El torno de los monasterios entra en casa
Los bombones Volcano del monasterio de San Pedro Regalado de La Aguilera, los chocolates de San Pedro de Cardeña, los palitos de almendra de Nuestra Señora del Espino y sus famosas pastas y tejas… son dulces muy conocidos en la región y que se producen en los monasterios y conventos mencionados. Desde siempre se han podio adquirir bien acudiendo a estos lugares, o bien en algunas tiendas en las que se distribuyen. Pero además, ahora pueden obtenerse de una manera muy sencilla y sin necesidad de desplazarse: a través del «torno online» de la web www.declausura.com
Y no solo de dulces vive este peculiar torno; el internauta también puede encontrar canastillas de nacimiento, cestas gourmet, objetos de decoración, regalos de empresa y primera comunión, figuras religiosas y medallas, ropa de hogar, cerámicas y material de papelería, entre otros. Todos estos productos los ofrecen diversos monasterios ubicados en diferentes puntos del país, y a través de esta web se pretende ayudarles a darles salida para que puedan obtener ingresos de cara a cubrir sus necesidades. La misión de esta página, cuya iniciativa partió en 2008 de la asociación Familia Humanitate, es apoyar a las comunidades de vida contemplativa y reflejar la belleza de esta silenciosa realidad de la Iglesia. Así, a través de esta web, se busca nuevas vías de comercialización de sus productos y servicios y dar a conocer sus necesidades concretas solicitando ayudas o donativos directos para el convento. Además, también se les asesora sobre nuevos productos o servicios.
«La idea surgió cuando un grupo de prioras se puso en contacto con la Fundación Summa Humanitate (que perteneces¡a a la asociación Familia Humanitate) para explicar sus necesidades. Sus conventos y monasterios habían quedado en zonas de poco tránsito de personas, por lo que la venta de sus producto se complicaba», explica Agustín de Asís, secretario general de Familia Humanitate. Al principio, declausura.com dependía de esta fundación, pero en 2015 se «independiza» y desde entonces trabaja como una fundación con entidad propia. «No solo contribuimos al sostenimiento económico de estos sitios buscando donantes y empresas que quieran sus productos, además de particulares. También tratamos de dar a conocer el sentido de la vida contemplativa, ayudarles en cualquier otra necesidad que tengan y canalizar las peticiones de oración que la gente quiera hacer llegar a los conventos de clausura».
La web da cobertura a 78 monasterios y conventos de diversas órdenes religiosas, de los cuales cinco pertenecen a la diócesis de Burgos: Nuestra Señora del Espino (clarisas franciscanas), San Pedro de Cardeña (cistercienses trapenses), San Pedro Regalado (Iesu Comunio), Santa clara-Nuestra Señora de la Bretonera (clarisas franciscanas) y Santa María la Real (cistercienses). Los perfiles de cada uno de ellos aparecen reflejados en la web, y pinchando se puede acceder a datos como el teléfono de contactos, la especialidad en la que trabajan, los servicios que ofrecen (celebración de misas, hospedería, etc.), su historia… y lo más importante: las necesidades urgentes que tienen, si es el caso. Por ejemplo, accediendo al perfil de San Pedro de Cardeña, se informa de que necesitan arreglar dos claraboyas por donde se cuela el agua cuando llueve.
En cuanto a las ventas, de Asís comenta que van bien, y que cuentan con las indicaciones que desde los monasterios les dan: «Respetamos los precios que los religiosos ponen a sus productos, y también sus tiempos. Si por ejemplo, de cara a la Navidad quieren poner a la venta un determinado número de productos y venderlos en unos días determinados, nosotros cumplimos exactamente con esos datos, ni subimos el precio ni vendemos fuera de ese plazo». Además, hay que destacar que los ingresos obtenidos van en su totalidad a los conventos. Ahora que el acceso a estos parece tan fácil, ¿quién no se anima a pasar por el torno?