2016 04 20 miércoles: resumen de prensa

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Arzobispado

La catedral de Burgos acogerá el próximo sábado, 23 de abril, la beatificación de Valentín Palencia y sus cuatro discípulos Donato, Emilio, Germán y Zacarías, siendo la primera que se lleva a cabo en la milenaria historia de la diócesis. El cardenal Angelo Amato representará al papa Francisco en la eucaristía de beatificación, también asistirán el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, Rouco Varela, Gil Hellín o Raúl Berzosa:

 

La Audiencia Provincial de Burgos ha revocado la decisión del Juzgado de Instrucción 2 de archivar el «caso de los exorcismos». La Audiencia ha ordenado además que se desarrollen nuevas diligencias para determinar, entre otros aspectos, la voluntariedad de la renuncia de la denunciante a la vía civil y penal:

 

Sociedad

Cáritas Burgos, a través de la red nacional e internacional de Cáritas, se une al Plan de Emergencia para prestar ayuda humanitaria a las víctimas del terremoto en Ecuador. La ONG vinculada a la Iglesia Católica ha activado su protocolo de ayuda urgente, abriendo sus cuentas para la recepción de donativos. Por el momento, el desastre natural se ha cobrado ya más de 400 víctimas, mientras que entre 70.000 y 100.000 personas requerirán de algún tipo de asistencia, y hasta 5.000 van a necesitar alojamiento de emergencia:

 

El 8 de Mayo se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Aprovechando este hecho, la  Organización invita a todos los burgaleses a unirse a su nuestro IV Recorrido Solidario «Un paso + con Cruz Roja», el sábado 7 de Mayo de 2016:

 

 

200 jóvenes burgaleses participan en un concurso de dibujo sobre Valentín Palencia

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Doscientos han sido los dibujos presentados al concurso «Vocaciones XXI» sobre la figura de don Valentín Palencia que este año ha organizado la delegación diocesana de pastoral vocacional, con motivo de su próxima beatificación el próximo 23 de abril. El objetivo del concurso es que los participantes reflexionen sobre la vocación sacerdotal a la vez que conocen la figura de este ilustre burgalés.

 

Según el delegado de vocaciones, Quique Ibáñez, «de entre los colegios privados y parroquias que se han presentado al concurso es de resaltar la participación del Blanca de Castilla con unos 100 participantes». Ibañez ha destacado que han recibido dibujos «muy buenos, pues este año la calidad de las obras ha sido mejor que otros años».

 

El delegado de vocaciones se ha mostrado muy satisfecho con el resultado del concurso de dibujo ya que, según él, «ha servido para difundir la figura de nuestros nuevos beatos». «Los participantes han leído el libro ‘De Burgos al cielo’ escrito por Rodrigo Camarero y Luis Renedo, ya que muchas de las obras presentadas hacen referencia al mismo», ha resaltado Ibáñez.

 

Ganadores

Samuel Velasco Díez, de la parroquia de San Martín de Porres y del colegio La Salle, Lucía Merino Fernández, del colegio Blanca de Castilla, y Marta Arribas, de la parroquia El Pilar y del colegio Reparadoras, han resultado ser los ganadores del primero, segundo y tercer premio respectivamente dentro de la categoría juvenil.

 

En la categoría infantil, Irene Gazol González, de la parroquia y colegio de San pedro y San Felices, Tasio, de parroquia de Santa Águeda y del colegio Círculo Católico, y  Paulita, del colegio Blanca de Castilla, han obtenido el primer, segundo y tercer premio.

 

Según las categorías, los ganadores han obtenido los siguientes premios: un drone para el primer galardón, unas gafas de sol con cámara de vídeo y audio espía para el segundo y un balón de fútbol para el tercero.

 

Entrega de premios

Los premios se entregarán el sábado 28 de mayo en el marco de la jornada de puertas abiertas del Seminario con motivo de la «Noche Blanca de Burgos».  En esa misma jornada también se hará entrega de diplomas y de un regalo sorpresa  para todos los participantes.

 

¿Mártires? ¿Beatos? ¿Santos?… Todo lo que tienes que saber sobre la beatificación de Valentín Palencia y compañeros

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cardenal angelo amato

El cardenal Angelo Amato presidirá la ceremonia de beatificación.

 

El próximo sábado la catedral de Burgos acogerá la primera beatificación que se lleve a cabo en la milenaria historia de la diócesis. Un acontecimiento que, por novedoso, suscita el interés por conocer cómo será su desarrollo.

 

La ceremonia comenzará a las 11:00 de la mañana y tendrá como escenario el primer templo de la diócesis. Estará presidida por el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede, el cardenal Angelo Amato, quien acude a Burgos en representación del papa Francisco. Se desarrollará en el marco de una celebración eucarística a la que asistirán, entre otros, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, el cardenal Antonio María Rouco Varela, el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas, y el arzobispo emérito, Francisco Gil Hellín. También han confirmado su asistencia el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, el obispo de Ciudad Rodrigo, el burgalés Raúl Berzosa y el también burgalés y arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez González. Igualmente participarán los párrocos de las localidades natales de los nuevos beatos, así como sus alcaldes y algunos miembros de sus corporaciones municipales, al igual que los familiares de los mártires. También están llamados a participar todos los fieles de la diócesis y se habilitarán varias capillas con sillas y bancos para poder seguir la ceremonia.

 

Animarán el canto litúrgico la Coral Santa María y la escolanía de los Pueri Cantores de la catedral, la Schola Cantorum del Círculo Católico y la Coral de Suances.

El rito de beatificación

Será el arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez, ordinario de la diócesis donde se celebra la beatificación y donde se instruyó su causa, quien solicite al papa Francisco «se digne inscribir en el número de los beatos a estos venerables siervos de Dios: Valentín Palencia Marquina, presbítero de esta diócesis, y a Donato, Germán, Zacarías y Emilio, jóvenes que sufrieron el martirio juntamente con él». A continuación, el cardenal Amato dará lectura –en latín– a la carta apostólica firmada por el papa Francisco en la que el Santo Padre «concede» que los cinco burgaleses «sean llamados, de ahora en adelante, beatos, y que pueda celebrarse su fiesta, cada año, el día quince del mes de enero, en los lugares y modos establecidos por el derecho, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén».

 

Será en ese momento cuando la asamblea cante jubilosa el canto «Christus Vincit» y se descubra el cuadro de los nuevos beatos, pintado por el artista Cándido Pérez Palma. Acto seguido, unos diáconos acercarán hasta el altar algunos objetos pertenecientes a los mártires que serán incensados por el representante del Santo Padre. El rito de la beatificación concluirá con unas palabras de agradecimiento de monseñor Herráez Vegas y la entrega de la carta apostólica del cardenal al arzobispo. A continuación, proseguirá la celebración eucarística con normalidad, en la que el cardenal pronunciará la homilía. Tras la misa, la asamblea entonará el himno a los nuevos beatos.

Culto en la diócesis

Con la ceremonia del sábado, los nuevos beatos podrán ser venerados públicamente en la diócesis y tendrán su propia fiesta litúrgica el 15 de enero. Habrá que esperar un milagro para que puedan ser declarados como «santos» y su culto se extienda así a toda la Iglesia universal. La distinción formal entre beato y santo, por tanto, no tiene que ver con su presencia en el cielo, sino con la difusión de su culto. En la declaración de santidad o «canonización», el papa compromete su ministerio petrino y se pronuncia de manera segura para la fe católica, proponiendo a la Iglesia universal un culto público y legítimo hacia ese santo. De ahí que la futura ceremonia de canonización tenga que estar presidida por el Papa.

 

Para comunicar las gracias recibidas por intercesión de los nuevos beatos, la diócesis ha abierto la dirección de correo electrónico [email protected].

Para ampliar: descárgate el libro de la celebración litúrgica 

2016 04 19 martes: resumen de prensa

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Patrimonio

Los dos frescos realizados por el desparecido artista burgalés Luis Sáez en las paredes de la capilla del antiguo Hospital General Yagüe no desaparecerán con la demolición del edificio. Se prevé un gasto de 25.000 euros para la recuperación de las dos pinturas sobre yeso, que posteriormente serán tratadas en el Centro de Restauración del Monasterio de San Agustín:

 

La iglesia de Santa María la Mayor, de Albillos, será restaurada para preservar el edificio y garantizar la seguridad de feligreses y visitantes. Los muros del templo estaban inclinados hacia afuera, por lo que la parte central de las cúpulas había perdido su forma circular y había empezado a descender:

 

En aquella casa todo era alegría

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valentin en el patronato

Don Valentín, en el centro, con algunos de los niños del Patronato de San José.

 

Después de pasar sus primeros meses como sacerdote en Susinos del Páramo, el entonces arzobispo de Burgos, fray Gregorio María Aguirre, confió a Valentín Palencia el nacimiento de una obra caritativa para el cuidado de niños pobres, huérfanos o abandonados. Es el «Patronato de San José para la educación y primera enseñanza de niños pobres», tal como rezaban sus primeros estatutos. El Patronato comenzó instalándose en un entresuelo en el número 12 de la calle Santander de Burgos. En pocos meses, la obra benéfica había dado tantas pruebas de solidez que el arzobispo decidió trasladar el Patronato al edificio llamado en años anteriores «Colegio de San Esteban», junto a la iglesia del mismo nombre.

 

La caridad era el motor de aquel lugar. No solo porque era lo que allí se intentaba vivir, sino porque la generosidad de los vecinos de Burgos hacía que también todo funcionara y los niños del Patronato tuvieran algo que llevarse a la boca: «Don Valentín bajaba con frecuencia a la iglesia de San Esteban y ponía cestos junto a una imagen de San José y, a las pocas horas, milagrosamente, estaban llenos de huevos, patatas o dinero». Es una de las tantas anécdotas que María Ángeles Ciruelo ha oído en su casa. Y es que su bisabuela, Clara Marquina, era tía de don Valentín. Fue ella quien le costeó sus estudios como externo en el Seminario y una de las tantas mujeres que lo ayudaron en el Patronato. También ha recibido muchas noticias de parte de su abuelo Venancio, propietario de una barbería en la plaza de la Flora y quien subía con frecuencia a San Esteban «a pelar a los muchachos».

 

Valentín Palencia trabajó sin descanso por la educación de aquellos niños de una de las zonas más pobres de la ciudad y que él bien conocía. «A menudo –cuenta María Ángeles– llamaba gente a la puerta del Patronato y don Valentín acogía a todos, aunque él no tuviera nada». Recuerda que su abuela «le compró ropa nueva cuando el cardenal Benlloch le hizo entrega de la Cruz de Beneficiencia y a los pocos meses ya la había repartido… “¡Hay gente que lo necesita más que yo!”, le respondía don Valentín». Y añade: «Es que era un sacerdote muy bueno, muy bueno».

 

La casa de sus familiares –en la plaza de la Flora– llegó a convertirse en una especie de sucursal del Patronato. Y es que, casi todos los domingos don Valentín bajaba hasta su casa con algunos chavales para que comieran con ellos. «Cada semana, cuatro o cinco chicos diferentes», recuerda.

Alegre labor educativa

Cuenta María Ángeles que «en aquella casa todo era alegría», aunque «también había mucho orden y disciplina». Don Valentín y su equipo de maestros intentaban enseñar a esos «pilletes» –como califica a los niños del Patronato– «que carecían de lo básico»: «Había clases de matemáticas, de historia, de geografía… y junto a lo académico, don Valentín intercambiaba con el padre Andrés Manjón muchos de sus recursos pedagógicos. Hasta llegó a crear una banda de música en el Patronato que tocaba en las fiestas de los pueblos», comenta. Llegó a albergar hasta 110 chavales, de ellos, 40 internos y, para los externos, un comedor de invierno para que nunca les faltara de comer. Y los días de fiesta, como las primeras comuniones o la Navidad, don Valentín se afanaba por conseguir un menú diferente, más rico y cuidado: «Por Reyes hacía regalos a los niños y les envolvía mandarinas y castañas en un pañuelo».

 

Ahora María Ángeles espera con cariño la beatificación de Valentín: «Será un momento único, vivido con intensidad. En casa siempre hemos dicho que es un santo»…