Un himno para ensalzar el testimonio de fe y amor de los cinco mártires

Carlos García y José Inocencio Fernández, ambos sacerdotes, son los creadores del himno que sonará en la ceremonia de beatificación de los cinco mártires burgaleses, el próximo 23 de abril en la catedral. Esta obra forma parte de los actos que la diócesis viene organizando para vivir y preparar tan magno acontecimiento.

 

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Inocencio Fernández, tocando el órgano de la capilla de Santa Tecla de la catedral.

 

Al conocer estos dos sacerdotes burgaleses que don Valentín Palencia y los cuatro jóvenes iban a ser beatificados, entendieron que había que preparar un himno para la ceremonia. «Cuando nos enteramos de la noticia de la beatificación de don Valentín y estos cuatro compañeros mártires, entre nosotros surgió la idea de que había que hacer un himno», afirma José Inocencio. Y así fue, Carlos se encargó de profundizar en la vida de don Valentín Palencia, para componer los versos, y a partir de estos, José Inocencio se encargó de ponerles música.

 

Para Carlos, un himno religioso es un cántico de alabanza a Dios por los beneficios de la creación o de la redención. «En el caso de ser el himno de los santos, se exaltan sus virtudes, es decir, la parte más importante de esa persona en concreto. Es, de un modo sencillo, tomar lo más importante en la vida del santo y plasmarlo en el himno para ensalzar al Señor por ese testigo de la fe», aclara.

Testimonio de fe y amor

El himno se ha centrado, según Carlos, en la exaltación de las virtudes de los cinco mártires. «En don Valentín Palencia hay una característica que destaca sobre todas las  demás, y es la misericordia con la que volcó a los niños más minusválidos y a los más desamparados. Como si fuera un padre, recogió a niños pobres y enfermos en un taller de San José en el barrio de San Esteban, al mismo tiempo que les enseñaba la doctrina católica y las artes y oficios para que pudieran ellos llegar a ser personas responsables».

 

En el caso de los cuatro mártires, Carlos ha destacado su discapacidad física: «Cuando llamaron a don Valentín para matarle ellos quisieron ir con él porque le consideraban como a un padre. Quisieron dar el mismo testimonio de fe y de amor que había dado don Valentín, pero desde la minusvalía. Nos enseñaron que no importa lo que seamos o lo que tengamos, para dar testimonio de nuestra fe».

Un himno para meditar

El himno tiene, según José Inocencio, una estructura musical que combina tonos pausados y vivos que invitan a meditar sobre el ejemplo de vida de los mártires. «Consta de dos estrofas y un estribillo que se repite al final de cada estrofa. Las estrofas están escritas en Re menor, un tono meditativo, en el que recordamos datos de su vida y ocupaciones. Y en el estribillo, escrito en Re mayor a dúo un poco más alegre pedimos que rueguen con Cristo al Padre por nosotros para que fieles a su testimonio, de amor entrega y misericordia, lleguemos a imitarlos viviendo día a día nuestra fe», precisa.

 

Para estos dos sacerdotes, elaborar el texto del himno no ha sido tarea fácil pues se trata de expresar muchas ideas en pocas palabras. «Ha sido un trabajo duro porque hay que medir mucho las palabras, ya que en pocos términos hay que expresar todo lo posible», explica Carlos, quien utilizando endecasílabos ha ido cronometrando la palabra y el ritmo para que la obra tenga sonoridad y al mismo tiempo adquiera entidad religiosa y poética. Por su parte, José Inocencio destaca la ilusión con la que se ha llevado a cabo este proyecto, y aclara que le ha sido más fácil componer la música teniendo previamente el texto.

 

Los dos sacerdotes burgaleses consideran que la música siempre ha sido un modo de evangelización. Ambos ofrecen este himno a los files para ayudar a recordar el testimonio vivo de los cinco mártires, que dieron con valentía su vida por amor a Dios y a sus hermanos.

Himno a los nuevos mártires

Mártir de Cristo, Valentín Palencia,

y sacerdote, en sangre redimido,

de Aquel por quien moriste perdonando,

unido a cuatro jóvenes testigos,

que en orfandad vital necesitada,

acogiste cual padre compasivo

y arropaste con gran misericordia

en tu casa y taller de San José.

 

Rogad con Cristo al Padre por nosotros

y oíd nuestras plegarias

para que, fieles a su testimonio 

de amor, de entrega y de misericordia

lleguemos a imitarlos

*viviendo día a día nuestra fe. (2)

 

Mártir de Cristo, Valentín Palencia,

imagen viva de su muerte y vida,

a cuyo ejemplo martirial unieron

su vida joven muy disminuida,

como ofrenda de amor y de concordia,

Donato, Emilio, Germán y Zacarías

cerca de Suances, en sangre bautizados

para dar testimonio de su fe.

Más: descargar la melodía del himno
Más: descargar la partitura

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