Cada vez más cerca del sacerdocio
La capilla del Seminario diocesano de San José acogió, el pasado sábado 17 de mayo, la ceremonia litúrgica en la que seis jóvenes recibieron los ministerios laicales de lector y acólito.
El arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, presidió una celebración en la que recibió el ministerio de lector Pablo Andrés Rodríguez, seminarista del Redemptoris Mater de Burgos. Junto a él fueron instituidos acólitos Luis Renedo y Eduardo María Pérez –ambos seminaristas diocesanos- y Enrique Díez y David Jiménez, estos últimos candidatos a recibir el diaconado permanente.
En su homilía, Gil Hellín les animó a ser testigos valientes del evangelio y a prepararse, a través de estos ministerios, a las órdenes sagradas que un día recibirán. Así lo asume Eduardo María, para quien el acolitado supone un paso más en su camino hacia el sacerdocio: “La mayor riqueza del sacerdote es la eucaristía; y ser acólito significa estar más cerca del Señor, sirviéndolo en el altar; será sin duda una óptima preparación en mi camino hacia el sacerdocio”, declara sonriente.
El lector es quien lee la palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas y se compromete a vivirla. El acólito es instituido para el servicio al altar y para ayudar al sacerdote y al diácono. Con la recepción de estos ministerios, estos jóvenes están más cerca de recibir el sacramento del orden.