Archiburgos.es se consolida como una de las web diocesanas más visitadas de España

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archiburgos alexa

La web de Alexa sitúa a archiburgos.es entre las 44.000 páginas web más visitadas de España.

 

La web de Amazon alexa.com provee información acerca de la cantidad de visitas que recibe un sitio web y los clasifica en un ranking mundial. Hoy, esta plataforma fundada en 1996 sitúa a la página web del arzobispado de Burgos archiburgos.es entre las dos millones y medio de páginas más visitadas de todo el mundo y entre las 44 mil más vistas de España.

 

Desde que fuera abierta en abril de 2014, la web que gestiona la delegación de medios de comunicación ha ido encontrando su hueco en el continente digital. En marzo del año pasado ocupaba el puesto 11.269.846, escalado posiciones hasta lograr hoy el puesto 2.437.573 del ranking mundial. Además, en el ámbito nacional, archiburgos.es se sitúa en el puesto 44.300 de los sitios web españoles, por encima de otras diócesis como Valladolid (3.178.416), Zaragoza (4.843.946) o Toledo (2.610.769).

Variedad de usuarios

Desde que la diócesis pusiera su nueva página web, más de 79.000 personas han navegado por sus diferentes secciones para informarse de las principales noticias de la Iglesia burgalesa, superando en total las 134 mil visitas. Los usuarios han podido tener acceso a las más de 1.300 entradas y 750 eventos publicados, así como accedido a documentos y otro tipo de archivos digitales.

 

Archiburgos.es recibe visitas de todos los rincones del planeta. Aunque la mayoría de los visitantes son españoles (el 90,10% del total), también visitan la página desde países como Estados Unidos (1,82%), México (0,70%), Italia (0,52%), o incluso la República Democrática del Congo (0,09%). El usuario medio de la página tiene una edad de entre 25 y 34 años (el 22,50% del total) y entre sus intereses más comunes destacan el deporte y la electrónica. El 54,15% de los usuarios son hombres y el 45,85% mujeres.

 

La nueva web ha posibilitado también el acceso a su contenido a través de diversos dispositivos móviles. De hecho, un 43,23% de las visitas se realizan a través del teléfono móvil, mientras que un 8,91% lo hace a través de sus tabletas. Aunque la mayoría accede a la página a través de su ordenador personal de mesa, el 47,86%, es evidente que los dispositivos móviles están ganando espacio al tradicional pc.

Encuentro entre los pastores de las principales comunidades cristianas de Burgos

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El arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas, ha recibido en la tarde de hoy a los responsables de las diferentes comunidades cristianas presentes en la provincia de Burgos. A las puertas de iniciar la semana de oración por la unidad de los cristianos, el encuentro ha tenido como finalidad el conocimiento mutuo de la realidad por la que atraviesan las diferentes Iglesias cristianas, así como establecer vías de «fraternidad» en el «caminar hacia el futuro último y único que a todos nos espera», tal como les ha transmitido el arzobispo.

 

A la reunión han acudido el pope ortodoxo rumano de Burgos, Claudiu Nicoara, y el pastor coordinador de las Iglesias evangélicas de Burgos, Agustín Melguizo, así como el director del secretariado diocesano de ecumenismo, José Luis Cabria.

Variada realidad cristiana

Las tres comunidades cristianas mayoritarias en Burgos mantendrán a lo largo de la próxima semana una intensa actividad conjunta en lo que desde hace 108 años viene llamándose «octavario de oración por la unidad de los cristianos». Entre los actos programados, destaca la oración ecuménica conjunta que católicos, ortodoxos y evangélicos mantendrán el jueves 21 en la parroquia del Hermano San Rafael a las 20:00 horas, con independencia de las que cada confesión mantendrá en sus horarios de culto para pedir por la unidad todos de los cristianos.

 

Se calcula que existen alrededor de 30 comunidades evangélicas en la provincia, prácticamente la mitad de ellas en la ciudad y muchas agrupadas por nacionalidades. En cuanto a la presencia de cristianos ortodoxos, se cree que la cifra puede rondar los 8.000, la mayoría de ellos presentes también en la capital y muchos provenientes de la inmigración, la mayoría de ellos rumanos. Recientemente han abierto una nueva parroquia en Aranda de Duero y en Burgos su culto se celebra en la iglesia de las monjas Trinitarias.

«Dar posada al peregrino»

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dominique

Dominique, delante de la catedral.

En 2009 Dominique Tiendrebeogo abandonaba Burkina Faso para emprender un largo y difícil camino con la idea de encontrar un futuro que permitiese su supervivencia y la de su familia. Atrás dejaba a su mujer, sus dos hijos, sus cuatro hermanos y su madre, todo para iniciar un viaje que se prolongó durante dos años, el tiempo que le llevó a salir de su país, atravesar  Níger, pasar Argelia y Marruecos para una vez allí, embarcarse en una patera que le llevaría a Europa. Dicha llegada se produjo en 2011, en Granada, cuando por fin desembarcó junto con 37 personas. Allí fueron recibidos por la policía, que les dirigieron a un centro donde se estudió la situación de cada uno.

 

En estos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) sólo se puede estar un máximo de dos meses, y al pasar este tiempo «si tienes suerte, te sacan de ahí, y si no la tienes, te deportan a tu país», cuenta Dominique. Una suerte que depende en cierta medida del país de procedencia: los hay que han firmado con España un acuerdo de devolución de sus ciudadanos que han emigrado en condiciones irregulares. Durante esta estancia, se acercan al centro miembros de los consulados de países africanos para preguntar a los recién llegados por su nacionalidad. Sin embargo, hay consulados que a pesar de que el inmigrante diga que es de determinada procedencia, terminan por adjudicarle otra diferente, forzando así su salida de España. Afortunadamente para Dominique, no fue su caso: él sí tuvo suerte.

 

Tras 55 días en el centro, la policía le sacó de las instalaciones y le preguntaron si tenía algún contacto o alguien a quien acudir, pero no era su caso: «No sabía dónde ir ni conocía a nadie». Es en estos momentos cuando intervienen instituciones como Cruz Roja o ACCEM, una ONG que trabaja con personas refugiadas. Tras una breve estancia en Cádiz,  le facilitaron un piso en Burgos con la idea de que pudiese empezar a construir su vida e integrarse. Además, Dominique desconocía el idioma al llegar a la ciudad, por lo que uno de los primeros pasos sería aprenderlo, algo que también le facilitó ACCEM.

Por fin, una situación estable

A través de esta organización, pudo ponerse en contacto con Cáritas, que le acogió en el albergue durante una semana, para después enviarle a la casa de acogida de San Vicente de Paul, en una estancia que se prolongó durante dos años, y con idea de ser temporal.  Pasado ese tiempo, Cáritas le ofreció estancia en un piso de acogida, hasta que consiguió el contrato con la huerta Molinillo, perteneciente a la asociación Promoción Solidaria. Ya con este trabajo, Dominique puede empezar a arreglar sus papeles,  y en la actualidad ya cuenta con ellos, «gracias a Dios».

 

La situación, ya por fin estable, abre ante él posibilidades como la de viajar para ver a su familia, con la que no ha podido estar desde hace años. Sin embargo, se muestra prudente: «toca seguir trabajando e ir poco a poco. Hay cosas que no se pueden adelantar». Es pronto todavía para hacer planes a futuro.

 

Dominique muestra en todo momento agradecimiento hacia todas las personas que se han volcado con él desde que llegó a España.  Y en las fechas de Navidad, agradece especialmente que sus amigos y compañeros de Promoción Solidaria le hayan invitado a pasar esos días en compañía: «Una familia me invitó a pasar la Nochebuena en su casa y lo pasé muy bien con ellos».

 

Pero no terminan ahí los reconocimientos a tantas personas que se han cruzado en su camino durante estos años: «Agradezco a todos lo se que ha hecho por mi. Cada uno me ha ayudado de la mejor forma que ha podido. También estuve en Atalaya para aprender el idioma, y allí éramos atendidos por voluntarios para darnos clases. El que una persona dedique esa parte de su tiempo a enseñarte o echarte una mano, es algo que hay que agradecer siempre, porque es mucho lo que están haciendo por ti».

La Guardia Civil recupera piezas robadas de arte sacro procedentes de varios templos de la diócesis

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La Guardia Civil hacía pública ayer la incautación de hasta 200 piezas de arte sacro robadas, muchas de las cuales pertenecen a templos de la diócesis de Burgos. Lienzos, libros, tallas escultóricas… el presunto autor del delito atesoraba objetos de todo tipo robados en diversas localidades, y los de más valor pertenecen a los templos diocesanos de Caborredondo, Revillagodos y Villamorico, cuyo robo se denunció los pasados meses de noviembre y diciembre. A pesar de todo, aún hay piezas, como un Cristo robado en Revillagodos, que continúan sin aparecer. «Posiblemente este hombre tenga varios lugares donde guardaba lo robado, y lo más valioso seguramente esté almacenado en un taller», señala Juan Álvarez Quevedo, delegado diocesano de patrimonio. De momento, ha salido a la luz el sótano y el chalet de Los Tomillares donde se ha producido la incautación, con todos los objetos que allí se guardaban, y se espera que aparezcan más piezas conforme avance la investigación.

 

robo escultura

Una de las esculturas robadas.

Y es que el autor intelectual del delito (se ayudaba de dos jóvenes que eran quienes llevaban a cabo el robo material de los objetos) poseía una red de venta, incluyendo una página web; también restauraba algunas piezas. La Guardia Civil también se ha incautado de varios USBs y agendas con direcciones de posibles clientes a los que presuntamente vendía las obras, por lo que se espera que a través de la información que se obtenga por estas vías se esclarezcan más robos.

 

Todas las piezas recuperadas pertenecientes a la diócesis serán recogidas a través del párroco que se corresponde a cada templo que había sufrido el robo. «Tiene que firmar un acta de recepción – explica Álvarez Quevedo-, pero no se depositarán en las iglesias de procedencia, sino que irán al depósito diocesano, al taller o al museo; fundamentalmente al taller, porque no son obras de museo. Hablaremos con los párrocos para que den su visto bueno a que las piezas estén en un lugar en el que se sepa que pertenecen a la parroquia y además estén seguras».