Nota de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada sobre la situación de las clarisas de Belorado

por redaccion,

Nota de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada sobre la situación de las clarisas de Belorado

 

Ante las noticias que vienen sucediéndose desde el pasado 13 de mayo sobre el Monasterio de Hermanas Pobres de Santa Clara en las dos sedes de Belorado y Orduña, respaldando el comunicado del arzobispado de Burgos y del obispado de Vitoria y reafirmando la adhesión de la Iglesia que peregrina en España al papa Francisco, con la mano tendida a estas hermanas, queremos manifestar lo siguiente:

 

  1. Al mismo tiempo que apreciamos y agradecemos el don de tantas hermanas clarisas que viven en comunión con la Iglesia y la enriquecen en muchas diócesis de España, lamentamos profundamente la declaración de ruptura de la comunión con la Iglesia Católica contenida en la carta de la abadesa del Monasterio de Belorado con fecha 13 de mayo y en el denominado “Manifiesto católico”, fechado el 8 de mayo del presente año.
  2. El contenido de dicho “manifiesto” se corresponde con el que propugnan aquellos que niegan la validez del Concilio Vaticano II y son denominados
    “sedevacantistas”. El texto parece inspirarse en los principios básicos de esta corriente y, concretamente, entronca con un grupo que es considerado una secta por varios expertos.
  3. El tono ofensivo y recriminatorio del “manifiesto” y de la “carta”, así como algunos términos —por ejemplo, el de la “sumisión” a un falso obispo y supuesto líder de una secta—, no son propios del modo habitual de comunicarse de estas hermanas, las cuales se manifiestan ahora públicamente no sólo en las palabras escritas de la abadesa, sino también en medios de comunicación abundando en expresiones confusas que parecen fruto de engaños. Consideramos que los motivos de descontento aducidos en la mencionada carta tienen vías de solución distintas de la determinación que en ella se expresa y no encontramos relación proporcionada entre las causas expuestas y la conclusión a la que se llega.
  4. Solicitamos que cada hermana del Monasterio de Belorado y Orduña, en el ejercicio de su libertad de conciencia, pueda expresar su postura ante la decisión que comunica la abadesa. De hecho, el desarrollo de los acontecimientos sugiere que no todas las hermanas suscriben la “carta” de la abadesa.
  5. Igualmente, pedimos la apertura de todas las hermanas de la comunidad al diálogo con obispos, sacerdotes, personas consagradas, hermanos y hermanas de la Iglesia Católica que, fieles a la verdad y en comunión con el papa Francisco, buscan el bien para este Monasterio y para cada hermana clarisa.
  6. Finalmente, deseamos poner estos acontecimientos ante el Señor Jesús, esperanza que no defrauda, como afirma el papa Francisco en la bula de
    convocación del Jubileo Ordinario del Año 2025. En virtud de nuestra misión de velar por y acompañar a la vida consagrada en España, nos comprometemos a seguir esforzándonos en trabajar por la comunión fraterna en la Iglesia; evitar posturas extremas y polarizaciones; incrementar el discernimiento espiritual en la vida cotidiana, personal y comunitariamente; crecer en la escucha a los hermanos a la luz del Espíritu Santo, como el camino sinodal indica, y cuidar las relaciones fraternas entre todos los miembros de la Iglesia.

 

Encomendamos al Señor, por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, de santa Clara y de san Francisco de Asís, a las hermanas de Belorado y Orduña y a las demás hermanas clarisas que pudieran necesitar ayuda y consuelo, así como a la vida consagrada en su conjunto, en particular a la vida contemplativa, cuyo recuerdo se hará especialmente vivo dentro de poco, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad.

 

La Jornada Pro Orantibus 2024, bajo el lema «Contemplando tu rostro, aprendemos a decir: “¡Hágase tu voluntad!”», pone de relieve que la fidelidad a la voluntad divina, expresada a través de las mediaciones eclesiales, ha de animar siempre el corazón y las obras de aquellos que, abrazando esta forma de vida, «dejamos por un momento de considerar nuestro propio interés para acoger el querer del Padre» (CEVC, Presentación Materiales Pro-Orantibus, 2024, p. 4).

 

No podemos sino estar agradecidos a «tantos hombres y mujeres que a lo largo de los siglos y a lo ancho del mundo han entregado su vida a esta vocación orante de entrega radical. En su existencia transfigurada a la luz del rostro de Cristo hallamos —hoy y siempre— un motivo esperanzado de acción de gracias y un vivo aguijón que nos espolea hacia una obediencia cada vez mayor en la propia vivencia de la fe» (CEVC, Presentación Materiales Pro-Orantibus, 2024, p. 5).

Destruyendo muros y tendiendo puentes bajo el agua

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La lluvia que cayó el pasado lunes sobre Burgos no impidió la celebración de un nuevo círculo de silencio, el número 125. Con el lema «Destruir muros, tender puentes», voluntarios y migrantes acogidos por Atalaya Intercultural fueron los encargados de leer un manifiesto, en el que denunciaron la «creencia» cada vez más común en los países ricos de que «aquí sobran los inmigrantes».

 

Según se explicó, esta situación provoca un «terreno fértil para abonar temores y desconfianzas alimentados por falaces populismos», mientras se olvida que las políticas migratorias deberían poner en el centro a la persona y guiarse por los valores de dignidad humana, solidaridad y libertad.

 

Para ello abogaron por una legislación global para las migraciones y aceptar que las personas que proceden de lugares y culturas diferentes suponen «un don» para las sociedades que las acogen. Además, recordando las propuestas del último encuentro diocesano de pastoral de migraciones, se insistió en la necesidad de sensibilizar sobre los problemas del colectivo, acompañarlos desde una escucha atenta y empatía, crear vínculos afectivos, promover la diversidad, romper guetos, tejer ciudadanía y transmitir esperanza.

 

En este sentido, también se aplaudió la la admisión a trámite de la Iniciativa Legislativa Popular, para la regularización extraordinaria de inmigrantes. Esta propuesta, que surgió del
reconocimiento de que durante la pandemia muchos migrantes fueron «trabajadores esenciales», busca acabar con la vulneración de los derechos fundamentales de medio millón de personas y terminar con las barreras que les impiden acceder a un trabajo digno y contribuir económica y fiscalmente a la sociedad.

Nota del Arzobispado de Burgos ante el manifiesto de la comunidad de Clarisas de Belorado

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SITUACIÓN DE LOS MONASTERIOS DE BELORADO Y ORDUÑA

 

  1. Las comunidades de Belorado y Orduña están asistidas diariamente por sus capellanes, de manera ininterrumpida, y nunca han manifestado ninguna disconformidad, más bien, en las últimas comunicaciones con el delegado episcopal para la vida consagrada, las monjas manifiestan sentirse contentas y agradecidas. Esta misma mañana, al comunicarse el arzobispo con el capellán de Belorado, éste no tenía ninguna noticia sobre este asunto, expresando su perplejidad. Por parte del arzobispado siempre se han atendido las peticiones de las comunidades, tanto a la hora de impartir retiros, formación o asistencia espiritual de cualquier naturaleza.
  2. El arzobispo ha visitado el Monasterio el 13 de junio de 2021 y el 29 de noviembre de 2023. En ninguna de estas visitas las religiosas manifestaron ninguna incomodidad ni queja.
  3. La última visita del delegado episcopal para la vida consagrada fue el día 12 de abril de 2024. Ante la petición del delegado para entrevistarse con Sor Isabel, respondieron que no se encontraba disponible y por ello fue atendido por dos hermanas (Sor Belén y Sor Paloma), que manifestaron que estaban contentas y tranquilas con toda la atención que se les prestaba tanto en Belorado como en Orduña. Posteriormente, el delegado habló telefónicamente con Sor Isabel y esta no manifestó ningún tipo de problema o inquietud. Se acordó la fecha del 27 de mayo próximo para la visita canónica a Belorado, el 28 de mayo a Orduña y el 29 de mayo para la elección de nueva abadesa. Conviene destacar que, agotadas todas las posibilidades de reelección según el Derecho canónico, para la última elección de sor Isabel como abadesa necesitó el permiso expreso de Roma.
  4. Con respecto al Monasterio de Orduña (Diócesis de Vitoria), que se encontraba suprimido canónicamente y vacío y es propiedad de las clarisas de Vitoria, se establece en octubre de 2020 la comunidad procedente de Derio.
  5. La comunidad de Belorado firma en octubre de 2020 con la comunidad de clarisas de Vitoria un acuerdo de compra-venta del Monasterio de Orduña (que al estar extinguido se encontraba en venta desde 2002) por un importe de 1.200.000 € y con una mora de dos años. En dicho acto de compra-venta se aportan 100.000 € y se comprometen a realizar pagos semestrales de 75.000 €. El primer pago debía realizarse el 1 de noviembre de 2022, pero nunca se ha hecho ningún pago.
  6. A principios de marzo de 2024, Sor Isabel manifiesta tener un benefactor que comprará y pondrá a nombre del propio benefactor el Monasterio, llegarán a un acuerdo de uso y lo revenderán a la comunidad de Belorado cuando obtengan el importe procedente de la venta del Monasterio de Derio.
  7. Con el fin de conocer el nombre de quién compra el Monasterio, ante las sospechas de que esa persona era ajena a la Iglesia Católica, el obispo de Vitoria y su vicario para la vida consagrada, se desplazan el 21 de marzo de 2024 a Orduña, donde Sor Miriam les indica que Sor Isabel está en Belorado. Trasladándose a Belorado, les comunican que Sor Isabel no puede recibirles y son recibidas en el torno por la vicaria, Sor Paz y la cuarta discreta, Sor Sión. Preguntan nuevamente quién es el comprador y les responden que solo lo sabe Sor Isabel, manteniendo un mutismo absoluto sobre el tema, sin resolver hasta el día de hoy.
  8. Ante esta situación, el 7 de mayo, la comunidad de Belorado es convocada por la comunidad de clarisas de Vitoria ante un notario para rescindir el contrato de compra-venta a instancias de esta última comunidad. En la notaría, Sor Isabel, acompañada por Sor Paz y Sor Sión, entrega un pliego reclamando 1.600.000 € como pago por el importe de las obras realizadas por su comunidad en el Monasterio de Orduña y un 30% por daños y perjuicios. Al no aceptar Sor Isabel la rescisión del contrato, lleva el asunto a instancias judiciales.

 

CARTA Y MANIFIESTO DEL 13 DE MAYO DE 2024

 

El 13 de mayo de 2024 se hacen públicos una carta y un manifiesto por medios digitales, ante los cuales queremos manifestar:

  1. No se ha recibido ninguno de estos dos documentos de forma oficial y fehaciente ni en el arzobispado de Burgos ni en los obispados de Vitoria ni de Bilbao.
  2. El arzobispo, en la mañana del 13 de mayo, recibe estos documentos reenviados por un sacerdote, constando que se ha hecho una amplia difusión a sacerdotes y personas particulares.
  3. Con respecto al contenido de la carta es preciso afirmar:
    1. Rechazamos la acusación injusta e indiscriminada de “silencio y aquiescencia de los pastores”, como afirma el texto.
    2. Rechazamos las acusaciones, en términos similares, a la “Cátedra de Pedro” sobre “contradicciones, lenguajes dobles y confusos, ambigüedad y lagunas de doctrina”.
    3. Con respecto a la licencia de venta del Monasterio de Derio (propiedad de las clarisas de Belorado desde abril de 2013, cuya comunidad fue trasladada al Monasterio de Orduña el 28 de octubre de 2020), ni es competencia del arzobispo de Burgos ni de la presidenta federal, ni en el arzobispado de Burgos ni en el obispado de Bilbao se ha recibido ninguna comunicación ni petición a este respecto.
    4. Ni los “pastores” (término genérico utilizado por el texto) ni la presidenta federal son competentes para impedir los pagos ni para rescindir el contrato de compraventa, que es competencia de las partes contractuales.
    5. La comunidad de Belorado manifiesta su intención de abandonar la Iglesia Católica en el día de hoy, 13 de mayo de 2024, situándose bajo la tutela y jurisdicción del Sr. D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado en julio de 2019, tal y como se refiere en documentación adjunta.
    6. Sor Isabel firma el documento en nombre de todas las hermanas, aunque dicha afirmación de unanimidad no aparece contrastada en el documento y habrá que verificarlo (solo aparece la firma de Sor Isabel).
    7. Asimismo, Sor Isabel firma (indicando que lo hace en nombre de todas las hermanas, que también habrá que verificar) un documento que denominan “Manifiesto Católico”, de fecha 8 de mayo de 2024.

 

ACTUACIONES REALIZADAS

 

  1. El 13 de abril de 2024, la Presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu (Provincia de Cantabria – Hermanas Clarisas), a la que pertenece la comunidad de Belorado, pide una reunión urgente con el arzobispo de Burgos y es recibida esa misma mañana, poniendo en su conocimiento la sospecha de una posible comisión un delito de cisma (c. 751 del Código de Derecho Canónico).
  2. El arzobispo de Burgos firma un decreto de apertura de la investigación previa por los hechos comunicados, el 24 de abril de 2024, conjuntamente con los obispos de Vitoria y Bilbao. Asimismo, lo comunica a la Santa Sede, contando con su aprobación.
  3. Enterado el arzobispo del asunto por terceras personas, en la mañana del 13 de mayo de 2024, pide al párroco de Belorado y capellán de este Monasterio que se persone en el lugar y recabe información acerca de la veracidad de estos documentos.
  4. A las 8.30 del 13 de mayo de 2024, el capellán es atendido por Sor Belén en el torno, que rehúsa hacer ninguna declaración y le remite a la vicaria Sor Paz. Sor Paz, tras hablar con el capellán, y ante la petición de éste, accede a hablar telefónicamente con el arzobispo, confirmándole el abandono de la Iglesia Católica por parte de toda la comunidad y manifestando que la decisión ha sido tomada por unanimidad de todas las monjas. En ningún momento Sor Isabel se ha puesto al habla con el arzobispo, quien requiere que se le envíe una comunicación oficial para dar veracidad a los hechos y actuar conforme a Derecho. A las 10.30, el arzobispo recibe el manifiesto desde una dirección de correo electrónico sin identificar, pero no recibe la carta de abandono de la Iglesia Católica. A las 11.00 la comunidad entrega en mano un ejemplar del manifiesto al capellán de Belorado, pero no la carta de abandono.
  5. La vicaria Sor Paz ha manifestado al arzobispo que el Sr. D. Pablo de Rojas ha visitado el Monasterio de Belorado al menos en tres ocasiones. Asimismo, lo ha hecho en repetidas ocasiones una persona llamada José, de la que Sor Paz desconoce el apellido, y que manifiesta ser sacerdote y ayudante directo del Sr. D. Pablo de Rojas. De todas estas cuestiones nunca se ha informado a este arzobispado ni a sus colaboradores. Sor Paz afirma que, desde hoy mismo, será José quien celebre la Misa en el Monasterio, advirtiéndole el arzobispo de la gravedad del acto y de la pena canónica en que incurren.
  6. El arzobispo pone en conocimiento de este asunto a la Santa Sede, al Nuncio Apostólico, al Presidente de la Conferencia Episcopal, al Presidente de la Comisión de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal y a los obispos de Vitoria y de Bilbao. Se procederá según las indicaciones de la Santa Sede.
  7. Ante esta situación, se exhorta a todos los fieles que se abstengan de participar en ningún acto litúrgico realizado en el Monasterio de Santa Clara de Belorado ni en el Monasterio de Santa Clara de Orduña.

La «poderosa y maternal» intercesión de María para lograr «la conversión y la paz»

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El ritual se ha repetido un año más. Al clarear el día, cientos de burgaleses se han concitado en la plaza del Rey San Fernando para participar en el popular Rosario de la Aurora. A las 6:30 de la mañana, la imagen de la Virgen de Fátima ha salido de la catedral y ha enfilado las calles de la Paloma, Laín Calvo, San Juan, la Moneda, plaza de Santo Domingo y el paseo del Espolón mientras era arropada por los cantos de los Avemaría que han completado los cinco misterios gozosos del Rosario.

 

En el itinerario, varias paradas para relevar los hombros que han portado la imagen y encomendar las intenciones por las que se han ofrecido los cinco misterios: el compromiso de los cristianos en medio del mundo, los misioneros que llevan a Jesús en los lugares donde todavía no se le conoce, por la Iglesia, por el Papa y por los jóvenes, para que sepan dar al mundo razón de su esperanza.

 

La conversión, camino para la paz

 

Tras el rezo del Rosario, de nuevo en la catedral, el arzobispo ha presidido la misa. En su breve homilía, mons. Mario Iceta ha subrayado el mensaje de la Virgen de Fátima, centrado en la conversión: «El gran efecto transformador del Espíritu Santo es la conversión del corazón y el perdón de los pecados». «Arrancaré vuestro corazón de piedra, incapaz de amar, soberbio, orgulloso, inmisericorde, y os daré un corazón de carne como el mío».

 

Y «el efecto de la conversión del corazón es la paz, la paz en la familia, en nuestra tierra y en el mundo». La paz del mundo siempre es «inestable, basada muchas veces en argumentos de conveniencia», ha explicado. Pero la de Jesús es una paz «nueva, fruto del amor del Espíritu Santo». «Hoy pedimos la intercesión poderosa y materna de la Virgen María para lograr la conversión y la paz», para lograr su efusión plena en la Iglesia en el próximo Pentecostés, que celebrará este domingo. «Pedid el don del Espíritu Santo esta semana, con María aguardemos el don de lo alto», ha pedido.

 

El Rosario de la Aurora es uno de los actos de piedad que reúne a mayor número de personas en la ciudad. Organizado por la Milicia de Santa María de Burgos, este popular Rosario no es el único acto mariano que se desarrolla durante el mes de las flores. Las tardes de cada sábado de mayo congregan también a un buen número de burgaleses en torno a la estatua de santo Domingo de Guzmán, en el paseo Sierra de Atapuerca, para rezar el Rosario. Coincidiendo con el último sábado del mes, las parroquias del arciprestazgo de Gamonal también organizan un Rosario al clarear el día. En Aranda de Duero, esta misma tarde, tendrá lugar un Rosario de Antorchas que partirá de la parroquia de Santa Catalina.

Tres nuevos miembros agregados a la «gran familia de la Iglesia»

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Idriss, Nayara y Laura ya forman parte de la «gran familia de la Iglesia», tras recibir de manos del arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, el bautismo, la confirmación y la eucaristía, que constituyen los sacramentos de iniciación cristiana. Lo han hecho durante la misa que el prelado ha presidido en la tarde de este domingo, solemnidad de la Ascensión del Señor, en la capilla de Santa Tecla de la Catedral de Burgos.

 

En su homilía, Mons. Iceta ha explicado que ser cristianos «nos hace estar en el mundo de otra manera», y ha señalado seis elementos que cambian en la vida cuando uno abraza la fe católica. Uno comprende «cuál es el sentido de la vida, el sentido del amor, el del sufrimiento… porque el Señor da sentido a la vida». También entiende «hacia dónde caminamos: ‘¿hacia dónde camina mi vida?’, ‘¿hacia dónde dirijo mis fuerzas?’. No nos espera la nada, nos espera la plenitud que nuestro corazón ansía. Pero no la conseguimos nosotros, es el Señor el que la consigue para nosotros. Caminamos hacia el Cielo», ha apuntado.

 

El arzobispo también ha afirmado que «no solo caminamos hacia el Cielo, sino que en la tierra se nos enseña cómo caminar: ‘¿dónde puedo encontrar luz en cada día?’, ‘¿dónde puedo encontrar luz a las dificultades de la vida?’. La Palabra de Dios nos revela cómo vivir en este mundo», ha señalado. El cuarto elemento es que el Señor «no sólo nos revela hacia dónde vamos, sino que además nos da la fuerza para cumplirlo. Primero, por el don del Espíritu Santo, que es el amor de Dios. Y recibir cada domingo, y ojalá fuera cada día, la Eucaristía, el ‘Pan de Vida’».

 

Y un sexto elemento, la misión que el Señor nos da en nuestra vida. «La misión de hacer presente el Reino de Dios. Cuántas guerras, cuántas hambrunas, cuántos desamores y violencias… a veces, hasta en nuestra propia casa. Y el hombre piensa que, por nuestras solas fuerzas, puede resolver los problemas del mundo, cuando es el Señor el que ha dicho ‘Yo soy el que ha vencido al mundo. Es mi gracia, mi luz y mi amor el que transforma el mundo».

 

Mons. Iceta también ha recordado que, con el bautismo, estas tres personas han sido hechos «hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, templos del Espíritu Santo. Se les van a perdonar todos los pecados. Se les va a dar la vida eterna, que empieza el día del bautismo, no después de muerto. Y se les va a agregar a una gran familia, para que no caminen solos. Una familia que se llama Iglesia».

 

Tras la homilía, el arzobispo, los concelebrantes y los catecúmenos se han dirigido a la pila bautismal, donde han sido bautizados, derramando agua sobre sus cabezas. De vuelta en el presbiterio, el arzobispo les ha impuesto las manos y los ha signado con el Santo Crisma, recibiendo así la confirmación. Por último, han recibido por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Cristo y, de esta manera, han completado los sacramentos de iniciación cristiana.

 

Precisamente, tras la comunión, el arzobispo ha dirigido unas palabras a los tres catecúmenos, en la que les ha explicado que, tras recibir al Señor, siempre le vienen cuatro palabras a la cabeza: «’Gracias’, porque el Señor nos da tantos dones: la fe, la familia, los amigos, el trabajo… ‘Perdóname’, porque soy avaricioso, comodón, solo pienso en mí, no tengo misericordia… ‘Ayúdame’, con todo lo que me inquieta a mí y a los de mi alrededor: con la familia, con el amigo que no encuentra trabajo o no llega a fin de mes… Y, por último, ‘te amo’, una palabra que los apóstoles no le decían a Jesús, la más grande de todas», ha concluido.

 

Estas tres personas han sido preparadas para recibir estos sacramentos por parte del Secretariado para el Catecumenado, que se encarga de preparar a los adultos que no han recibido los sacramentos de iniciación cristiana.