La Iglesia en Burgos pone fin al Año Jubilar con el deseo de renovar «la tarea misionera y evangelizadora»
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Un misionero burgalés le ayudó en su Venezuela natal a preparar su primera comunión y hoy, medio siglo más tarde y tras haber misionado él mismo por medio mundo (ha sido nuncio en Pakistán y Mozambique), ha sido testigo de que Burgos es realmente «una Iglesia en salida que se lanza a la misión». El sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede ha sido el encargado de entornar la Puerta Santa por la que en los últimos dieciséis meses han cruzado cerca de 200.000 peregrinos lucrando las gracias jubilares otorgadas por el papa Francisco con motivo del VIII Centenario de la Catedral. El Año Santo, «lastimosamente condicionado por las vicisitudes de la pandemia» y prorrogado por su causa, ha concluido con una solemne eucaristía con la que monseñor Edgar Peña Parra, «portador del saludo y la bendición del Santo Padre», ha animado a la Iglesia burgalesa a «poner en marcha la tarea misionera y evangelizadora que compete a todos los bautizados».
El número tres del Vaticano ha asegurado que durante el Jubileo «el Señor no nos ha dejado solos y nos ha concedido una oportunidad de renovar nuestra vida cristiana». Fruto de esa renovación, sobresale el proceso sinodal con el que la Iglesia en Burgos ha querido diseñar su futuro y cuyo documento final ha sido firmado por el arzobispo, mons. Mario Iceta, al finalizar la celebración.
Las conclusiones de la Asamblea Diocesana «serán vuestro programa guía en el caminar eclesial», ha asegurado mons. Peña, invitando a llevarlo a la práctica «en comunión con Dios y los hermanos» y alertando del peligro de «poner más atención en la hoja de ruta que en la ruta misma». «No busquéis solo la eficacia», ha recomendado. «Jesús nunca nos deja solos, siempre está presente con nosotros y nos deja su Espíritu que nos hace vivir con la fuerza del amor» y «nos capacita para salir y mirar las necesidades de los hermanos que nos esperan». «Seguid haciéndoos compañeros de camino de todos», ha dicho aludiendo al carácter coral que ha tenido el VIII Centenario, en el que se han involucrado todos los sectores de la sociedad burgalesa. «El Espíritu Santo sigue presente en la Iglesia y en el mundo», ha remachado.
En su homilía de Pentecostés, el prelado de la Santa Sede ha recordado que la Iglesia y el mundo necesitan el soplo del Espíritu Santo para llevar a cabo «el proyecto de Cristo, que puede parecer una obra titánica». Solo el Espíritu Santo «puede renovar y santificar la faz de la tierra», herida por la guerra, «una vía que no conduce a nada». «Todo se pierde con la guerra, todo se gana con la paz», ha recordado con las palabras de Pío XII.
Fiesta diocesana
La conclusión del Año Santo ha tenido un carácter marcadamente diocesano. Además de la firma del documento final de la Asamblea, de alguna manera todo el Pueblo de Dios que camina en Burgos se ha hecho presente en una abarrotada Catedral, en la que se ha asperjado a los fieles con aguas del Duero y del Ebro y cuya liturgia ha contado con la participación de diferentes sectores de la pastoral y los territorios de la archidiócesis. La parte musical ha corrido a cargo de la Schola Cantorum, la Coral Santa María la Mayor y la participación de los Pueri Cantores, que han portado siete velas en alusión a los dones del Espíritu Santo durante el canto de la secuencia previa al evangelio.
Además, los diferentes arciprestazgos han quedado representados por algunas cruces procesionales representativas de sus zonas y los principales responsables de la pastoral diocesana han recibido de manos del arzobispo el documento final de al Asamblea. Entre los diez obispos concelebrantes se encontraba el nuncio de Su Santidad en España, mons. Bernardito Auza, así como el arzobispo emérito de Burgos, mons. Fidel Herráez, y el actual obispo de Mondoñedo-Ferrol, mons. Fernando García Cadiñanos, primeros impulsores de los actos con motivo del VIII Centenario de la Catedral.
Antes de la eucaristía, la plaza de Santa María ha sido escenario de un festival de carácter diocesano [ver galería fotográfica del acto]. Ha contado con la participación de varios grupos de la archidiócesis, como el coro de Pastoral Gitana, el grupo «SUM» del colegio Niño Jesús, los bailes del grupo ecuatoriano «Hijarica Huacana», el grupo «Paradigma» de Faustino Díez y varios coros parroquiales que han cantado al unísono varias melodías a la Catedral. Además, Cáritas y las delegaciones de Misiones y Pastoral de Migraciones han instalado varias mesas con información de sus actividades y venta de algunos productos de comercio justo.