Burgos homenajea a «Fray Escoba»

Burgos recordó ayer de manera especial la figura de san Martín de Porres, y lo hizo con una eucaristía solemne en la parroquia que lleva el nombre del santo peruano. Entre los invitados a la ceremonia, estaban los representantes y empleados de la Empresa de Limpieza “SEMAT”, que no quisieron perderse el homenaje a «Fray Escoba».

 

La Iglesia celebraba ayer la onomástica de san Martín de Porres, y en Burgos, donde mejor se hizo notar esta fiesta fue en la parroquia que lleva el nombre del santo.

 

El templo se preparó para un día especial vistiendo de manera diferente: flores frescas, manteles para la ocasión, candelabros dorados, imágenes limpiadas recientemente… todo ello para la celebración solemne de la eucaristía que tuvo lugar al mediodía y que fue presidida Fernando García Cadiñanos, delegado diocesano de Cáritas. La misa contó también con la presencia de la reliquia del santo, que los fieles tuvieron la oportunidad de besar.

 

san martin de porres

Imagen de san Martín de Porres presente en la parroquia del mismo nombre.

 

A la celebración asistieron diversos componentes de la comunidad parroquial, desde miembros de las diversas asociaciones, movimientos y feligreses en general, hasta representantes y empleados de la empresa de limpieza «SEMAT», que quisieron homenajear a «Fray Escoba», nombre con el que se conoce a san Martín de Porres.

 

A continuación de la misa, se pudo compartir un pequeño aperitivo en ambiente de convivencia, unión y fraternidad cristianas en el vestíbulo de entrada del centro parroquial. La celebración continuó por la tarde, con la exposición del Santísimo y las posteriores Vísperas solemnes y bendición.

El primer santo mulato americano

San Martín de Porres nació en Perú en  1579 y fue hijo del caballero burgalés, Juan de Porres, y de Ana Velázquez, una negra liberta, que además tuvieron otra hija, Juana. A los quince años entró en la Orden de Santo Domingo de Guzmán, donde perseveró hasta convertirse en fraile en 1606, profesando los votos de pobreza, castidad y obediencia.

 

Destacaba en él la humildad, y daba lo mejor de sí mismo en la tarea evangelizadora y misionera. Fue muy apreciado y querido por gente de todos los estratos sociales, y todos veían en él un hombre santo. Estando cerca de los sesenta año, cae enfermo y fallece el 3 de noviembre de 1639, provocando una gran conmoción en la ciudad de Lima. Sus restos descansan  en la Basílica y Convento de Santo Domingo de la capital peruana. Fue beatificado en 1837 por el papa Gregorio XVI y canonizado por Juan XXIII el 6 de mayo de 1962, siendo nombrado «Santo Patrono de la Justicia Social»

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