La delegada diocesana de Pastoral de Migraciones, Hilda Vizarro Taipe, ha presentado esta mañana la 107 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que se celebrará el próximo 26 de septiembre con el lema «Hacia un nosotros cada vez más grande». En la rueda de prensa ha estado acompañada por dos migrantes que han aportado su testimonio, Bonifacio Nguema Owono, natural de Guinea Ecuatorial y residente en España desde hace 29 años, y Belkys María Gradaille, burgalesa natural de Cuba, que lleva viviendo en nuestro país diez meses.
Según Vizarro, quien ha apuntado que «la sociedad tenemos tendencia a blindarnos», con la pandemia hemos aprendido que «todos dependemos de todos». Aludiendo a la encíclica del Papa Fratelli Tutti, ha invitado a mirar a las migraciones como una oportunidad. La delegada ha advertido que en ocasiones «la sociedad levantamos muros y levantamos bulos contra la inmigración», pese a lo cual en los últimos años ha vuelto la empatía hacia la persona migrante, y ha recordado que con la pandemia «hemos aprendido que todos dependemos de todos».
Un colchón para los que llegan
Bonifacio Nguema, que ha vivido más años viviendo en Burgos que en su tierra (también pasó por Madrid y Valencia) ha manifestado que «se pasa mal al principio, en ocasiones no lo ponen fácil», más si cabe cuando se encuentran dos culturas diferentes. A pesar de ello, «con el día a día la integración suele ser muy rápida, ha asegurado. «Gran parte de los que llegamos no venimos a delinquir, sino buscando una oportunidad para nuestras familias» (él concretamente vino con una beca, pero la perdió y se quedó en situación ilegal ocho años). Bonifacio se ha sentido acogido gracias a la parroquia de El Salvador, Cáritas y Cruz Roja y reconoce que teniendo los papeles en regla se tiene prácticamente acceso a todo: «ahora somos una especie de colchón para los que llegan». Él ha aportado su forma de vida, igual que ha tenido que adaptarse a la sociedad en la que vive, y pide que no le vean «como un invasor, sino una persona con una cultura diferente; tenemos que mirar lo que nos une y no lo que nos separa», ha concluido.
Por su parte, Belkys María ha hablado de sus sentimientos al llegar a nuestro país: «reencuentro y libertad», ya que aquí pudo reunirse con su esposo después de tres años de separación y huir de «una dictadura abusadora». «Hoy comprendo que la libertad es el sentimiento más puro», ha confesado. Aquí, a pesar del frío, ha encontrado «personas cálidas, amables conmigo, es una ciudad acogedora» y le ha impactado «encontrar personas muy cultas».
En la provincia de Burgos, según los datos que ha aportado Vizarro, viven 28.500 personas extranjeras, lo que supone un 8% de la población. A ellos habría que añadir 10.000 que poseen doble nacionalidad o que han nacido aquí.
Actos para celebrar la Jornada de Migraciones
La delegación ha organizado diversas actividades para celebrar la Jornada, tanto en Burgos capital como en diversos puntos de la provincia. El acto principal será la misa jubilar en la Catedral, presidida por el obispo, que se celebrará el día 26, a las 19:00 h., tras el Encuentro de Naciones en la plaza del Rey San Fernando (a las 17:00 h.). El programa se completa con un cinefórum con una charla sobre Fratelli Tutti a cargo de José Ramón Peláez (24 de septiembre, a las 19:00 h. en el Colegio Blanca de Castilla), un cinefórum en la parroquia de Santa Catalina de Aranda (el mismo día, a las 18:00 h.) y un Círculo de Silencio en en el parque Antonio Machado de Miranda (3 de octubre a las 14:00 h.).