La catedral de Burgos, un tesoro que celebra un nuevo año
La diócesis de Burgos celebra hoy el «cumpleaños» de la Santa Iglesia Catedral. Como cada 20 de julio, se recuerda la dedicación del templo, cuya construcción comenzó ese mismo día en el año 1221 por iniciativa del rey san Fernando. Entonces se inició un proceso que alargaría el proyecto varias décadas y que comprende de dos épocas.
La primera época se conoce como Primer Gótico y en ella, la catedral quedó casi construida durante un proceso que duraría 60 años. Entonces, el templo toma como modelo las catedrales francesas. La estructura interior (sin contar con sus posteriores remodelaciones), la portada de Sarmental, la portada Principal y la portada de la Coronería datan de esta época.
Posteriormente se desarrollaría el Segundo Gótico o Último Gótico; la segunda época de la catedral. Durante este periodo se construyen sus famosas agujas, obra de Juan de Colonia. También queda concluida la capilla de los Condestables y el cimborrio primitivo, que posteriormente se derrumbaría, dejando paso al que conocemos hoy en día, de estilo renacentista y realizado por Juan de Vallejo. El claustro a nivel bajo y nivel alto quedan completos a lo largo del siglo XIII.
Los siglos pasan y la catedral ve pasar el avance de la ciudad, y también sufre: no se libró de los ataques de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Las vidrieras quedaron destruidas, las agujas y el cimborrio sufrieron severos daños y las capillas del interior del templo quedaron casi machacadas por los bombardeos. Pero sobrevivió a todo ello y a lo largo del tiempo se han ido curando sus heridas y marcas de la vejez, todo ello a través de un proceso de restauración que cada vez está más cerca de terminar.
Reconocimiento a su singularidad
En 1984, la catedral de Burgos fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Recibe este título por la valoración que se hace tanto de su valor arquitectónico como de su contenido, muy rico en obras de diversos artistas como Gil de Siloé, Felipe de Vigarny o los hermanos Rodrigo Martín de la Haya, entre otros.
La catedral es más que un templo religioso, y su impresionante figura ha llevado a que sea considerada símbolo de la ciudad de Burgos. Convertida en sede de los más importantes acontecimientos de la diócesis, este año ha acogido momentos como la despedida del que fuera durante 13 años arzobispo de la diócesis, Francisco Gil Hellín, la toma de posesión del nuevo arzobispo, Fidel Herráez, la beatificación de Valentín Palencia y su compañeros, o la apertura del año de la Misericordia. Tantos acontecimientos y tantas visitas turísticas han dado lugar a la creación de una nueva web mucho más práctica que pone a este templo al servicio de todos, tal y como lleva haciendo desde hace siglos.