2017 01 27 viernes: resumen de prensa
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Hay siete «puntos críticos» en la ruta jacobea a su paso por la capital, casi todos relativos a señalización y trazado:
- Diario de Burgos: Puntos negros en el Camino
Hay siete «puntos críticos» en la ruta jacobea a su paso por la capital, casi todos relativos a señalización y trazado:
Hoy la parroquia de San Julián celebra la festividad de su patrón, el santo burgalés que fue obispo de Cuenca desde el año 1198 al 1208.
Los actos religiosos comenzaron el pasado 25 miércoles de enero con un triduo en honor al santo que ha estado predicado por el vicario general de la diócesis, Fernando García Cadiñanos, mientras que ayer por la tarde tuvo lugar el oficio de vísperas en honor de san Julián. Para esta tarde, además de las misas de las 10:00 y las 11:00 horas, se celebrará a las 20:00 horas una solemne eucaristía presidida por el arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, y que contará con asistencia del Ayuntamiento en cumplimiento con el voto hecho por la ciudad de Burgos a san Julián en el año 1600. Al finalizar esta, habrá una procesión del santo y veneración de su reliquia.
La tradición afirma que Burgos fue la ciudad que se convirtió en cuna de san Julián cuando nació allá por el año 1128, y será en Burgos donde aprenderá las primeras letras para después trasladarse a estudiar a Palencia las disciplinas que le correspondían. Será allí donde ejercerá como profesor de manera brillante durante 12 años, hasta que la muerte de su madre le lleve a desear la soledad y entrega a Dios, retirándose a un eremitorio de anacoretas en la vaga del Arlanzón, en compañía de su fiel criado Lesmes.
Se ordenó sacerdote en el año 1166, dedicándose por entero a la predicación del Evangelio, primero entre sus paisanos de Burgos y posteriormente por toda España. Al morir el primer obispo de Cuenca, recién conquistada a los musulmanes, el rey Alfonso VIII «obliga» a Julián a aceptar la dignidad episcopal, convirtiéndose en el segundo obispo de Cuenca en el año 1198. Durante 10 años se aplicó co todas sus fuerzas y medios a remediar las carencias de aquella diócesis, y sobre todo, a socorrer a los pobres y necesitados. En el convencimiento popular quedará para siempre como «padre de los pobres», llegando incluso a trenzar cestos para ayudarles. Sin embargo, el hecho de los cestos y cestillos no deja de ser anecdótico, siendo realmente importante en san Julián su talla intelectual y de apóstol infatigable de Jesucristo.
España ya no es lo que era. Y su Iglesia, tampoco. Bien lo sabe el cardenal Fernando Sebastián Aguilar, quien ha acudido esta tarde a la Facultad de Teología a impartir una conferencia en la que ha repasado el devenir de la Iglesia española en el último medio siglo. Diez lustros en los que, como afirma, «se ha perdido el peso que el cristianismo tenía en la sociedad y la cultura» y los católicos han pasado a ser «una minoría».
El actual panorama marca así un nuevo horizonte por el que la Iglesia española debe apostar, siendo conscientes de que el cambio de perspectiva y de planteamientos pastorales «no es tarea fácil» y «requerirá varias generaciones»: «Hay que tener agilidad mental para darnos cuenta de la situación en la que nos encontramos y eso requiere cambiar de actitud y planteamientos».
Para Sebastián, los cambios que exige la pastoral de la Iglesia deben centrarse en la formación, la conversión personal y el investigar nuevas vías para hacer más atractivo el evangelio: «Hay que dar más importancia a la formación personal, a la autenticidad de la conversión de los cristianos, a la veracidad de los sacramentos de la iniciación cristiana y matrimonio, a buscar la manera de establecer contacto con los que habitualmente no vienen a la Iglesia y estudiar el modo en que presentamos el evangelio para que despierte en ellos respeto, interés y atractivo. Hay que replantear profundamente nuestra manera de estar presentes en esta sociedad. Todo menos desanimarse», insiste.
A pesar de que el nuevo paradigma se impone casi a la fuerza, el arzobispo emérito de Pamplona tiene «la sensación de que no hemos sacado todavía las consecuencias de este cambio». Cree que «somos una Iglesia demasiado tranquila» y que para poder llevar a cabo el giro pastoral que necesita la Iglesia española «hay que rezar más, ser más humildes, tener más amor al Señor y al prójimo para vivir inquietos pensando cómo podemos ofrecerles el evangelio de Jesús; no conformarnos con los que nos vemos cada día en la Iglesia, sino pensar que el 80% de nuestros hermanos están fuera». «Hay que ir a crear relaciones con ellos y presentarles de nuevo el mensaje de Jesús. Hay que recrear la cultura cristiana», recalca.
Sebastián reconoce que las cosas en los últimos años no han funcionado como se esperaba, pues «se ha perdido la idea cristiana de la familia, el trabajo y de tantas otras realidades». Aún así, no quiere atribuir responsabilidades: «No sé quién tiene la culpa y distribuir culpas no es nuestro papel. El problema es cómo vamos a remediar la situación», insiste. «Nosotros solo tenemos recuperar la Iglesia de Jesús en España».
La ciudad de Burgos celebra las fiestas de su patrón, san Lesmes abad:
La Hermandad Obrera de Acción Católica inauguró el pasado martes 24 de enero una nueva sede en Miranda de Ebro, un lugar en el que esperan acoger a quienes deseen acercarse hasta allí para «compartir con nosotros alegrías, esperanzas y gozos…» Con este local, militantes cristianos de la HOAC pretenden que Miranda tenga «un centro de referencia donde poder estar y debatir sobre todas las aspiraciones del mundo obrero», comenta Esther Díaz, representante de la institución en la ciudad del Ebro y una de las primeras mujeres que militaron en la HOAC.
La inauguración coincide con el cincuenta aniversario de la llegada de la Hermandad a Miranda. Desde entonces, no han abandonado nunca su actividad de cercanía con el mundo obrero. «Nos interesamos por todo lo que tenga que ver con los trabajadores y damos servicio a todas aquellas personas que necesitan cualquier tipo de ayuda en el mundo obrero. Además, a nivel eclesial, queremos acompañar a estas personas y conocer la situación de las familias que padecen situaciones dolorosas de crisis y de valores», revela Díaz.
Con la nueva sede, ubicada en el número 34 de la calle Vitoria, los militantes de HOAC Miranda disponen ahora de unas nuevas instalaciones donde se reúnen los equipos y realizan sus sesiones de formación y de planificación de su actividad. Un nuevo espacio propiedad de Cáritas y que solventará los problemas que acarreaba su anterior sede, ubicada en los bajos de la parroquia de Santa María y que ha sido víctima de varias inundaciones cuando el Ebro se desbordaba.
Las puertas de su nueva sede «estarán siempre abiertas» tanto a creyentes como no creyentes. Y es que ellos mismos se califican como «gente comprometida con la sociedad» que pretende «construir un mundo más justo».