La diócesis de Burgos se suma a las celebraciones con motivo del día mundial de las migraciones
En el año 1914, durante el pontificado de Benedicto XV, se celebraba la primera Jornada Mundial de Migraciones. Un siglo y un año después, el papa Francisco lanza un mensaje de aliento y de esperanza ante esta jornada que se celebra el 18 de enero, titulado: «Iglesia sin fronteras, Madre de todos». Dicho lema nace de la constatación de que toda persona pertenece a la humanidad y comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor.
El creciente fenómeno de la movilidad humana emerge como un «signo de los tiempos»; tal y como lo definió en la Jornada de 2006 el papa Benedicto XVI. Si, por un lado, las migraciones ponen de manifiesto frecuentemente las carencias y lagunas de los estados y de la comunidad internacional, por otro, revelan también las aspiraciones de la humanidad de vivir la unidad en el respeto de las diferencias, la acogida y la hospitalidad que hacen posible la equitativa distribución de los bienes de la tierra, la tutela y la promoción de la dignidad y la centralidad de todo ser humano.
Y es que en lo que concierne a las migraciones y a las personas afectadas por este fenómeno, el papa Francisco va por delante en cuanto a una actitud activa, tanto con palabras como con hechos: no hay más que recordar que una de sus primeras salidas del Vaticano fue para visitar la isla de Lampedusa, ese lugar que es el icono más expresivo de la reiterada tragedia de tantos emigrantes que dejan su vida en el mar o en los caminos. Tragedia que recordó también en el Parlamento Europeo cuando en su intervención denunció que Europa no puede permitir que «el Mediterráneo se convierta en un cementerio». Pero no hace falta irnos a Lampedusa, ya que las aguas españolas también se cobran dramáticamente las vidas de numerosos inmigrantes que tratan de alcanzar las costas para buscarse la vida en Europa.
Son personas, no peones
El papa recordó el año pasado que emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad. Se trata de niños, mujeres y hombres que abandonan o son obligados a abandonar sus casas por muchas razones, que comparten el mismo deseo legítimo de conocer, de tener, pero sobre todo de ser «algo más». Es impresionante el número de personas que emigran de un continente a otro, así como de aquellos que se desplazan dentro de sus propios países y de las propias zonas geográficas. Los flujos migratorios contemporáneos constituyen el más vasto movimiento de personas, incluso de pueblos, de todos los tiempos.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Española recuerda que la transformación de nuestra tierra en la «aldea global» tendría que ser la manifestación más elocuente del avance de los pueblos en camino para constituir, más allá de sus múltiples identidades y riquezas culturales, «la gran familia de los hijos de Dios». Pero para ello nuestro mundo tendría que estructurarse en claves de solidaridad y de bien común. «La lógica egoísta del interés tendría que ir dejando paso a la lógica de la comunión y del don». Sin embargo, las cosas no discurren así: «A los inmigrantes les abrimos las puertas cuando los necesitamos y se las cerramos cuando su presencia choca con nuestros intereses».
Iniciativas en Burgos
En este mundo de la globalización, ¿caeremos en «la globalización de la indiferencia», como dijo el papa en Lampedusa? Tratando de que esta reflexión no se haga realidad, todas las diócesis de España realizarán este 18 de enero numerosas actividades que recuerden la situación de los migrantes y sirvan de concienciación para acogerlos, comprenderlos y ayudarlos.
La diócesis de Burgos tiene programadas una serie de actividades para celebrar esta joranada, que comprende de las siguientes iniciativas que lleva a cabo la mesa de pastoral con inmigrantes:
En la ciudad de Burgos: El Paseo Sierra de Atapuerca será el escenario de un círculo de silencio el lunes 12 a las 19:30 horas. El miércoles 14 tendrá lugar una vigilia de oración a las 19:30 horas en la iglesia del Carmen y con el lema «con Teresa de Jesús».
El sábado 17, a las 18:00 horas, se realizará un cineforum sobre inmigración y trabajo en el Centro Cívico San Agustín. La película se titula «La jaula de oro» y el acto está organizado conjuntamente con Promoción Solidaria. Posteriormente a la jornada que se celebrará en todas las diócesis el el domingo 18. El martes 20, a las 18:00 horas, será el X Encuentro diocesano de pastoral con inmigrantes en la sede de Atalaya Intercultural – Jesuitas (c/ Molinillo 3).
Aranda de Duero ofrecerá el jueves 15, a las 19:00 en la Casa de Cultura, la mesa redonda «¿Jóvenes sin fronteras?»; y el sábado 17 el polideportivo del colegio Claret acogerá, a las 17:30 horas, la VIII Convivencia de naciones.
Por su parte Miranda de Ebro será la localidad elegida para un círculo de silencio el domingo 18 a las 14:00 horas, en el parque Antonio Machado, con la participación de todas las parroquias. Previamente, el jueves 15, a las 20:00h , la cripta de San Nicolás ofrecerá un videoforum a partir del documental «Manzanas, pollos y quimeras» (2013), sobre la realidad de las mujeres africanas en España.