Sale a la luz una antigua puerta románica en la Iglesia Abacial del Monasterio de San Salvador de Oña
Es uno de los secretos mejor guardados bajo la escalera que da acceso al órgano barroco. 1.000 años de historia se esconden entre los muros y el suelo ahora descubierto tras un largo olvido y silencio que finalmente logra ver la luz en el Monasterio de El Salvador de Oña.
Estos restos románicos de la puerta descubierta son lo que queda de uno de los accesos a los jardines del monasterio, y estaba situada junto a la torre románica -hoy desaparecida-. A su lado estaba la gran torre románica del Monasterio y que el 22 de junio de 1837 vio derrumbarse lo que había sido la atalaya y el campanario, arrastrando consigo las históricas capillas del Cristo y de la Virgen y parte de la nave principal. La idea es que este hallazgo románico se pueda añadir al disfrute turístico, a través de una escalera de cristal blindado, aunque de momento no se ha concretado nada. Este descubrimiento es un «guiño a la historia que se esconde en el interior del Monasterio», asegura el párroco de la localidad, Cecilio Haro.
«Todo esto supone una apuesta por conservar la historia de la villa Condal y el Monasterio», afirma Haro. «Se trata de conseguir un lugar con encanto y apostar por la tradición y la cultura de los restos que se esconden en su interior y que dejan ver ese ‘corazón de nuestro Monasterio’».