La librería diocesana inaugura su nuevo local

Tras más de tres décadas con la sede en la Casa de la Iglesia, estrena ahora este nuevo espacio a pie de calle para continuar su labor evangelizadora a través de los libros.
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Ayer se inauguró de forma oficial la nueva librería diocesana, aunque llevaba desde finales del mes de enero con sus puertas abiertas a los ciudadanos burgaleses en el nuevo local de la calle Eduardo Martínez del Campo, 10 bis. Después de más de tres décadas con su sede instalada en el interior de la Casa de la Iglesia, este curso decidieron dar el salto y salir del cobijo que les ofrecía el Palacio Arzobispal, «teníamos que salir porque somos un elemento de evangelización. Puede que haya gente que no entre a una iglesia, pero sí a una librería», cuenta Enrique Díez, responsable de la librería junto a María Rosario Vicuña. El acto de inauguración contó con la presencia del arzobispo don Mario Iceta.

 

La acogida de la nueva librería a pie de calle está siendo muy buena. El espacio es muy visual y anima a las personas que pasan por delante a pararse en el escaparate y tratar de descubrir qué hay dentro. Cuentan con un amplio catálogo que va desde biblias y otros documentos teológicos, hasta obras sobre filosofía, ética y moral, pasando por derecho, historia, viajes, pedagogía y formación, bibliografías, una amplia sección infantil y juvenil, o una selección de libros sobre otras creencias.

 

Además, la mudanza les ha permitido ampliar su oferta y ahora no sólo venden libros u objetos litúrgicos como tenían en la sede de la Casa de la Iglesia. «Cuando se planteó la posibilidad de sacar la librería fuera, el arzobispo don Mario Iceta nos planteó la idea de dar cabida a los productos que hacen las órdenes religiosas de nuestra archidiócesis». Una opción que ya habían barajado en algún momento pero que era imposible llevarla a cabo por una cuestión de espacio. De esta forma, ahora en la librería diocesana se pueden encontrar distintos productos, no solo dulces que realizan sobre todo órdenes contemplativas. «Y principalmente pensando más en esas órdenes que no tienen la facilidad de internet porque son gente muy mayor o porque tienen un acceso a internet muy limitado», explica Enrique sobre esta nueva demanda. De esta forma, ahora, se pueden encontrar, por ejemplo, distintos productos que realizan las hermanas Dominicas de Lerma –bisutería, tazas o cojines– o pastas elaboradas por las Clarisas de Vivar del Cid y las Cistercienses de Villamayor de los Montes.

 

Hace un par de años, con el auge de las plataformas de venta por internet, ya dieron otro salto como librería: empezaron a vender de forma online a través de su página web. Ahora, con la inauguración de este nuevo espacio dan un pasito más como agentes evangelizadores, «pedimos a Dios realmente lo que queremos, no ser un negocio simplemente, estar al servicio de la diócesis de Burgos y al servicio de todos los burgaleses», finaliza Enrique.

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