Un «sí público» a la vocación sacerdotal
Se llaman Diego Luis, Isaac Hernando, Eugenio Ángel Castejón, Gonzalo Cuevas y Henry Osvaldo Gómez y, esta misma mañana han dado paso más en su camino vocacional al comprometerse, delante del arzobispo, a completar su formación para ser en un futuro relativamente cercano sacerdotes. «Es como la puerta que nos abre el camino hacia la meta final del sacerdocio -comenta Isaac-; es un paso lleno de ilusión porque la Iglesia te reconoce como un candidato idóneo para ser sacerdote y nosotros nos comprometemos de aquí en adelante para formarnos exclusivamente para ello».
Este «sí público a la vocación» -como denomina Diego Luis el «rito de admisión»- ha tenido lugar esta misma mañana en la capilla del Seminario de San José como uno de los últimos coletazos de la campaña del día del Seminario. La ceremonia ha supuesto para él «una ratificación del empujón que un día le dio el Señor» a ser sacerdote, empujó que sintió de forma definitiva en la JMJ de Madrid escuchando las palabras del papa Benedicto. Con este sí se compromete a partir de ahora a formarse, como sus otros compañeros, a ser un idóneo ministro del altar.
Un futuro «apasionante»
Pero el rito de admisión tiene una doble dirección. Porque no son solo estos jóvenes quienes dicen «sí» a su vocación, sino que la diócesis burgalesa se compromete también a ofrecerles los recursos necesarios en su formación sacerdotal. Y es que, «cuando se llega a la certeza moral de que uno quiere enrolarse en el equipo de Jesucristo, entonces se hace la solicitud formal de entrar en el equipo y se recibe la respuesta del que está legitimado para darla, es decir, del obispo de la diócesis a la que uno se quiere incorporar», ha dicho el arzobispo en su homilía. Ahora, estos jóvenes, cuentan con un comprometido respaldo por parte del Seminario, la Facultad de Teología, las parroquias donde trabajen en los próximos años y las oraciones de los fieles de la diócesis.
Y es que, ser sacerdote no es cosa fácil; aunque a Diego e Isaac les apasiona la idea. A Isaac, lo que le gusta de los sacerdotes es «su espíritu de entrega, el cómo están siempre disponibles a los demás», mientras que a Diego, lo que le atrae del sacerdocio es «dar la vida por los demás sea donde sea y con quien sea».
De los cinco jóvenes que han recibido el rito de admisión, dos de ellos -Diego e Isaac- son seminaristas diocesanos, mientras que los otros tres -Eugenio Ángel, Gonzalo y Henry Osvaldo- pertenecen al seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal.