Cáritas convoca a más de 300 voluntarios y trabajadores en el primer encuentro de agentes tras la pandemia
El éxito de la convocatoria del encuentro de Agentes de Cáritas Burgos tras la pandemia, que ha sumado más participantes que en ninguna otra edición, no solo se mide en números: para los casi 300 asistentes ha sido una ocasión de volver a encontrarse después de meses de restricciones e incertidumbres. La jornada del pasado sábado 23 comenzó con una acogida en la que, además de dar la bienvenida, se presentó al nuevo delegado, Mario Vivanco, en el salón de actos de la Fundación Cajacírculo en la calle de Concepción.
Las dificultades de la pandemia
Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas Española, expuso algunos de los retos a los que se ha enfrentado la entidad durante la pandemia, y también los que quedan por delante. «En los territorios donde la intervención se ha visto más afectada, la acción de los equipos de voluntariado también se ha reducido notablemente, los técnicos se han visto desbordados y con serias dificultades para mantener la actividad, sintiéndose solos y desprovistos», señaló, añadiendo que «debemos reflexionar sobre cómo podemos acompañar al voluntariado para su adaptación a las nuevas realidades y necesidades que esta crisis ha generado».
Siguiendo las propuestas del papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti, hilo conductor del encuentro, apuntó seis lecciones que pueden extraerse de esta crisis sanitaria y social. Entre otros peligros, subrayó el de encerrarse en lo individual, el de olvidar que la identidad católica se manifiesta en el amor que suscita los actos de servicio o el de no tener en cuenta la cultura de las personas a las que acompañan trabajadores y voluntarios. Entre las propuestas, destacó la necesidad de hacer política, «purificándola de los populismos que construyen una barrera, entendiéndola como una expresión del amor, si promueve el bien común». Como resumen del quehacer de Cáritas, Peiró apuntó que «el papel de Cáritas es cuidar de la humanidad herida por la enfermedad».
Jubileo y eucaristía
El motivo central del encuentro, la celebración del Jubileo de Cáritas en la Catedral, tuvo lugar a las 12:30. Tras acceder al templo a través de un pasillo de arcos, los voluntarios atendieron a la explicación del sentido de esta ceremonia. A continuación don Mario Iceta presidió la celebración de la eucaristía. En su homilía animó a los voluntarios a proseguir con su labor dando testimonio de su fe y mostrando la misericordia de Dios.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue el reconocimiento a los voluntarios más veteranos: 18 de ellos recibieron un pequeño obsequio de manos del arzobispo, que también dedicó unas palabras a cada uno. La celebración estuvo animada por un coro castellano. Al concluir, los asistentes se congregaron en la plaza del Rey San Fernando para marchar bajo el lema «Hacia una cultura del encuentro». Varias parejas portaron carteles en los que se representaban ideas, situaciones o características personales que, con frecuencia, se presentan como enfrentadas. Siguiendo de nuevo el llamamiento del papa Francisco, la marcha trató de sensibilizar sobre la necesidad del diálogo y el encuentro.
La jornada concluyó con una comida en el Seminario diocesano, servida por El Gusto, empresa de inserción de Cáritas Burgos, y con una divertida actuación musical en la que seis personas interpretaron una canción ocultando su identidad para que el público tratase de descubrirla.
Más peregrinos
Además de los agentes de Cáritas, esa misma mañana peregrinaron hasta la Catedral para celebrar el Jubileo un grupo de familias de la parroquia del Buen Pastor de Miranda de Ebro, de la diócesis de Guadalajara con su vicario general y los tunos que fueron acogidos con los ritos jubilares y trajeron tierra de Ceuta, Murcia y Alicante.