Una imagen de Diego de Siloé protagoniza el cartel de la Semana Santa 2025

por redaccion,

Gil de Siloé Semana Santa Burgos

 

Una anatomía perfecta y minuciosa en la que destaca el torso, el pelo rizado y unas piernas robustas hicieron que el Cristo atado a la columna fuera una de las obras maestras de Diego de Siloé. En 1525, el afamado escultor concibió la imagen para ser procesionada y así lo hizo durante años. En 1992, el Círculo Católico decidió realizar una réplica de la escultura, mientras la original se custodia en el museo catedralicio, para permitir que la imagen siguiera desfilando por las calles de la ciudad.

 

Justo cuando se cumplen 500 años de su creación, la Junta de la Semana Santa de Burgos ha escogido esta imagen de Diego de Siloé para protagonizar el cartel de la próxima Semana de Pasión. «La imagen muestra el sufrimiento de Cristo con una luminosidad muy característica que enfatiza el tronco, captando la atención del espectador y transmitiendo su profundo significado espiritual», explica Agustín Burgos, abad de la Junta. De la obra, Burgos también ha destacado el minucioso trabajo del cabello y el movimiento que el artista dotó al Cristo, con unas piernas robustas que permitieran salir en procesión.

 

El cartel fue presentado oficialmente ayer y ya ha viajado a Fitur, en Madrid, para ser expuesto como reclamo turístico para la ciudad, que trabaja para que la Semana Santa burgalesa sea declarada fiesta de interés turístico internacional. Para ello, el Ayuntamiento de la capital ha incrementado en 30.000 euros el presupuesto destinado a publicidad, sumándose a los 50.000 euros del convenio actual con la Junta de Semana Santa. A pesar de que el cartel ya ha sido presentado, los detalles del programa de la Semana de pasión 2025 no se darán a conocer de forma definitiva hasta el 20 de marzo. El presidente de la Junta de Semana Santa, Luis Manuel Isasi, ha asegurado que se está trabajando para ofrecer una experiencia memorable, aunque ha evitado desvelar posibles novedades.

El credo de Nicea reúne a los cristianos en la semana de oración por la unidad

por redaccion,

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Aunque a lo largo de los años hayan surgido diferencias doctrinales y modos diversos de vivir y celebrar la fe, lo cierto es que católicos, ortodoxos y evangélicos comparten un mismo bautismo y una fe común, la que se promulgó en el concilio de Nicea hace ahora 1.700 años. Miembros de las tres confesiones cristianas mayoritarias de la ciudad volvieron a reunirse anoche en la parroquia del Hermano San Rafael para implorar de Dios la deseada unidad de todos los seguidores de Cristo.

 

Sacerdotes católicos, pastores evangélicos y el pope y un diácono ortodoxos presidieron la celebración, que de forma sencilla recorrió diferentes pasajes de la Escritura. Los líderes de las tres confesiones ofrecieron sus reflexiones, en las que hablaron de testimoniar la alegría de ser cristianos, robustecer la fe en la resurrección y vivir con coherencia la vocación cristiana. Además de compartir la luz de la fe que brota del bautismo, los presentes recitaron al unísono el credo redactado en el primero de los concilios ecuménicos y, de forma espontánea, terminaron la celebración agarrados de la mano. «Se trata de pequeños signos que nos hacen ver que el ecumenismo práctico es posible, que podemos compartir, conocernos, rezar juntos», explicó el sacerdote católico José Luis Cabria, delegado diocesano de Ecumenismo.

 

Además de la oración, la velada concluyó con un ágape, donde los miembros de las diferentes confesiones siguieron conociéndose y compartiendo vida.

 

Ha sido uno de los actos centrales de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que comenzó el pasado sábado con el rezo de vísperas de la comunidad ortodoxa y concluirá mañana sábado con una oración ecuménica en la iglesia Buenas Noticias de Aranda de Duero. Los actos organizados por la delegación diocesana de Ecumenismo culminarán el 3 de febrero con una charla de formación en torno al credo de Nicea (3 de febrero a las 19:30 horas en la parroquia de San Martín de Porres) y una jornada de formación sobre el concilio niceno el 17 de febrero en la Facultad de Teología.

El arzobispo mantiene un encuentro con los comunicadores de la provincia

por Natxo de Gamón,

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El arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha mantenido esta tarde un encuentro con los comunicadores de la provincia. Se trata de una cita que ya se ha convertido en una tradición en torno a la fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas y escritores, que la Iglesia celebra el 24 de enero.

 

A la cita han acudido cerca de una quincena de periodistas de la provincia, tanto del ámbito de los medios de comunicación como de la comunicación corporativa e institucional. Con todo ellos, el arzobispo ha dialogado en un clima de total confianza, abordando con profundidad asuntos en los que trabaja la archidiócesis. Algunos de los temas tratados han sido la actualización de la pastoral rural –con la puesta en práctica de las Orientaciones para la pastoral en el mundo rural que se aprobaron el pasado año–; la reorganización del clero en el territorio, para que su labor sea más fecunda y eficiente; el desarrollo del jubileo y las actividades que va a generar en la provincia; o la presencia de los laicos en la actividad pastoral de la archidiócesis.

 

Mons. Iceta también ha comentado algunas cuestiones de actualidad por las que le han preguntado los comunicadores, como la situación actual del cisma de Belorado o el devenir de las puertas de la Catedral que el Cabildo Metropolitano encargó a Antonio López con motivo del VIII Centenario del templo.

El director general de Turismo inaugura un nuevo curso del Aula de Patrimonio

por Natxo de Gamón,

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Un año más, el Aula de Patrimonio que organiza la Cátedra Francisco de Vitoria de la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos, comienza con energías renovadas el curso. En esta ocasión, la sesión inaugural de esta iniciativa –en la que también colabora la Delegación de Patrimonio de la archidiócesis– ha tenido como ponente a Ángel González Pieras, director general de Turismo de la Junta de Castilla y León. En su conferencia, ha abordado el papel que constituye el patrimonio como eje vertebrador del turismo en la región, junto a la gastronomía y la naturaleza.

 

Tras la presentación, a cargo de Juan Álvarez Quevedo, delegado de Patrimonio de la archidiócesis, el director general de Turismo ha comenzado recordando que «la singularidad» y «la experiencia» son las bases del turismo hoy en día. También ha señalado cómo una de las funciones del turismo es socializar el patrimonio y el conocimiento. «No solo nos vale el valor endógeno, si no también el exógeno».

 

Pero relacionar patrimonio con turismo también tiene sus complicaciones. Con respecto al patrimonio, González Pieras se ha preguntado si valoramos más el disfrute de hoy o el legado de mañana. Y es que, en ocasiones, «el pensar en el legado de mañana puede impedir el disfrute del patrimonio». En ese sentido, ha recordado que «no está mal cobrar para ver el patrimonio, porque lo que no tiene precio no se valora. Si la comunidad no percibe que el patrimonio tiene un valor, no sirve para nada».

 

Ahondando en ese concepto, ha señalado que «el turismo da riqueza y la comunidad tiene que percibirlo porque, si no, se produce turismofobia, como sucede en algunos lugares de nuestro país». Por ello, ha señalado que «el patrimonio tiene que ser percibido como un elemento generador de rentas». González Pieras también ha narrado el cambio de mentalidad sobre el disfrute del patrimonio por parte de las comunidades y su relación con la propiedad privada. Ha recordado cómo, a diferencia de otros países, en España se estuvo vendiendo patrimonio hasta mediados del siglo XX. El director general de Turismo también ha identificado algunas de las amenazas que ocasiona el turismo el patrimonio, y que son, fundamentalmente, la degradación y la gentrificación.

 

González Pieras ha concluido su exposición con dos reflexiones: que «no hay nada que valga la pena que no tenga un determinado precio», y que «en esa pugna entre legado y disfrute, siempre debe predominar el legado cuando el bien patrimonial pueda verse afectado». Algunos de los numerosos asistentes al acto han tenido ocasión de preguntar al director general cuestiones sobre promoción turística y cómo dar un valor añadido al patrimonio.

San Sebastián, modelo de vida «impresionante y original»

por Natxo de Gamón,

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Como cada 20 de enero, la Policía Local de Burgos ha honrado a su patrono, san Sebastián, mártir, con una serie de celebraciones. Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, ha presidido la misa en la parroquia de San Lesmes, abad, a la que han acudido multitud de autoridades civiles y militares, entre las que se encontraba la plana mayor de la Policía Local, encabezada por su intendente jefe, Félix Ángel García Llorente.

 

El arzobispo ha comenzado recordando la vida de San Sebastián, destacando su origen en una familia militar y su servicio como capitán de la Guardia Pretoriana en el Imperio Romano. Ha subrayado su valentía al proclamar su fe cristiana en un contexto hostil, donde se negó a rendir culto al emperador, afirmando ‘solo doy culto a Dios’. A pesar de ser condenado a morir asaeteado, el santo sobrevivió y continuó defendiendo la libertad religiosa hasta su martirio definitivo, siendo un testimonio de firmeza y amor a Cristo.

 

El prelado ha invitado a los fieles a visitar la tumba de San Sebastián en la Vía Apia de Roma, destacando cómo su vida inspira a «no dejarnos llevar por el qué dirán» y a vivir con originalidad y fidelidad. Citando al papa Francisco, Mons. Iceta ha afirmado: «Todos nacemos originales, pero lamentablemente muchos mueren fotocopias».

 

En relación con la lectura de la Carta a los Hebreos que se ha proclamado durante la celebración, el arzobispo ha reflexionado sobre el papel de Jesús como sumo sacerdote que comprende nuestras debilidades. Ha hecho un paralelismo con la labor de la Policía Local, reconociendo los sacrificios y riesgos que asumen en su trabajo diario, así como el impacto que esto tiene en sus familias. «Cristo padeció persecución, soledad y sufrimiento, por eso puede comprender vuestros momentos de incertidumbre y dificultad», ha señalado. Asimismo, ha agradecido profundamente la entrega y profesionalidad de los agentes, subrayando que su servicio «genera vida y esperanza en nuestra sociedad».

 

El Evangelio también ha servido de base para destacar dos enseñanzas fundamentales: la primacía del amor sobre la ley y la necesidad de una constante renovación interior. «Las leyes no son un fin en sí mismas, sino un medio para amar a Dios y a los demás», ha afirmado el arzobispo, exhortando a los presentes a vivir con integridad y autenticidad. Ha recordado que «el cristiano hace nuevas todas las cosas» y que la entrega generosa a los demás es fuente de verdadera plenitud.

 

La homilía ha concluido con un emotivo agradecimiento a los agentes de la Policía Local y a sus familias por su vocación de servicio al bien común. Mons. Iceta también ha pedido por el descanso eterno de los compañeros fallecidos en acto de servicio, confiándolos a la intercesión de San Sebastián. Además, el arzobispo ha animado a los presentes a seguir el ejemplo del santo patrono y a confiar siempre en la protección de María, madre de todos los creyentes.

 

Antes de concluir la misa, el arzobispo ha recordado que este 2025 estamos celebrando el año jubilar Peregrinos de Esperanza, y ha invitado a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como a los de las Fuerzas Armadas, a participar en el Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policía y Cuerpos de Seguridad que tendrá lugar en Roma los días 8 y 9 de febrero.

 

Tras la celebración eucarística, el acto civil ha tenido lugar en el Fórum Evolución. Previamente, el paseo de la Sierra de Atapuerca ha albergado el homenaje a la bandera y a los caídos. La alcaldesa, Cristina Ayala Santamaría, y el intendente jefe de la Policía Local han pasado revista a las unidades del Cuerpo. Seguidamente, se ha izado la enseña nacional mientras sonaban los acordes del Himno Nacional y, tras ello, dos agentes del Cuerpo, con su uniforme de gala, han depositado una corona de flores en homenaje a los agentes fallecidos, por los que el arzobispo ha rezado un responso.