«El sacerdocio no es un privilegio: nunca debéis reservaros el amor»

Luis Renedo, Juan Antonio Cabrera y Eduardo María Pérez son ya sacerdotes. Han recibido la ordenación esta mañana del manos del arzobispo junto a Henry Osvaldo Gómez, que ha sido ordenado diácono. La catedral se ha quedado pequeña para la celebración de las primeras órdenes sagradas presididas por don Fidel Hérráez.

 

ordenes sagradas

El arzobispo, con los nuevos sacerdotes y diácono tras la celebración.

 

El arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, ha presidido esta mañana en la catedral la solemne eucaristía en la que ha sido ordenado diácono el seminarista Henry Osvaldo Gómez y se ha conferido el sagrado orden del presbiterado a Eduardo María Pérez, Luis Renedo y Juan Antonio Cabrera. El primer templo de la diócesis se ha quedado pequeño para acoger a los numerosos sacerdotes y fieles que han querido participar en las primeras ordenaciones sagradas del arzobispo, quien ha animado a los jóvenes ante el nuevo ministerio que hoy han recibido. Unas primeras órdenes en la diócesis que, según sus propias palabras, le producen «inmenso temblor» y a la vez «alegría» por la «gracia que suponen».

 

En su homilía, el arzobispo les ha recordado que la imposición de manos con las que han quedado consagrados no supone «ningún privilegio desde el punto de vista humano», sino que debe ser para ellos una exigencia «en el servir y amar a todos»: «No debéis nunca reservaros el amor, tenéis que entregaos totalmente», les ha insistido. «Se os unge sacerdotes para que entreguéis vuestra vida. Hoy no valéis más humanamente hablando pues a partir de ahora tenéis que donar amor totalmente y para siempre; porque si no es total y para siempre –ha subrayado– no es auténtico amor».

 

Para el pastor de la diócesis, estos jóvenes «no han sido escogidos porque valéis, sino que comenzáis a valer porque Dios os ha elegido». La ordenación no es, por tanto, «un momento para adquirir relevancia social o prestigio». «No», ha recalcado. Así, y tomando como referencia las lecturas de la liturgia, ha ido desgranando las actitudes que supone la vocación a la que hoy han sido llamados: elegidos desde siempre para ser imitadores del Buen Pastor y ser los últimos y servidores de todos, al estilo de Jesús.

 

«Tenemos que dar gracias al Señor por todo lo que ha ido haciendo por vosotros», ha concluido su prédica, a la vez que ha pedido a los presentes esforzarse en el descubrimiento y fomento de las vocaciones a la vida sacerdotal en sus familias y comunidades.

Primeras eucaristías

Tras la ordenación sacerdotal, los tres nuevos sacerdotes han concelebrado su primera eucaristía, a la espera de presidir mañana sus primeras misas solemnes. Así, Juan Antonio celebrará su cantamisas a las 13:00 horas en la parroquia de la Sagrada Familia, donde viene trabajando pastoralmente desde el pasado mes de septiembre. Por su parte, Eduardo María presidirá su primera misa a las 12:30 horas en su parroquia, San José Obrero. Por último, Luis Renedo hará lo propio en la iglesia de su pueblo, Melgar de Fernamental, a las 17:00 horas.

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