La Iglesia en Burgos se mueve por el trabajo decente en tiempos de especial precariedad
Por sexto año consecutivo, las organizaciones que integran la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) reivindican y celebran el 7 de octubre la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, para hacer visible la precariedad que sufre el mundo del trabajo, aumentada por la situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia mundial de la COVID-19, que ha puesto de relieve las debilidades estructurales del Estado de bienestar en España y la necesidad del trabajo decente para el desarrollo de una sociedad fraterna. En Burgos, animan la Iniciativa Acción Católica General, Juventud Obrera Cristiana, Pastoral de Migraciones, Pastoral Penitenciaria, Delegación de Familia y Vida, Pastoral Gitana, Secretariado de Trata, Cáritas, Justicia y Paz, Hermandad Obrera de Acción Católica, Encuentro y Solidaridad y Pastoral Obrera.
«Esta crisis nos ha enseñado que se puede consumir menos y mejor, que el servicio de aquellos oficios menos valorados, social y económicamente son los que sostienen la vida y el cuidado comunitario», aseguran en el comunicado que han elaborado con motivo de esta Jornada. «La realidad en que nos encontramos está visibilizando las consecuencias de un modelo productivo incapaz de generar empleo con alto valor añadido y marcado por las altas tasas de precariedad laboral. Con empleos que se destruyen, cifras de ERTE y paro disparadas, protección social que no está llegando a quienes tienen derecho (como en el caso del ingreso mínimo vital o la prestación para las empleadas de hogar) y miles de personas sin posibilidad de acceso a la misma por ejercer su actividad en la economía sumergida».
«Demasiados empleos considerados esenciales mantienen condiciones laborales tan precarias que algunas veces rozan la vulneración de derechos y muchas la imposibilidad del sostenimiento de la vida. Esto está suponiendo que multitudes se vean abocadas a acudir a los servicios sociales públicos, a los recursos sociales de las organizaciones de la Iglesia o a la ayuda de las comunidades parroquiales y vecinales para poder subsistir. Es aquí donde se ha manifestado la mayor experiencia de solidaridad y apoyo común que hemos descubierto en esta circunstancia tan extraordinaria, una experiencia de unidad en la adversidad que ha hecho que nos movamos por el bien común. Tenemos que valorar el trabajo humano en la medida que nos dignifica como hijas e hijos de Dios, corresponsables con el cuidado de la vida y la creación», añaden.
Ante esta situación, los firmantes reivindican apostar por un nuevo sistema productivo capaz de generar empleos con alto valor añadido y que ponga a la persona en el centro, lograr el reconocimiento social y laboral de los empleos esenciales para la vida y que estos tengan unas condiciones laborales dignas que permitan a las personas salir de la pobreza, reconocer el derecho a la protección social sin que esté supeditado a la vida laboral, garantizar que el ingreso mínimo vital sea una realidad para las personas que lo necesitan, dotando a las instituciones de los recursos necesarios para su gestión, y asegurar la percepción del subsidio extraordinario a las trabajadoras de hogar y que se reconozca su derecho a la prestación por desempleo al igual que para el resto de personas trabajadoras.
En Burgos, la Jornada se celebrará el miércoles con un breve acto público en la Plaza Mayor a las 19:30 en el que se dará lectura al manifiesto. Seguidamente, a las 20:15 h., se celebrará una vigilia de oración en la Iglesia de la Merced. También han lanzado la propuesta «Nos movemos por el trabajo decente»: se trata de que cada persona salga a andar o a correr con un dorsal que está disponible en pdf para que cualquier persona lo pueda imprimir y llevar a cabo esta acción durante los primeros días de octubre. Se anotarán cuántos kilómetros se han andado o corrido y se compartirá el resultado general por diócesis.
Descargar manifiesto completo