La virgen Santa Casilda nació en Toledo, en la primera mitad del siglo XI. Es recordada como la joven toledana, hija de un rey moro, gran favorecedora de los cristianos cautivos en la corte de su padre. Por sugerencia de uno de ellos y con cartas de su padre para el rey Fernando I, vino a Castilla, en busca de salud corporal y espiritual. Se consagró a la oración y a la penitencia, junto al santuario de San Vicente, cerca de Briviesca. Murió el año 1075, siendo hoy muy venerada por los fieles que recurren a su Santuario solicitando auxilio y protección.
Nacido en Viloria de Rioja (Burgos) en 1019. Fue uno de los mayores impulsores del Camino de Santiago. Es patrón de los ingenieros civiles. Murió el 12 de mayo de 1109 en Santo Domingo de la Calzada (Rioja).
San Pedro Regalado nació en Valladolid, el año 1390. A los 14 años, y bajo la dirección de su maestro el padre Pedro Villacreces, se retira a una ermita situada en el pueblo burgalés de La Aguilera, llegando a convertirse este lugar en la cuna de la reforma franciscana en Castilla. Destacó por su austeridad, por su caridad hacia los enfermos y por el ministerio de la palabra. Murió el año 1456. Sus restos se conservan en el convento franciscano de La Aguilera. Los pueblos de la Ribera burgalesa lo veneran como patrono.
San Fernando fue rey de Castilla y de León en la primera mitad del siglo XIII. Es el rey de la reconquista del sur de España. Nació en Valparaíso (provincia de Zamora) en diciembre de 1198 y murió en Sevilla el 30 de mayo de 1252. Era hijo de Alfonso IX de León y de Berenguela, futura reina de Castilla. En 1217 su madre, al ser reconocida reina, abdicó en su hijo la corona castellana y, al morir su padre, en 1220, accedió a la corona leonesa.
La primera piedra de la Catedral gótica de Burgos se colocó el 20 de julio de 1221 en presencia de los promotores del templo: el rey Fernando III de Castilla y el obispo Mauricio, prelado de la diócesis burgalesa desde 1213. En 1219 contrajo matrimonio con Beatriz de Suabia, ceremonia nupcial que se realizó precisamente en la vieja catedral románica. Fue un verdadero modelo de rey y de esposo.
San Iñigo fue abad del monasterio benedictino de Oña. Nació en Calatayud, a fines del siglo X. Durante 35 años, hasta su muerte acaecida el 1 de junio de 1068, rigió santamente el Monasterio de Oña y las muchas iglesias a él encomendadas. Tuvo gran fama como taumaturgo en los siglos de la Reconquista y del esplendor de España. Fue canonizado el año 1163 en el Sínodo de Tours, por una bula del Papa Alejandro III. Sus reliquias se conservan en el templo parroquial de Oña.
San Juan de Ortega, cuya memoria celebra hoy nuestra iglesia diocesana, fue un sacerdote nacido en Quintanaortuño, el año 1080, y que murió el 2 de junio de 1163. Destacó por su ayuda y asilo a los peregrinos que, camino de Santiago, cruzaban los montes de Oca y encontraban, a su paso, ladrones y salteadores. Varios pueblos, instituciones y personas recurren a su Santuario en demanda de auxilio y bendiciones celestiales.
Desconocemos la fecha del nacimiento y de la muerte de los Santos mártires Quirico y Julita. La devoción popular de la Edad Media a estos Mártires se debe a posibles reliquias de los mismos, traídas a nuestra Diócesis.
El beato Manuel Ruiz López nació en San Martín de las Ollas (pequeña localidad al norte de la provincia de Burgos) el 5 de mayo de 1804, y murió mártir, decapitado en el altar, en Damasco (Siria) el 10 de julio de 1860. Fue párroco de Para (pueblo burgalés) y profesor de lenguas semíticas en el Seminario de Burgos. El Papa Pío XI lo beatificó el 10 de octubre de 1926, junto con otros siete compañeros.
Nacido en San Martín de Ubierna (Burgos) el 31 de octubre de 1908; profesó como coadjutor salesiano en 1926, y estando destinado en Madrid fue reconocido como religioso y conducido al martirio el 23 de julio de 1936, siendo la primera víctima salesiana de esta persecución religiosa. Fue beatificado el 28 de octubre de 2007.
El beato Felipe del Corazón de María nació en San Martín de Rubiales, el 26 de mayo de 1874, profesa en la Congregación de la Pasión en 1890 y es ordenado sacerdote en 1897. Tras varios años de ejercicio del ministerio, pasó a Méjico, donde permaneció entre 1903 y 1910, en que pasó a Cuba donde estaría varias veces hasta que en 1935 se le encomienda en Daimiel (Ciudad Real) la dirección de los estudiantes. Tuvo que abandonar la casa religiosa siendo fusilado, junto con 25 compañeros más, en Carabanchel Bajo el 23 de julio de 1936. Beatificado el 1 de octubre de 1989.