Catequistas con corazón comunitario
El delegado de catequesis de la diócesis de Osma Soria, Mario Muñoz Barranco, ha sido el encargado de impartir esta mañana la ponencia marco del encuentro anual que los catequistas de la diócesis han mantenido en el Seminario de San José. Bajo el lema «Catequistas con corazón comunitario», Muñoz ha hecho referencia a la comunidad parroquial, al grupo de catequistas y al grupo de catequizandos, subrayando que «es fundamental que se les transmita y sientan su propia pertenencia a la Iglesia». Una pertenencia a la comunidad eclesial que tiene que llevar a cada uno de los integrantes de estos grupos a ser «discípulos misioneros» como una «consecuencia lógica de haberse encontrado con Cristo».
Para el ponente, el interés que el catequista tiene que poner en su grupo es doble: «Por una parte, transmitir que cada uno de sus chicos forma parte de la Iglesia y, por otra, llevar un acompañamiento personal para ayudarles en el crecimiento personal en la fe». En este sentido, el respaldo de la comunidad cristiana es fundamental, y la misma Iglesia debería mostrar que los propios catequistas forman parte fundamental de la misma: «La comunidad cristiana nos ayuda a sentir la Iglesia universal pero, a su vez, el catequista es fundamental para que esa comunidad concreta sea realmente comunidad cristiana».
De cara a su misión en la Iglesia, Muñoz anima a los catequistas de la diócesis a no perder la ilusión en su tarea: «Cristo está con nosotros y no tenemos nada que temer; aunque la tarea del catequista tiene sus dificultades es una oportunidad que tenemos como cristianos de transmitir lo más grande que tenemos, el tesoro de la fe».
Catequistas burgaleses
La ponencia del sacerdote soriano formaba parte de un programa más amplio de actividades que ha organizado la delegación diocesana de catequesis y al que han asistido algo más de un centenar de catequistas. Los actos han comenzado con una oración y un saludo de bienvenida por parte del administrador apostólico de la diócesis, Francisco Gil Hellín. Tras la ponencia, los catequistas han reflexionado en pequeños grupos sobre el tema abordado para dar paso así a la celebración de la eucaristía presidida por el vicario de pastoral, Máximo Barbero. Tras la comida habrá tiempo para participar en una pequeña velada, la puesta en común del trabajo de los grupos y el compartir varias experiencias pastorales en el ámbito catequético.