Luchamos contra la pobreza. ¿Te apuntas?
2015 02 08 mensaje arzobispo de Burgos pdf
Este es el lema de la Campaña de “Manos Unidas” para este año. Una campaña que en Burgos comenzó el pasado 2 de febrero, con una conferencia en el Teatro Polisón, a cargo de un misionero salesiano en Costa de Marfil y hoy, segundo domingo de febrero, celebra su día y realiza una colecta en todas las parroquias. El próximo 27 de febrero se llevará a cabo la “operación bocata” y un mercadillo en el Monasterio de san Juan.
¿Qué es lo que pretende esta Organización de la Iglesia Católica? Sus Estatutos lo dicen con claridad: luchar contra el hambre, la nutrición deficiente, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de instrucción. Y lo que es, si cabe, todavía más importante: trabajar para erradicar las causas que provocan estas situaciones.
De acuerdo con los objetivos que trazó para 2015 la Organización de las Naciones Unidas, durante los últimos años se ha centrado en erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil de los niños menores de 5 años, mejorar la salud materna, combatir el VIH/Sida y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una alianza mundial para el desarrollo.
Gracias a Dios se han dado grandes pasos y logrado muchos objetivos. Por ejemplo, se ha reducido a la mitad el número de personas que viven en pobreza extrema, más de 2000 millones de personas han logrado acceder al agua potable y se ha conseguido la igualdad en la educación primaria. Sólo con lo recaudado en la Campaña del año pasado en Burgos se financiaron una escuela de formación profesional de carpintería en la República Democrática del Congo, varios pozos en Zambia, una red de agua potable en Ecuador, un internado de niñas en la India, una escuela de preescolar en Mozambique y otras iniciativas.
Sin embargo, todavía es largo el camino que resta por recorrer. Porque todavía una de cada nueve personas sigue pasando hambre, más de mil millones no tienen letrinas y más de cincuenta millones de niños y niñas siguen sin tener acceso a la escuela. Además, es preocupante la escasa sensibilización que existe sobre las causas del hambre y sus derivados. Y todos sabemos que es ahí donde hay que actuar si queremos resolver el problema en su raíz. Pues la fiebre no es la enfermedad sino el síntoma de que estamos enfermos. Por eso, aunque nos den una pastilla para controlarla, los médicos intentan curar la enfermedad que la provoca.
Las causas que provocan todas las deficiencias sobre la pobreza en el mundo radican en los falsos criterios y erróneos planteamientos económicos, comerciales y políticos actuales. Como ha recordado el papa Francisco –en línea de continuidad con los pontífices anteriores- la persona no ocupa el centro de la economía y el desarrollo sino el dinero y el poder. Por eso, mientras no cambiemos estos planteamientos, la pobreza no sufrirá su derrota eficaz y duradera. Es una aplicación de nuestro refranero, cuando sentencia que “no basta con dar pescado; hay que enseñar a pescar”.
Qué duda cabe que tenemos que seguir haciendo la Campaña contra el hambre año tras año y ser cada vez más generosos en nuestras aportaciones económicas y de voluntariado. Pero hemos de hacer lo que esté en nuestras manos para cambiar la dinámica de la economía, poniendo en el centro a la persona. Nunca podemos olvidar que el Creador hizo todas las cosas para que ayudaran al hombre –a todos, sin excepción de razas, lenguas y culturas- a realizarse plenamente y le hicieran cada vez más andadero su camino en la tierra.
Desde aquí quiero dar las gracias a los dirigentes, colaboradores y voluntarios de Manos Unidas en Burgos y animar a todos, incluso a quienes no comparten la fe cristiana, a ser muy generosos en la colecta que hoy se desarrolla en todas las parroquias de la diócesis.