Manos Unidas celebra la XXV edición de su Operación Bocata

El colegio Blanca de Castilla de las Hijas de Jesús ha acogido la XXV edición de esta iniciativa con fines solidarios

 

<
>

Manos Unidas de Burgos ha organizado un año más la Operación Bocata, un gesto solidario con el que más de 13.000 alumnos de colegios de la ciudad de Burgos contribuyen a la acción de esta ONG de desarrollo de la Iglesia.

 

El colegio Blanca de Castilla, de las Hijas de Jesús —más conocidas como jesuitinas—, ha acogido este viernes, 2 de febrero, en el patio del centro, el acto institucional al que han acudido el vicario general de la archidiócesis de Burgos, Carlos Izquierdo; la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala; el vicealcalde, Fernando Martínez-Acitores; y otros miembros de la corporación municipal, además de la presidenta de Manos Unidas en Burgos, Cristina Romano, y el impulsor de esta iniciativa solidaria, el sacerdote Marcelo Gómez.

 

Durante el acto, los alumnos del centro han explicado la importancia de colaborar con esta iniciativa solidaria, y han señalado que, este año, los fondos recaudados a través de la Operación Bocata irán dirigidos a la construcción de 10 escuelas para niños y jóvenes en el Tigray, una región de Etiopía que lleva años azotada por los conflictos armados.

 

 

La Operación Bocata, una iniciativa burgalesa que ya suma 25 años de solidaridad

 

La Operación Bocata ha sumado este año un cuarto de siglo de existencia. Nació por iniciativa del sacerdote Marcelo Gómez, que actualmente es párroco de San Nicolás de Bari y Santa Casilda, en Miranda de Ebro pero que, en aquel entonces era vicario parroquial de San Cosme y San Damián en la capital. Desde allí comenzó esta actividad que cada mes de febrero acerca a los niños y jóvenes burgaleses a la realidad que viven tantos millones de personas en el tercer mundo.

 

La Operación Bocata comenzó en el colegio Círculo, con la participación, en su primera edición, de unos 3.000 niños, del propio centro y de otros colegios de la capital. Se reunían en el patio y comían los bocadillos solidarios. Pero, según avanzaban las ediciones, tuvieron que cambiar de formato, porque empezó a ser complicado juntar a tantos niños en un solo lugar. Fue así como se decidió que fuera cada colegio el que organizara su propia Operación Bocata.

 

De hecho, el formato ya ha cruzado las fronteras de la ciudad y también se organiza en Aranda y en Miranda, por lo que se calcula que el total de niños que han participado en esta XXV edición llegará a 15.000. Lo que está claro es que se trata de una iniciativa que cada año congrega a más centros y, por lo tanto, a más niños. Y es que, en estos 25 años de existencia, se calcula que ha recaudado en torno a medio millón de euros para los proyectos de desarrollo de Manos Unidas.

Comentarios

Los comentarios están cerrados para esta noticia.