Nacido en Viloria de Rioja (Burgos) en 1019. Fue uno de los mayores impulsores del Camino de Santiago. Es patrón de los ingenieros civiles. Murió el 12 de mayo de 1109 en Santo Domingo de la Calzada (Rioja).
San Pedro Regalado nació en Valladolid, el año 1390. A los 14 años, y bajo la dirección de su maestro el padre Pedro Villacreces, se retira a una ermita situada en el pueblo burgalés de La Aguilera, llegando a convertirse este lugar en la cuna de la reforma franciscana en Castilla. Destacó por su austeridad, por su caridad hacia los enfermos y por el ministerio de la palabra. Murió el año 1456. Sus restos se conservan en el convento franciscano de La Aguilera. Los pueblos de la Ribera burgalesa lo veneran como patrono.
San Fernando fue rey de Castilla y de León en la primera mitad del siglo XIII. Es el rey de la reconquista del sur de España. Nació en Valparaíso (provincia de Zamora) en diciembre de 1198 y murió en Sevilla el 30 de mayo de 1252. Era hijo de Alfonso IX de León y de Berenguela, futura reina de Castilla. En 1217 su madre, al ser reconocida reina, abdicó en su hijo la corona castellana y, al morir su padre, en 1220, accedió a la corona leonesa.
La primera piedra de la Catedral gótica de Burgos se colocó el 20 de julio de 1221 en presencia de los promotores del templo: el rey Fernando III de Castilla y el obispo Mauricio, prelado de la diócesis burgalesa desde 1213. En 1219 contrajo matrimonio con Beatriz de Suabia, ceremonia nupcial que se realizó precisamente en la vieja catedral románica. Fue un verdadero modelo de rey y de esposo.
San Iñigo fue abad del monasterio benedictino de Oña. Nació en Calatayud, a fines del siglo X. Durante 35 años, hasta su muerte acaecida el 1 de junio de 1068, rigió santamente el Monasterio de Oña y las muchas iglesias a él encomendadas. Tuvo gran fama como taumaturgo en los siglos de la Reconquista y del esplendor de España. Fue canonizado el año 1163 en el Sínodo de Tours, por una bula del Papa Alejandro III. Sus reliquias se conservan en el templo parroquial de Oña.
San Juan de Ortega, cuya memoria celebra hoy nuestra iglesia diocesana, fue un sacerdote nacido en Quintanaortuño, el año 1080, y que murió el 2 de junio de 1163. Destacó por su ayuda y asilo a los peregrinos que, camino de Santiago, cruzaban los montes de Oca y encontraban, a su paso, ladrones y salteadores. Varios pueblos, instituciones y personas recurren a su Santuario en demanda de auxilio y bendiciones celestiales.
Con el lema “La alegría de evangelizar”, la delegación diocesana de misiones organiza un año más el día del misionero burgalés. Este año, la localidad escogida para celebrarlo ha sido Trespaderne.
Entre los actos del día, figuran una acogida y bienvenida por parte de las autoridades del pueblo (11:30), la celebración de una eucaristía presidida por el arzobispo de Burgos (12:30), una comida de hermandad y una oración misionera.
Desconocemos la fecha del nacimiento y de la muerte de los Santos mártires Quirico y Julita. La devoción popular de la Edad Media a estos Mártires se debe a posibles reliquias de los mismos, traídas a nuestra Diócesis.
Con el lema “Saliendo a las periferias desde la Evangelii Gaudium” la semana de misionología recoge la propuesta del Papa Francisco de atender las periferias y se marca como objetivo ofrecer un ámbito de reflexión sobre las nuevas interpelaciones que la exhortación apostólica Evangelii Gaudium plantea a la actividad misionera de la Iglesia, así como valorar el servicio que hacen a la humanidad los misioneros y misioneras que entregan su vida a los pueblos más necesitados.
Durante la semana tendrán lugar conferencias, mesas redondas y ponencias que tendrán como eje central la labor misionera y la evangelización como un servicio orientado al bien común que se ocupa de los excluidos y los pobres (ver programa). En palabras del papa Francisco, “fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie”.
El beato Manuel Ruiz López nació en San Martín de las Ollas (pequeña localidad al norte de la provincia de Burgos) el 5 de mayo de 1804, y murió mártir, decapitado en el altar, en Damasco (Siria) el 10 de julio de 1860. Fue párroco de Para (pueblo burgalés) y profesor de lenguas semíticas en el Seminario de Burgos. El Papa Pío XI lo beatificó el 10 de octubre de 1926, junto con otros siete compañeros.
Como cada año, Cristianos sin fronteras ha organizado un encuentro misionero en Silos. Este año, lleva como lema “Un verano para un año”, y pretende reflexionar sobre la misión del cristiano a través de la carta del papa Juan Pablo II, “Quédate con nosotros, Señor”.