Aranda de Duero y Colombia, unidos por la Inmaculada
Hacía varios años que la comunidad colombiana residente en Aranda de Duero honraba a Inmaculada Concepción de la Virgen María con la tradicional «noche de las velitas». Sin embargo, este año ha cambiado su habitual escenario hasta la fecha (la plaza Mayor) por el atrio de la iglesia de Santa María, donde el arciprestazgo de Aranda celebró anoche su tradicional vigilia en honor de la que es también patrona de España. El atrio y las escaleras del templo isabelino fueron escenario donde los colombianos dieron a conocer esta arraigada tradición que se remonta a 1854, cuando el país sudamericano colocó velas en las imágenes de la Virgen que había por calles y plazas tras la declaración dogmática de la Inmaculada por parte del papa Pío IX.
La vigilia en la capital de la Ribera estuvo presidida por el sacerdote Eduardo María Pérez y, además de la tradición de las velitas, contó con la celebración de una solemne eucaristía.
Inmaculada joven
De otro lado, la parroquia de San Lesmes Abad de Burgos acogió también anoche la tradicional vigilia diocesana en honor de la Inmaculada. Estuvo preparada por la comisión de pastoral juvenil del arciprestazgo de Burgos-Vena y presidida por Eduardo Dorado, sacerdote del recién formado equipo de la delegación diocesana de Infancia y Juventud. En torno al evangelio de la Anunciación, se reflexionó sobre el «sí» de María y se colocó un gran corazón en el altar, junto al cual cada uno de los presentes depositó su «pequeño sí».