Una entrada única para visitar los templos del centro de Burgos
La iglesia de San Esteban ha sido el marco escogido para presentar esta mañana en rueda de prensa la llamada «pulsera turística». Se trata de una entrada que, anudada a la mano, permite visitar conjuntamente la catedral y las iglesias de San Nicolás y San Gil Abad así como el Museo del Retablo.
La entrada unitaria, que tiene un coste de ocho euros, posibilita la visita a los monumentos señalados en días diversos, siempre y cuando permanezca en la muñeca de quien la adquirió. Así, Juan Álvarez Quevedo, delegado diocesano de patrimonio y uno de los responsables de la iniciativa –puesta en marcha ya en otros lugares como Toledo– asegura que «se fomentará el turismo en el centro de la ciudad al facilitar que los visitantes puedan pernoctar y usar la entrada durante varios días. Además, con una única entrada se posibilita un mayor conocimiento del Museo del Retablo, que se quiere potenciar a través de la pulsera».
En la presentación de la iniciativa, el ecónomo diocesano, Vicente Rebollo, ha puesto de relieve que la entrada no tiene un fin lucrativo, el objetivo es «compartir patrimonio, atraer más turismo y que la gente pueda conocer el rico patrimonio artístico del centro de Burgos». Rebollo ha recalcado que los monumentos que participan ingresarán menos dinero, ya que de esta forma «la recaudación será repartida entre todos los monumentos, posibilitando el mejor sostenimiento artístico de los mismos». Además, de la iniciativa –que crearán «tres nuevos puestos de trabajo»– cada uno de los templos podrá seguir visitándose de forma aislada.
Todo el año disfrutando el patrimonio
La propuesta pretende ser una realidad durante todo el año. A la espera de ver cómo funciona en la temporada baja de turismo, la «pulsera turística» se pone en marcha desde este fin de semana tras dos jornadas de puertas abiertas la tarde de mañana 17 y el 18 de marzo al completo. A partir del 1 de noviembre, se valorará si se continúa con el proyecto durante los meses de invierno.
Los templos que se podrán visitar con la pulsera suponen el acceso a los cuatro monumentos más importantes del centro la ciudad. Una forma de conocer la gran riqueza cultural de esta ciudad cargada de historia.
Antonio García Ibeas, director del Museo del Retablo, ha pincelado lo que suponen estos cuatro templos. La iglesia de San Nicolás es «sobradamente conocida, con un interior de notable calidad en su retablo». Por su parte, la iglesia de San Gil, del siglo XII, alberga «grandes tesoros», entre los que ha destacado la capilla de la Natividad y la Buena Mañana. Por último, el Museo del Retablo, en el que «está representada de alguna manera toda la diócesis» al albergar retablos procedentes de varios pueblos de la provincia. Todo ello en la iglesia de San Esteban, «un lugar ideal para cobijar retablos, imágenes y orfebrería de los pueblos que estaban abandonados o semi abandonados en Burgos».