La archidiócesis, presente en el Encuentro Nacional de Diáconos

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Como todos los años por estas fechas, los diáconos de todas las diócesis españolas se han reunido, esta vez en Ávila, para su ya XXXVIII Encuentro Nacional. Este año han participado unas cien personas entre diáconos, esposas e hijos. En estas jornadas, han participado, Mons. Joan-Enric Vives arzobispo-obispo de Urgel y presidente de la Comisión para el Clero de la Conferencia Episcopal Española (CEE),  Mons. Francisco Cerro, arzobispo de Toledo y responsable del Departamento para el Diaconado Permanente de la CEE y Mons. Jesús Rico, obispo de Ávila, que ha sido el anfitrión.

 

La archidiócesis de Burgos ha estado representada por los dos diáconos permanentes que tiene, Enrique Díez y David Jiménez, y por la familia de este último. Además, también ha participado el vicario para el Clero de la archidiócesis, Miguel Ángel Díez Villalmanzo. Como no podría ser de otra manera al desarrollarse en Ávila, el encuentro se ha centrado en la oración y las figuras de santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz y santa Teresa de Lisieux, tres grandes maestros de la oración.

 

Este encuentro sirve a los diáconos para contrastar el dispar desarrollo de su vocación en las diócesis donde el diaconado ha sido reinstaurado. La presencia de Aureli Ortín, a día de hoy el diácono más antiguo de España, con cuarenta y dos años de servicio a la Iglesia como ministro ordenado en la archidiócesis de Barcelona, ha contrastado con la de candidatos al diaconado de diócesis, como la de Sigüenza-Guadalajara, donde el diaconado se ha reinstaurado pero aún no hay ningún diácono ordenado (como curiosidad, uno de los candidatos de esa diócesis es burgalés). En esta diversidad se va viendo cuál es el desarrollo funcional del diaconado en diócesis donde lleva más tiempo desarrollándose. En mayo de 2023, en España había 557 diáconos, repartidos en 54 diócesis siendo las de Sevilla, con 56; Barcelona, con 49; y Madrid, con 48; las tres con mayor número.

 

En la archidiócesis de Burgos el diaconado, en su estado permanente, fue reinstaurado el 1 de enero de 2012, y los dos primeros diáconos, y por ahora únicos, fueron ordenados por Mons. Francisco Gil Hellín el 27 de junio de 2015. En estos momentos no hay ningún aspirante a diaconado en su forma permanente. En la archidiócesis, Enrique está desarrollando su labor de servicio en pueblos del Alfoz, y David, en las céntricas parroquias de Santa Águeda, San Nicolás y la parroquia de Santiago (ligada a la Catedral).

 

Para ser diácono se ha de ser varón, en el caso de ser soltero tener al menos 25 años y estar dispuesto a permanecer en el celibato, y en el caso de estar casado tener al menos 35 años, llevar, al menos, 5 de matrimonio, y contar con el beneplácito por escrito de la esposa. La preparación dura un mínimo de cuatro años (un año propedeútico y tres años de formación) e incluye obligatoriamente tener la diplomatura de Ciencias Religiosas en el momento de ser ordenado.

 

Si quiere ampliar la información puede ponerse en contacto con nuestros diáconos dirigiéndose a ellos en sus correos institucionales: [email protected] y [email protected]

La belleza del Corazón de la Virgen María

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inmaculada

 

Queridos hermanos y hermanas: 

 

Esta semana hemos celebrado la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María: una realidad de pureza y santidad –descrito en el dogma de fe proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 en la bula Ineffabilis Deus– que nos recuerda que fue preservada de todo pecado desde su concepción. 

 

La Virgen María, la llena de gracia, fue redimida «de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo» (Lumen gentium, 53). Desde el primer instante de su concepción, María gozó siempre de la plenitud de la gracia. Por eso es «la única criatura humana sin pecado de la historia», como expresó el Papa Francisco durante el ángelus del año pasado cuando celebraba esta solemnidad. 

 

Ya en junio de 1996, el Papa san Juan Pablo II afirmó que Cristo «realizó precisamente en María el acto de mediación más excelso, preservándola del pecado original». Acudiendo al testimonio del beato fray Juan Duns Scoto, sostuvo que de este modo «introdujo en la teología el concepto de redención preservadora, según la cual María fue redimida de modo aún más admirable: no por liberación, sino por preservación del pecado».

 

Hoy, mientras trato de acallar las palabras de admiración y agredecimiento para fijar mis ojos en los de María Inmaculada, quisiera detenerme en un detalle especial: en su limpia y sublime belleza. 

 

Cuentan que la santa de Lourdes, Berdardette Soubirous, en una de sus apariciones, pudo contemplar la belleza de la Virgen y, al intentar describirla, solo fue capaz de pronunciar: «Es tan hermosa que, cuando se le ha visto, aunque sea una vez, quisiera una morirse para volver a verla». También san Ambrosio pretendió retratar la hermosura de la Virgen, y confesó que no había «nada sombrío ni duro en su mirada»; más aún, «ni el más mínimo atisbo de orgullo en su gesto».

 

Y era bella porque Dios la preservó de toda corrupción. En ese sentido, no me refiero solamente a una hermosura exterior capaz de iluminar absolutamente todo; sino a una belleza interior, de donde brota un manantial inagotable de amor. ¿Cómo no iba a ser así, si iba a acoger al Verbo de Dios en su propio seno?

 

El Papa Francisco, durante el Ángelus celebrado el año pasado en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, recordó que la Palabra de Dios nos enseña un detalle muy importante: «Conservar nuestra belleza acarrea un costo, acarrea una lucha». De hecho, «el Evangelio nos muestra la valentía de María, que dijo “sí” a Dios, que eligió correr el riesgo de Dios». 

 

Qué bien lo expresa la liturgia en el prefacio de la solemnidad: Te damos gracias Padre, “porque preservaste a la Virgen María de todo pecado original para que, enriquecida con la plenitud de tu gracia, fuese digna Madre de tu Hijo, imagen y comienzo de la Iglesia, que es la esposa de Cristo, llena de juventud y de limpia hermosura. Purísima tenía que ser, Señor, la Virgen que nos diera al Cordero inocente que quita el pecado del mundo. Purísima la que, entre todos los hombres, es abogada de gracia y ejemplo de santidad.”

 

De modo similar está escrita esta alabanza en la fachada principal de nuestra catedral: “Pulchra es et decora”; y así, sus hijos de Burgos le cantamos: “eres bella y hermosa, Virgen María, no hay mancha en ti”. Hoy le pedimos que nos ayude a preservar del mal la belleza que Dios ha depositado en nuestros corazones de barro y carne. La Madre de Cristo nos enseña que la gracia es infinitamente más grande que la muerte y que la misericordia de Dios es más fuerte que el pecado. El Padre no cesa de bendecir nuestras vidas en su designio de amor; confiemos en su palabra, y habitemos en su amor junto al corazón inmaculado de la Virgen. Cuando la vida nos pesa y parece que algunos desafíos son imposibles de superar, escuchemos las mismas palabras que el arcángel Gabriel comunicó a María: «No temas. Nada hay imposible para Dios» (Lc 1,37).

 

Con gran afecto, pido a Dios que os bendiga.

 

+ Mario Iceta Gavicagogeascoa

Arzobispo de Burgos

La archidiócesis «se abre a la esperanza» en la vigilia de la Inmaculada

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Este año la parroquia de San Martín de Porres ha acogido la tradicional vigilia diocesana de la Inmaculada que cada año se celebra la víspera de esta solemnidad. Con el lema «Orando con María nos abrimos a la esperanza», la celebración ha contado con reflexiones, textos bíblicos, cantos y oraciones compartidas.

También ha contado con el testimonio de una joven burgalesa, Paola, que participó en la última JMJ y allí descubrió, con la ayuda de sus compañeros, que Dios existe y sigue llamando a ser felices con Él.

Al concluir la vigilia, cada uno de los participantes ha puesto una vela encendida a los pies de María presentando sus intenciones, con el compromiso de llevar luz y esperanza a quienes la necesitan. La parte musical de la vigilia ha corrido a cargo del coro diocesano Pedal.

Carlos Izquierdo, nuevo presidente de la Fundación Candeal

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Carlos Izquierdo, nuevo presidente de la Fundación Candeal

El vicario general de la archidiócesis de Burgos, Carlos Izquierdo Yusta, ha sido elegido nuevo presidente de la Fundación Candeal-Proyecto Hombre Burgos. En la reunión del Patronato, celebrada el pasado 30 de noviembre de 2023, se ha aprobado por unanimidad que sea el nuevo presidente. El vicario general sustituye a Mons. Mario Iceta, arzobispo de Burgos, al frente de la institución que, desde su fundación, siempre había tenido la presidente en manos del arzobispo.

La Fundación Candeal-Proyecto Hombre de Burgos nació como soporte jurídico, económico y humano a Proyecto Hombre el 7 de marzo de 1990. Fue una apuesta liderada por tres instituciones: Arzobispado de Burgos, Maristas y Cáritas Diocesana. En el momento de su constitución, Mons. Teodoro Cardenal, arzobispo de Burgos, asumió el cargo de presidente. El resto de miembros fueron Jesús Sánchez Martín, provincial de los Maristas, Luis García González, delegado de Cáritas, Isidoro Martín Martín, marista, Mariví Landa, empresaria, Juan José Fernández y la Hna. Mercedes Petra Mayordomo. Las tres instituciones aportaron el capital fundacional y Cáritas corrió con el gasto de la formación del primer equipo de Proyecto Hombre, integrado por 9 miembros.

Además, Cáritas cedió el espacio para el centro de acogida de Gamonal, ampliación del Colegio Santa M.ª la Nueva, recién construido. Esta cesión no estuvo exenta de polémicas contra Cáritas y contra el Arzobispado, que llevaron a la denuncia de la Fundación ante la Audiencia Provincial y ante el Tribunal Supremo. Gracias al aplomo del presidente y de los patronos, la sede permaneció en Gamonal y el proyecto continúa hasta hoy. Tras el nombre «Candeal» se encierra la calidad castellana, porque esa palabra representa a una variedad de trigo de excelente calidad. Una imagen representada en el logo de la institución, que fue creado por Francisco García García y en el que aparece un horno de pan del que salen unas llamas que se van transformando en palomas.

En 1991, el Patronato se amplió con la entrada del Ayuntamiento de Burgos, siendo alcalde José M.ª Peña San Martín, y la Diputación de Burgos, siendo presidente José Luis Montes. A partir de ese momento, las aportaciones de ambas instituciones permitieron la apertura de las diversas instalaciones exigidas por el programa y la creación de un equipo de psicólogos, psicopedagogos, asistentes sociales y médicos. Ese mismo año, se inauguró también el Programa de Familias con Isabel Olazagoitia, hija de la Caridad, como directora. En aquel momento inicial se atendía 200 grupos de seguimiento.

El 9 de noviembre de 1992 llegó la aprobación de la Junta de Castilla y León para abrir la Comunidad Terapéutica de Reinserción en San Medel, en un espacio de dos hectáreas, que anteriormente había sido un monasterio. Un lugar idóneo adquirido por la Fundación en aquel entonces por 125 millones de pesetas.

Carlos Izquierdo, nuevo presidente de la Fundación Candeal

El Proyecto Hombre

Proyecto Hombre es el principal programa financiado por la Fundación Candeal. Al frente del mismo, como directora, está Marta González Gutiérrez. Trabaja desde el modelo biopsicosocial, terapéutico y educativo. Tiene un carácter solidario, aconfesional, apartidista y sin ánimo de lucro. Su trabajo está orientado a la prevención, la promoción de la salud, la rehabilitación y la reinserción de personas con problemas de adicción, así como la atención a sus familiares.

El trabajo en Proyecto Hombre Burgos se realiza en una línea centrada en la persona con el objetivo de mejorar su calidad de vida, desde la prevención, la educación y el tratamiento. Se ofrecen diferentes programas de prevención, intervención y tratamiento acordes a las necesidades y demandas actuales de la sociedad. En el área de prevención, se trabaja desde tres niveles: universal, selectiva e indicada. En el área de tratamiento con adultos, se ofrecen programas de carácter ambulatorio y residencial (comunidad terapéutica) así como intervención en el centro penitenciario y abordaje de adicciones en el ámbito laboral.

Mons. Mario Iceta es nombrado «artillero de honor» por el RACA 11

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Este pasado lunes, 4 de diciembre, el Regimiento de Artillería de Campaña n.º 11 (RACA 11) del Ejército de Tierra ha celebrado a su patrona, santa Bárbara, en la base Cid Campeador de la localidad burgalesa de Castrillo del Val. Entre los actos festivos, la Plana Mayor de Mando del Regimiento ha decidido otorgar a Mons. Mario Iceta, arzobispo de Burgos, la distinción de «artillero de honor».

 

La devoción a santa Bárbara como patrona y protectora del Arma de Artillería nació hace 501 años y lo hizo, precisamente, en la ciudad de Burgos y, concretamente, en su castillo. De hecho, se conserva un recibo de pólvora de esa primera celebración de la patrona: «el día de Santa Bárbara para tirar la fiesta de los Artilleros que es aquel día su fiesta, dos barriles de pólvora para tirar ciertos tiros de los grupos y los morteros aquel día que pesarían diez arrobas». Se trata de un documento dirigido por medio del capitán Juan de Terramonda, jefe de la Artillería española ese año, y ante Juan de Acuña, alcaide del castillo de Burgos. Santa Bárbara fue elegida como patrona y protectora del Arma de Artillería porque ya era reconocida como abogada de rayos y centellas, siendo este fenómeno de la naturaleza el más parecido a los cañonazos de la artillería.

 

El pasado año 2022, cuando se celebraban cinco siglos de la elección de Santa Bárbara como patrona, se celebró un Triduo en la Catedral de Santa María de Burgos. La celebración del último día del Triduo fue presidida por Mons. Iceta y, con ese motivo, la Plana Mayor del Regimiento de Artillería de Campaña n.º 11 (RACA 11) ha otorgado al arzobispo de Burgos la distinción de «artillero de honor». Una dignidad que el arzobispo ha recogido en la base Cid Campeador de la localidad burgalesa de Castrillo del Val, de manos del jefe del Regimiento, el coronel Daniel García Jiménez.