Los gitanos, en el corazón de la Iglesia

Con motivo del Día de Pueblo Gitano que se celebró el 8 de abril, el secretariado de Pastoral Gitana organiza a las 19.30 horas de hoy en el Aula Magna de la Facultad de Teología la mesa redonda “Gitanos y cristianos”. Dicha mesa contará con la participación de representantes de este colectivo tanto católicos como protestantes. Rosalina Vicente, directora del secretariado de Pastoral Gitana de la diócesis, explica las líneas de trabajo.

 

Rosalina Vicente Giménez, a quien sus amigos y compañeros conocen como Rosi, es una joven laica y madre de familia, gitana y militante de Acción Católica. Desde 2013, la diócesis le ha confiado la dirección del recuperado secretaría de Pastoral Gitana, perteneciente a la vicaría de pastoral socio-caritativa. Una labor que busca dar a conocer la verdadera dimensión del colectivo gitano en Burgos, una tarea que no sería posible sin el equipo y colaboradores con los que cuenta en sus diferentes campos de actuación.

 

La tarea que aborda la pastoral gitana tiene varias vertientes. Una de ellas es animar y coordinar las actividades pastorales con el colectivo gitano que participa en la fe católica. “Queremos así dejar patente la idea de que todos los cristianos somos hermanos y evitar las barreras entre los diferentes colectivos. Para ello intentaremos fomentar el respeto y tolerancia entre las creencias y formas de vivir la fe de cada uno”, explica Rosalina. La pastoral también colabora con las entidades en las que participa el colectivo gitano.  «Otra de las tareas que nos hemos propuesto es conocer la verdadera dimensión del colectivo gitano en Burgos, tanto la capital como la provincia, para poder diferenciar lo que son necesidades materiales y asistenciales y poder canalizar mejor la pastoral», cuenta. Y es que se hace necesario distinguir claramente la relación asistencial de la evangelizadora, tanto en las familias gitanas como en los sacerdotes que colaboran con el departamento.

Gitanos en Burgos

En Burgos viven más de 3.000 gitanos, la mayoría de los cuales fueron bautizados por tradición. «Sólo hace unos cuarenta y pico años atrás surgieron en Burgos los grupos de cristianos de la Iglesia Evangélica de Filadelfia», comenta Rosalina. «En estas iglesias participan muchos de esos bautizados; y hay otra buena parte, como en la sociedad mayoritaria, que no participan en cultos de ninguna Iglesia, lo cuál no significa que hayan perdido la fe o no sean creyentes».

 

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El alcalde recibió a los representantes del colectivo gitanos de Burgos el pasado 8 de abril.

 

La relación con los gitanos protestantes es muy buena. «Participamos con ellos en diversas ocasiones, les acompañamos en el culto. Les hemos invitado a asistir a la mesa redonda de hoy y nos acompañarán para abordar el tema de esa doble realidad de gitanos cristianos católicos y cristianos protestantes». Cuando desde la pastoral gitana se trabaja con ellos, «respetamos que de momento no se plantean ninguna acción ecuménica, la tarea va encaminada a conocerles, a hacernos presentes y destacar lo que nos une y no lo que nos diferencia».

Mujeres y estudiantes

Las mujeres tienen un importante papel que desempeñar dentro de la pastoral gitana, y es que la mujer gitana siempre ha sido la encargada de transmitir los valores, la educación y la organización familiar. Cuenta Rosalina que «en la fe casi siempre hemos seguido las pautas marcadas por los hombres. Sin embargo, son las mujeres las que se acercan a la Iglesia a pedir el bautismo y los diferentes sacramentos. Por otra parte, en su culto siguen manteniendo la jerarquía de los hombres».

 

La formación y los estudios de los jóvenes también están en primera línea de acción: «Los niños, niñas y jóvenes gitanos y gitanas son el futuro de nuestro pueblo y por eso se están preparando a conciencia. Ellos tienen unas perspectivas de futuro más abiertas y se pueden enfrentar mejor a las dificultades». Con esa formación son más libres y pueden decidir mejor. «Por eso fomentamos desde la Pastoral Gitana la preparación dentro de nuestro colectivo y apoyamos la labor de las entidades, voluntarios y colegios que se ocupan de ello. De hecho yo soy educadora social y mediamos en algunos casos». Según Rosalina, en este campo hay mucho que pelear y lograr una completa integración en el sistema educativo.

 

No son estos los únicos retos que se han de abordar desde la Pastoral Gitana.  Otras cuestiones a trabajar es el situarles en el centro del corazón de la Iglesia, conseguir una inmersión cultural en su justa medida y entorno y momento adecuado, además de lograr «sentirnos protagonistas de nuestro propio bienestar y lugar en la sociedad y conseguir buen equipo evangelizador a partir de pequeños grupos de catequesis y anuncio». Estos y otros temas serán tratados esta tarde en la Facultad de Teología en la Mesa Redonda en la que participará Rosalina junto con otros representantes del colectivo de gitanos cristianos y a la que está invitado todo aquel que quiera asistir.

 

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