Cuidar la Vida, sembrar la esperanza
«Cuidar la Vida, sembrar la esperanza» es el lema de la Jornada por la Vida 2016, organizada por la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española para hoy 4 de abril. «La creación se nos ha confiado para que sea el fundamento de una existencia creativa en el mundo, para que la perfeccionemos y dejemos también en ella la huella de nuestro amor, no la huella del maltrato, del abuso y la explotación», aseguran los obispos españoles como primer punto de su documento. En éste sentido, el Papa Francisco llama a los fieles a «cuidar y proteger con ternura este mundo que Dios nos ha confiado, a hacerlo a transformarlo en hogar de hermanos y hermanas, en casa habitable por el ser humano, transparentando la hermosura y el amor de Dios». Nos llama, pues, a cuidar la vida y a sembrar esperanza.
También nos recuerdan los obispos que «es una responsabilidad de todos y debemos trabajar unidos contra la degradación ecológica, la depredación de los recursos naturales, y los desequilibrios que nuestra actividad producen cuando obramos irresponsablemente». Pero a la vez afirman que es esperanzador el constatar «cómo la conciencia ecológica va creciendo en nuestros días, y cómo son cada vez más los que se preocupan por cuidar el medioambiente y preservar la naturaleza.» Y así, los obispos destacan que «es prioritario promover y proteger la ecología humana», el cuidado de todas las personas, desde el inicio de su existencia hasta su muerte natural para alcanzar el bien común.
En su documento, los obispos señalan que este bien común implica el respeto a la persona humana, a la familia como la célula básica a partir de la cual se edifica y cohesiona la sociedad, y alcanzar el bienestar social y la paz social. Y hacen un llamamiento para defender la naturaleza y, en ella, defender la vida humana «en todas sus fases, vicisitudes y condicionantes» ya que el ser humano es lo más digno en la creación, pues es «la única criatura en la tierra que Dios ha querido por sí misma».
Por último, los prelados oran a Dios para que «nos conceda la capacidad de reconocer su misericordia en todo lo creado, de modo particular y eminente en los hermanos y hermanas que nos ha regalado». «Que ellos sean, asimismo, objeto de nuestro cuidado, de nuestro servicio, de una misericordia personal que quiere hacer realidad el lema de este año jubilar, «Misericordiosos como el Padre», cuidando la vida y sembrando esperanza», concluyen.
La Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española afirma que la Jornada por la Vida es una ocasión perfecta trabajar por una cultura de la vida, que contribuya al desarrollo de una sociedad plenamente humana. Idea a la que se suma María Antonia Díez Miguel, delegada diocesana de familia, «es muy importante que todos oremos, celebremos y trabajemos por la vida, para que ésta pueda salir adelante», anima.
Esta jornada de oración se celebra anualmente cada 25 de marzo, coincidiendo con la fiesta de la Anunciación de Nuestra Señora y la Encarnación de Jesucristo en el seno virginal de María. Pero este año por confluir el día 25 en Viernes Santo, se ha trasladado a hoy 4 de abril.