con Virgen del Rosario de talla vestida y San José con Niño. Aparte, Crucificado de cofradía. Cruz de plata con repujados, cincelados y macolla de jarrón, s. XVI.