La diócesis expone la labor de educación e integración con menores inmigrantes
Esta mañana se presentaban en rueda de prensa las actividades que se llevarán a cabo en la diócesis con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que la Iglesia celebrará el próximo 15 de enero. El lugar escogido ha sido el centro educativo María Madre-Politecnos, ya que la jornada de este año se centra en la situación de los menores migrantes.
La rueda ha contado con la intervención de Hilda Vizarro Taipe, delegada diocesana de pastoral de migraciones, Elena López Gómez, directora de primaria y secundaria del colegio María Madre, y Carolina Gutiérrez Rodríguez, responsable de Centro Mundo de Cáritas diocesana. Vizarro ha señalado que la intención de realizar la rueda de prensa en un colegio se debe a que «es en un colegio donde deben estar los menores, al tiempo que destacamos el trabajo que realiza en este campo la Iglesia diocesana». «Muchos niños entran en este continente solos, nadie les llora ni les busca, y miles de estos niños están desaparecidos o son explotados de diversas maneras», ha comentado Vizarro, que también ha ofrecido fechas y datos sobre las actividades que se van a llevar a cabo en la diócesis de cara a la celebración de la jornada.
Por su parte, Elena López ha puesto de relieve la labor que se realiza en este centro educativo con los menores migrantes: «Nuestro colegio tiene una gran diversidad cultural, y acuden niños procedentes de países como república Dominicana, Francia, Marruecos, Bulgaria, Rumanía, etc.» Se trata de menores que desde el principio cuentan con ayuda para conocer y aprender el idioma y a los que se les trata de integrar de la mejor manera posible. «En cuanto a la relación con los padres –ha continuado López–, destacamos más lo que nos une que lo que nos separa, y nos une el hecho de que son padres que quieren lo mejor para sus hijos, que tengan un futuro. En cuanto a los niños, hay que destacar que ellos no ven diferencias en esa diversidad en la que desenvuelven, sino que sus compañeros de clase son simplemente eso, compañeros». López ha explicado también las actividades que lleva a cabo el centro para que los niños rumanos puedan aprender el idioma y conocer su país de origen, y ha incidido en que en las clases «no se discrimina a nadie».
Sobre las actividades a favor de la infancia que se desarrollan en el Centro Mundo ha hablado Carolina Gutiérrez, que trabaja con la población infantil de 6 a 18 años. Un trabajo que se centra mucho en el apoyo escolar para que las dificultades que estos menores pueden vivir sean superadas gracias al acompañamiento. Gutiérrez ha hablado de las principales dificultades que se presentan a la hora de realizar su labor: «Están los menores migrantes con algún tipo de discapacidad mental, un tema que es tabú para muchas familias, pero en el que tratamos de ser mediadores y ponerles en contacto con profesionales para que puedan normalizar su situación. También nos encontramos con aspectos educativos no adecuados, con pautas violentas o machistas que tenemos que cambiar. Y además también tenemos el reto de ayudarles a creer en ellos mismos, que vean que pueden trabajar, estudiar y tener un futuro diferente al que se creían abocados». Gutiérrez ha comentado que cuando hay un buen acompañamiento, «los frutos de este trabajo saltan a la vista, los niños crecen y se ve que pueden vivir con dignidad, como un ciudadano más».
La población inmigrante en Burgos
Burgos capital cuenta en la actualidad con 11.590 personas inmigrantes, de las cuales 5.802 son varones (50,1%) y 5.788 mujeres (49,9%). Provienen de un total de 133 países, la mayoría de ellos europeos. En Miranda de Ebro el número de extranjeros está en 3.305, con 1.741 hombres (53%) y 1.564 mujeres (47%). Aranda de Duero, por su parte, cuenta con 3.436 personas extranjeras, siendo 1.677 hombres (49%) y 1.759 mujeres (51%). En este censo no se han contado a los extranjeros que ya cuentan con la nacionalidad española.