Parroquias

Parroquia San Andrés Apóstol – Eras, Las

Está situada esta pequeña localidad del Valle de Losa en el extremo suroeste de los montes de La Peña, muy cerca de Castrobarto. Se accede hasta allí por la carretera N-629 hasta El Ribero, tomando aquí una carretera secundaria en dirección a Colina de Losa, y tras rebasar este pueblo otro desvío a la izquierda que conduce directamente hasta esta población de la Junta de Traslaloma.

Las noticias conservadas sobre su pasado medieval son más bien escasas y no siempre estamos seguros de que se refieran a este pueblo pues parece que eran varios los lugares que se llamaban así. La cita más antigua es de 1161 y se refiere a la donación de la villa de Cubo, sita en el barrio de Las Eras, que hizo María Fernández a San Salvador de Oña. Posteriormente, en 1211, hubo un trueque de heredades entre el monasterio oniense y Pedro Pérez, recibiendo éste illam terram que est in la serna de las Eras. Menos dudas de identificación merece la referencia de otro documento fechado en 1265 por el que Elvira Carda vendió a la citada abadía varias heredades en este lugar y otros de la zona.

A mediados del siglo XIV el Libra Becerro de las Behetrías recoge que este solar era de la Orden de San Juan y de la casa de Sant Lazaro de Robiella.

LA IGLESIA DE SAN ANDRÉS es una construcción románica levantada en aparejo de mampostería, salvo los
esquinales y los contrafuertes. Presenta planta de una sola nave, un ábside semicircular precedido de tramo recto, un pórtico moderno que cobija una portada gótica, una sacristía moderna en el muro sur y una espadaña de dos troneras colocada perpendicularmente al muro sur de la cabecera.
La parte más interesante de la antigua fábrica románica es el ábside, el cual se articulaba originalmente en tres paños separados por dos contrafuertes, añadiéndose después otros dos. En el paño central se abre una ventana -actualmente cegada- formada por una aspillera cobijada por un arco de medio punto con chambrana, labrado todo él en un solo bloque de arenisca. Este arco apoya sobre dos toscas columnas con capiteles muy rudimentarios decora- dos únicamente con una bola en la esquina. La decoración se completa con una imposta lisa que recorre todo su perímetro y con la cornisa sostenida por diez canecillos de proa de barco.

En el interior el hemiciclo absidal se cubre con bóveda de horno y el presbiterio con bóveda de cañón.
Ambos espacios están recorridos por dos líneas de imposta lisa: una a media altura del muro y la otra marcando el arranque de la bóveda. El codillo que marca la separación entre el presbiterio y el ábside ofrece una solución un tanto singular que no hemos visto en otras iglesias burgalesas. Se trata de la colocación de dos columnillas de canon muy corto que sólo llegan hasta la altura de la primera imposta. Ambas presentan una basa muy desgastada y unos capiteles de forma cúbica decorados con una especie de toscos mascarones originados a partir de esquemáticos elementos vegetales. El paralelismo más cercano, tanto en tipología como en estilo, lo encontramos en la ventana absidal de Lastras de las Eras, lo que indica a nuestro entender la participación de un mismo taller.

En el muro sur del presbiterio quedan restos de una ventana que fue cegada en el momento en que se construyó la sacristía y de la que aún se aprecian la chambrana, el arco y un cimacio.
El arco triunfal, doblado y apuntado, descarga sobre columnas entrega con basas de grueso toro y bolas en las esquinas. Los capiteles son muy sencillos, decorándose uno de ellos con hojas muy planas que se vuelven en el tercio superior acogiendo bolas.

A tenor de lo visto parece evidente que nos hallamos ante un taller popular que desarrolla su trabajo en la zona, en un momento que puede rondar ya los primeros años del siglo XIII.