La Iglesia burgalesa denuncia la trata de personas
Desde el inicio de su Pontificado, el papa Francisco ha denunciado muchas veces la trata de seres humanos, definiéndola como «un crimen contra la humanidad» y llamando a todos a hacerle frente y a cuidar a sus víctimas: «Como bien saben, uno de los retos de este trabajo de sensibilización, de educación, de coordinación, es una cierta indiferencia e incluso de complicidad, una tendencia por parte de muchos a mirar a otro lado, donde existen poderosos intereses económicos y redes de delincuencia…», decía recientemente ante religiosos y religiosas de la asociación Religious in Europe Networking against Trafficking and Exploitation (RENATE). «La rehabilitación de las víctimas y su reinserción en la sociedad, siempre realmente posible, es el mayor bien que podemos hacer a ellas mismas, a la comunidad y a la paz social… Claro, es duro el trabajo, no termina con la sentencia, termina después procurando que haya un acompañamiento, un crecimiento, una reinserción, una rehabilitación de la víctima y del victimario».
Ayer, 8 de febrero, tuvo lugar la tercera jornada de reflexión y oración contra este drama bajo el lema «Enciende una luz contra la trata». En este año, se hizo especial mención a la infancia que vive y sufre esta lacra social.
La Iglesia burgalesa, se reunió en un acto diocesano para orar por las víctimas. Fue en la parroquia del Salvador con la asistencia de unas 100 personas. Acabada la vigilia, los asistentes a la oración realizaron un pequeño recorrido desde la iglesia hasta la plaza Roma. Durante la marcha se fueron proclamando pequeñas frases que las propias mujeres víctimas de trata han querido decir a la sociedad burgalesa, también se repartieron octavillas a la gente. El acto finalizó en la plaza Roma, donde se leyó un pequeño testimonio de una mujer que ya ha superado la situación de trata y ahora es una ciudadana más con plenos derechos.