La religiosa burgalesa Caridad Álvarez, asesinada en Argel en 1994, será beatificada el sábado

por redaccion,

caridad alvarez

 

Dos agustinas misioneras españolas, una de ellas burgalesa y la otra leonesa, serán beatificadas el próximo sábado en la Basílica de Santa Cruz de Orán junto con otros 17 mártires asesinados en Argelia entre 1994 y 1996, entre ellos el que fuera obispo de dicha diócesis, Pierre Claverie. Se trata de Caridad Álvarez Martín, natural de Santa Cruz de la Salceda, y Esther Paniagua Alonso, de Izagre (León),  que fueron abatidas a tiros en 1994 cuando se dirigían a misa.

 

La oleada de violencia que se desató en los 90 en Argelia, y que afectó principalmente a los religiosos misioneros, fue tan extrema que el obispo de Argel, Henri Teissier, recomendó a las comunidades religiosas que se plantearan su marcha. La hermana María Jesús Rodríguez, entonces superiora provincial de las Agustinas Misioneras, viajó hasta Argel para discernir con la comunidad sobre su futuro. Tras unos días de reflexión, las tres integrantes de la comunidad decidieron libremente continuar en Argelia «por fidelidad al Evangelio, por amor al pueblo argelino que les había acogido, porque ellas estaban compartiendo fe y vida con ese pueblo y no querían huir sino correr su misma suerte», según explica la religiosa, que vivió directamente el martirio de Caridad y Esther.

 

La propia hermana María Jesús vivió directamente el martirio de Caridad y Esther. En la tarde del 23 de octubre acudieron a misa a la capilla de las Hermanitas de Foucauld, a pocos metros de la casa de las Agustinas Misioneras. El trayecto lo hicieron en parejas, tal como les había recomendado la embajada. Por delante salieron Caridad y Esther y tras ellas la superiora provincial y Lourdes, la tercera hermana de la comunidad. «Caridad y Esther torcieron la calle y las perdimos de vista. En ese momento sonaron dos disparos. Instantes después la gente comenzó a correr y una señora nos metió en su casa. Oímos llorar y supimos que un cristiano había muerto. Subimos al tejado de la casa, desde donde se veía la capilla de las Hermanas de Foucauld y vimos los cuerpos de Cari y Esther tirados en el suelo», relata.

 

Caridad, más conocida como Cari, nació en el pueblo burgalés de Santa Cruz de la Salceda el 9 de mayo de 1933 y era la penúltima de doce hijos. Ingresó en la congregación de las Agustinas Misioneras en el año 1955 e hizo su profesión temporal el 26 de abril de 1957. Pronto fue destinada a Argelia. Emitió los votos perpetuos el 3 de mayo de 1960. Su delicada salud le hizo retornar a España un tiempo, pero una vez recuperada regresó al país africano, donde se dedicó a la acogida de todos los que llegaban a la casa, tenía a punto todo cuando las hermanas regresaban del trabajo, dedicaba parte de su tiempo a atender a los niños que iban a estudiar a la casa y por las tardes preparaba un té que servía a un grupo de ancianos cristianos y musulmanes que acudían al hogar del anciano, según cuentan sus compañeras.

 

La religiosa se sabía amenazada de muerte, pero con una firme vocación, y enamorada de la misión, no dudó un instante en permanecer al lado del pueblo que le había acogido y al que amaba profundamente: «Estoy abierta y obediente a lo que Dios quiera de mí, y a lo que vean mis superiores». «María estuvo abierta al querer de Dios, quizá le costó. Deseo estar en esa actitud frente a Dios en los momentos actuales». Sus palabras, llenas de lucidez e intuición, revelan su honda vivencia espiritual.

Ibercaja y Cajacírculo renuevan su convenio con el Museo del Retablo

por redaccion,

museo del retablo

 

Las Fundaciones Ibercaja y Cajacírculo renovaron ayer su convenio de colaboración con la Diócesis de Burgos para seguir apoyando la actividad del Museo del Retablo, con una aportación de 5.000 euros para 2019. A la firma del convenio, que se celebró en la sede de la Fundación Cajacírculo, asistieron Jesús Les, director territorial de La Rioja, Burgos y Guadalajara de Ibercaja Banco, en representación de la Fundación Bancaria Ibercaja; Emilio de Domingo, presidente de Cajacírculo Fundación Bancaria; Antonio García Ibeas, director del Museo del Retablo, y Vicente Rebollo, vicario episcopal para Asuntos Económicos de la Diócesis de Burgos.

 

El Museo del Retablo, instalado en la iglesia de San Esteban, es fruto de un proyecto desarrollado por la Diócesis de Burgos desde hace más de treinta años para la restauración y conservación del patrimonio de las iglesias parroquiales abandonadas o en proceso de ruina.  Según informó García Ibeas, durante este año las visitas han aumentado en más de un 50 por ciento con respecto a 2017, alcanzando en lo que va de año un total de 28.000. Por su parte, el ecónomo diocesano señaló que el museo «está siendo una ventana internacional de lo que es Burgos y este patrimonio. Viene mucha gente de fuera y ese crecimiento de visitas significa también el de la proyección de la ciudad». Rebollo destacó la importante contribución de la pulsera turística, que, por 8 euros, permite visitar la Catedral y las iglesias de San Esteban, San Gil y San Nicolás.

 

Con la creación de este museo, que desde el pasado verano ofrece la posibilidad de adquirir las entradas online (https://entradas.ibercaja.es/eventos/museo-del-retablo/), la Diócesis ha pretendido no solo restaurar y custodiar el rico patrimonio de las iglesias abandonadas, sino también recuperar la función cultural y catequética que tuvieron en su origen las obras expuestas.

2018 12 05 miércoles: Resumen de Prensa

por redaccion,

Burgos

 

Ibercaja y Cajacírculo renuevan su colaboración con el Museo del Retablo

 

Burgos se suma a las celebraciones del Día del Voluntariado

 

Provincia

 

Los catequistas del arciprestazgo de Gamonal profundizan en su identidad

por redaccion,

<
>

 

Los catequistas del arciprestazgo de Gamonal celebraron el pasado sábado en la parroquia de San Fernando Rey el primero de sus tres encuentros anuales de formación, en este caso dedicado a profundizar en su vocación e identidad: «El catequista, un laico llamado a una misión».

 

Animaron esta presentación Marta Ordóñez y Blanca Santamaría, que desde Promoción Solidaria, como asociación laical dentro de la Diócesis, y desde su experiencia, profundizaron en los textos eclesiales para dilucidar a qué estamos llamados y cómo somos catequistas dentro del mundo y de su transformación a imagen del Reino de Dios, todo ello como evangelizadores que dan testimonio, que hacen un anuncio explícito, que se adhieren y trabajan por el Reino y forman comunidad.