San Juan de Ortega celebra el día de su arciprestazgo
El monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña es el lugar escogido para celebrar mañana sábado el día del arciprestazgo de San Juan de Ortega, una jornada de convivencia en la que los cristianos de la zona conocerán la labor que la Iglesia burgalesa está realizando en esta zona de la provincia, que abarca las parroquias del alfoz de Burgos.
Bajo el lema “Compartir, celebrar y anunciar la alegría del evangelio”, el programa de actos cuenta con la presentación de las actividades que ha realizado el arciprestazgo en el último año, la celebración de una eucaristía y una merienda de hermandad. La jornada concluirá con la puesta en escena de una obra teatral.
Camino del destierro
El broche final de la jornada lo pondrá la representación teatral de la obra «Camino del destierro»; de Ernesto Pérez Calvo e interpretada por el grupo Potámides, de Castrillo del Val. El monasterio de San pedro de Cardeña fue el corazón del Cid en sus muchos años de destierro, pues en él quedaron su esposa doña Jimena y sus hijos: Diego, Cristina y María. Dispuso también el buen Cid que fueran enterrados sus restos en este monasterio, tan cercano a la capital, donde siglos más tarde fueron trasladados para ser depositados en el crucero de su catedral.
Los monjes de San Pedro de Cardeña pertenecen al municipio de Castrillo del Val y siempre han mantenido con su pueblo una relación de buena vecindad. No podía ser de otra manera, Castrillo del Val es un pueblo totalmente cidiano y ha querido sumarse al homenaje a Rodrigo Díaz de Vivar, el gran mito y prototipo de caballero cristiano con una representación de teatro en la que participa la casi totalidad del pueblo, desde los más pequeños hasta los ya entrados en años. Ciento diez actores intervienen y en el casco antiguo de la localidad apenas viven ciento cincuenta habitantes.
Un juglar es el encargado de introducir la representación de los momentos más importantes de la vida del Cid, recogidos fundamentalmente del Cantar y del Romancero Viejo. Un coro, a imitación del teatro clásico grecolatino, va expresando con canción castellana la reacción y sentimientos del pueblo ante los avatares de la azarosa vida de su héroe.
Todo se inicia con la Jura de Santa Gadea que provoca la ira del rey Alfonso VI y la orden del destierro. En San Pedro de Cardeña se despiden con dolor don Rodrigo y doña Jimena. Sus hijos niños no pueden vivir en el frío de una celda, necesitan el calor y el juego con otros niños. Por decisión de sus padres bajaban con frecuencia al pueblo de Castrillo y , junto a sus vecinos, vivieron allí la alegría de la victorias cidianas que el juglar se encarga de cantar.
En el pueblo lloraron también con tristeza la muerte joven de Diego en la batalla de Consuegra o la afrenta de Corpes, donde María y Cristina (doña Elvira y doña Sol) fueron ultrajadas por los infantes de Carrión. Los hijos del Cid, que crecieron con otros niños de la localidad, siempre fueron considerados por todos como hijos del pueblo. Siguen los coros expresando su dolor ante la noticia de la muerte y durante el entierro en el que es su monasterio y centro religioso de la zona. La representación teatral comenzará a las 22:00 horas.