Miranda estrena hoy el farol de la Salve en la Procesión del Santo Rosario

La ciudad del Ebro vivirá hoy dos de las tradiciones más vistosas de las fiestas en honor de su patrona, Nuestra Señora de Altamira: la ofrenda de flores a la Virgen y la «Procesión de los faroles».
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Miranda de Ebro vivirá esta tarde dos de los momentos más especiales de las fiestas en honor de su patrona, Nuestra Señora de Altamira. El primero de ellos, a las 18:00 y en la Plaza de España, será la Ofrenda de Flores, en la que el pueblo mirandés, representado por todas sus asociaciones, se vuelca año tras año en homenajear a la Virgen con sus ramos, música, danza y poesía.

 

Tras la lectura del pregón de fiestas, aproximadamente a las 20:30 h, partirá de la misma plaza para recorrer las calles de la ciudad la Procesión del Santo Rosario, vulgarmente conocida por la «Procesión de los Faroles». Se denomina así por ser la representación de un rosario por medio de faroles de vidrios coloreados e iluminados, portados a mano. Da comienzo con una pequeña carroza en representación del primer misterio, seguida de otro portado a mano como el Padre Nuestro y a continuación diez correspondientes a los Avemarías, para cerrar este grupo otro nominado como Gloria. Tras estos, y de modo similar, desfilan los cuatro restantes para completarlo, y continúa con otra carroza algo mayor que las anteriores en representación de la Salve para finalizar con la imagen de la Patrona y la Banda Municipal de Música.

 

En su recorrido, varios grupos folclóricos ofrecen sus danzas a la Virgen y la procesión finaliza en la misma plaza de donde partieron, formando un cuadro presidido por la patrona con el alumbrado público apagado y tan solo iluminado con la tenue luz de los faroles. Los danzantes ofrecen a la Virgen una jota como despedida tras la interpretación de su himno por parte de la Banda Municipal de Música y, como cierre y broche de oro, todos los asistentes cantan una Salve popular.

 

Como novedad, este año sale el nuevo el farol correspondiente a la Salve que, con el abandono del tiempo y los desbordamientos del río Ebro, se perdió completamente en los años ochenta. Se ha tomado como referencia el original, donado por el Ayuntamiento en los años cincuenta, por medio de las pocas fotos que se conservan del mismo. Durante diez meses un grupo de voluntarios ha ido componiendo los 1.036 cristales que forman el farol, que alcanza una altura de 2,45 metros.

 

Precisamente de esta procesión en Miranda de Ebro existe referencia escrita en el año 1855. A excepción de estos días de fiestas, el resto del año se pueden visitar todas sus piezas en el Museo de los Faroles, enclavado en la Plaza de España nº 12. Existen varias colecciones de este tipo en España: en Zaragoza, en Vitoria, en la localidad riojana de Haro, en Sigüenza provincia de Guadalajara y la citada de Miranda de Ebro, Todas ellas datan de finales del siglo XIX y principios del siguiente.

 

Desde tiempo inmemorial la ciudad de Miranda de Ebro celebra su fiesta en honor a su patrona Nuestra Señora la Virgen de Altamira. Constan datos escritos de su celebración desde el principio del siglo XVI, donde se refiere que la entonces villa celebraba su festividad el día de la Asunción (15 de agosto). Será posteriormente, con la llegada del ferrocarril a esta localidad en el año 1862, cuando la villa comience su andadura industrial, lo cual llevará consigo la modificación de algunas costumbres, pasando a celebrarse esta fiesta el día 12 de septiembre (festividad del Santo Nombre de María). Mañana los mirandeses celebrarán su día grande con una misma solemne que será presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas, a las 12:00 en la iglesia de Santa María.

 

 

 

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