El Centro de Ayuda al Drogodependiente de Cáritas en Aranda atendió a 172 familias en 2013

El centro específico de Cáritas de Ayuda al Drogodependiente en Aranda de Duero se une a los actos con motivo del día de la lucha contra la droga. Durante todo 2013, acompañaron a 172 familias en la capital de la Ribera.
El Centro de Ayuda al Drogodependiente de Cáritas en Aranda atendió a 172 familias.

El Centro de Ayuda al Drogodependiente de Cáritas en Aranda atendió a 172 familias.

El centro específico de Cáritas de Ayuda al Drogodependiente en Aranda de Duero lleva más de 20 años trabajando con personas con algún tipo de adicción a las drogas ilegales y al alcohol. Por ello, en la jornada de hoy se une a la campaña del día de la lucha contra la droga “Un mensaje de esperanza: los trastornos por uso de drogas son prevenibles y tratables”, donde el principal objetivo de esta conmemoración es concienciar a la población acerca del poder destructivo de las drogas, así como la responsabilidad que esta tiene para propiciar el bienestar de los niños y jóvenes,  recordando la gravedad de este problema, agravado por la crisis.

 

Un total de 172 familias han sido atendidas por este centro el año pasado, al que acuden con un perfil cada vez más joven. Y es que desde los 13 años, los chavales ya manifiestan algún problema asociado al consumo de sustancias. Las drogas que mayores problemas están causando son la heroína, la cocaína, el cannabis y el alcohol, teniendo en cuenta que lo más frecuente es el policonsumo (consumo de diversas sustancias a la vez).

 

Desde este recurso se atiende y se ofrece información sobre el tratamiento más adecuado a cada situación. “Asistimos con tratamiento ambulatorio, ayudamos a resolver problemas asociados (judicial, económico, sanitario,…), orientamos y damos apoyo psicológico a familiares, realizamos analíticas de detección de drogas en orina y seguimiento con personas voluntarias”, pone de manifiesto la responsable del centro, quien reconoce que “la crisis está agudizando las dificultades de muchas personas para encontrar oportunidades de integración, lo que agrava el riesgo de caer en consumos que generan deterioros irreversibles en el desarrollo personal y social”.

 

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