«Hakuna», la música de los jóvenes cristianos

Un espacio de vida que pretende transmitir la alegría del Evangelio cantando. Hakuna se fundó en Madrid y se ha extendido por todo el país. En Burgos, decenas de jóvenes comparten esta experiencia.
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Cantando y adorando, así comenzó Hakuna. Un grupo que está reconocido por la Iglesia como una Asociación privada de fieles, aprobada por el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro. La historia de este colectivo arrancó en la JMJ de Río de Janeiro, donde varios jóvenes madrileños compusieron canciones religiosas con las que se sentían identificados. Utilizaban su música para adorar semanalmente al Santísimo y este movimiento poco a poco se fue extendiendo por ciudades de España, e incluso por el extranjero.

 

En Octubre de 2020, Hakuna aterriza en Burgos motivado por María Redondo, una joven que lo había descubierto a través de la Pastoral Universitaria de Salamanca. Se fue forjando grupo y tras contactar con varias parroquias, se establecieron en San Cosme y San Damián. En esta iglesia se reúnen los jueves de ocho y media a nueve y media de la noche para realizar la Hora Santa. A la adoración le precede una charla testimonial que imparte el sacerdote o alguna persona invitada. Después, se alterna el silencio y la música con la lectura del Evangelio y la oración.

 

Cada vez más personas en Burgos están implicadas en este grupo de jóvenes. Muestra de ello, ha sido un Via Crucis en concierto que organizaron el pasado 28 de marzo con la participación de esta familia eucarística. Para los que integran Hakuna, esta forma de vivir la fe en comunión, se ha convertido en uno de los momentos más esenciales de la semana. La finalidad de este grupo es seguir a Cristo, contagiar la vida y sentirse familia, una oportunidad para los jóvenes de vivir intensamente la fe.

 

Hakuna organiza también «revolcaderos», grupos pequeños de vida que se reúnen cada dos semanas en la casa de alguno de los miembros para compartir experiencias. Establecen «compartiriados», proyectos donde la esencia es compartir, intentando colaborar con distintas entidades. Y dedican ofrecen salidas de fin de semana, «God Stops» dedicadas a Dios, o «escapadas» para aprovechar las vacaciones de una manera diferente.

 

Dando pequeños pasos, pero de pie de gigante, se afianza día a día Hakuna en Burgos. Un proyecto joven donde la música y la oración son el vínculo esencial. «Viven lo que cantan y cantan lo que viven», y están abiertos a todos aquellos que quieran formar parte de esta familia musical y espiritual.

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