Primer paso de la celebración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos

Alocución del arzobispo de Burgos, don Fidel Herráez Vegas, durante la firma del acta de constitución de la Fundación «VIII Centenario Catedral. Burgos 2021».

Hoy es un día muy importante para Burgos, tanto para la Iglesia que camina en esta Diócesis como para la entera sociedad burgalesa. Nos hemos congregado en esta Iglesia Catedral, que hoy se siente más que nunca “Templo y madre de todas las iglesias de la Diócesis”, para comenzar una andadura que queremos realizar muy unidos todos cuantos conformamos esta sociedad burgalesa: la Iglesia, las instituciones públicas tanto locales como provinciales, autonómicas y nacionales, la entera sociedad civil representada en todos ustedes: el mundo de la política, de la universidad, de la cultura y de las artes, del empresariado, del asociacionismo en sus diferentes formas… La meta que nos aúna, en el camino que hoy iniciamos, es la celebración más digna y solemne posible, en el año 2021, del VIII Centenario de la colocación de la primera piedra en la Catedral de Burgos.

 

Haciendo un ejercicio de imaginación, hace 800 años, también por estas mismas fechas, mi predecesor el Obispo D. Mauricio, enterrado en esta Catedral, comenzaría sus primeros encuentros e iniciativas para vincular a todos los que habitaban estas tierras en un proyecto comunitario. Su objetivo era la construcción de algo grande en honor a Dios. Bien podemos decir que encarnó, en aquella iniciativa de construir esta Catedral, las sabias palabras que muchos siglos más tarde expresaría el gran arquitecto Gaudí cuando afirmaba: “Un templo es la única cosa digna de representar el sentir de un pueblo, ya que la religión es la cosa más elevada en el hombre”. La capacidad de soñar de D. Mauricio, sin duda fruto de su fe y su esperanza, le hizo contagiar aquel sueño a todos sus contemporáneos. De esta manera, todos juntos, Iglesia, autoridades y ciudad, se pusieron manos a la obra para construir algo que, sin duda, les sobrepasaba humanamente. Y aquel sueño primero, que se topó en tantas ocasiones con enormes dificultades como bien conocemos, tuvo que ser actualizado permanentemente a lo largo de los siglos por aquella pequeña y gran ciudad. De esta forma, sus habitantes vieron levantar poco a poco un edificio que, en palabras de Felipe II, era mucho “más propio de ángeles que de hombres”.

 

Creo que a eso estamos hoy convocados nuevamente: a soñar y a construir juntos, como entonces, un proyecto ilusionante de ciudad en torno a nuestra Catedral. Un camino juntos que nos permita conocer, valorar, festejar y amar más y mejor lo que este templo significa; y que nos ayude a encarnar y vivir aquellos valores que hicieron posible este recinto bello y sagrado que hoy nos acoge.

 

Nuestra Catedral es el edificio que ha marcado y marca el rostro de nuestra ciudad, por el que Burgos es mundialmente conocida. Su nominación como Bien Patrimonio Mundial en 1984 se puede afirmar que nos arrebató un poco a los burgaleses su propiedad para ofrecerla y regalarla generosamente a todo el mundo. A nosotros nos queda custodiarla y conservarla para bien de todos. En ello se ha empeñado el Cabildo, siguiendo la tradición multisecular de los que ostentaron ese puesto y con la ayuda de tantas instituciones públicas y privadas. A nosotros se nos ofrece ahora una oportunidad histórica para acoger tan rica herencia y transmitirla a las generaciones presentes y futuras.

 

En estos momentos estamos reunidos en la Capilla de los Condestables; es quizás una de las Capillas más importantes y bellas de nuestra Catedral. Como bien enseñan nuestros guías se trata de “una Catedral en otra Catedral”. Mirando en cualquier dirección nos encontramos con admirables obras de arte en sus diferentes formas y estilos. Sin duda que nuestra Catedral, como reza el frontispicio de su fachada principal, es un canto a la belleza: “pulchra et decora”. Cabría, pues, que acogiendo esa nota tan significativa e identitaria de este templo, el VIII Centenario que nos disponemos a celebrar pudiera ser una aportación a nuestra sociedad acerca de la urgencia de admirar y entrar en contacto con LA BELLEZA: la belleza, exterior e interior, como el gran valor que se percibe, recrea, eleva, trasciende y enriquece a los seres humanos. El papa Benedicto XVI, al bendecir el templo de la Sagrada Familia en Barcelona, afirmaba estas palabras sobre la belleza que hoy me parecen oportunas como descripción de lo que es y aporta nuestra Catedral: “La belleza es la gran necesidad del hombre; es la raíz de la que brota el tronco de nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como él, la obra bella es pura gratuidad, arranca del egoísmo e invita a la libertad”.

 

Junto a la belleza, este espacio privilegiado de la Catedral nos habla de construir COMUNIDAD Y ENCUENTRO. “La iglesia Catedral, en palabras de San Juan Pablo II, es el símbolo y hogar visible de la comunidad diocesana, presidida por el Obispo, que tiene en ella su cátedra”. Es, por tanto, signo y símbolo de una comunidad de fe que aúna sus fuerzas, trabajos, iniciativas, limosnas y oraciones “para ofrecer a Dios una digna morada en la cual se invoque su nombre y se implore su misericordia” (Juan Pablo II). Así lo fue a los inicios y así lo ha sido a lo largo de estos 800 años que nos disponemos a celebrar. Me congratula que la iglesia Catedral de Burgos sea hoy y siempre un lugar de encuentro y de acogida. En esta sociedad que nos toca vivir, marcada, en palabras del Papa Francisco, por la “cultura del descarte y de la indiferencia”, la celebración del VIII Centenario de la Catedral debiera favorecer lo que ha sido una de las características de nuestra catedral: provocar y facilitar el encuentro. La Catedral es, sin duda, el punto de referencia no solo de los cristianos de Burgos, sino de todos los ciudadanos y turistas que nos visitan. En torno a ella, y en su recinto, se dan cita diariamente cientos de personas que en ella oran, buscan a Dios o sencillamente disfrutan con la belleza que se muestra tanto al interior como al exterior. Esta cultura del encuentro es la que ha posibilitado también que grandes maestros de distintas artes, épocas, latitudes, estilos y formas, compusieran la hermosa melodía que aquí podemos disfrutar y contemplar.

 

Y el encuentro nos lleva inevitablemente al DIÁLOGO, del que también es signo y símbolo nuestra Catedral. Este templo que, al proyectarse hacia arriba con la esbeltez de sus agujas, nos invita a mirar a lo alto; y que a la vez encierra en su interior un conglomerado plural de saberes, pensamientos, ideas, concepciones, razas y pueblos que al encontrarse han sabido relacionarse y entenderse para ir construyendo esta obra que admiramos hoy. Por eso, la celebración del VIII Centenario de la Catedral debe de servir también para no cerrarnos únicamente en este edificio maravilloso, sino abrirnos en diálogo a otras realidades e iniciativas que hacen grande a nuestra ciudad y provincia. Hemos querido que, en un sitio preferente, estén hoy esas otras realidades que durante esta cita que nos reúne han de formar parte también de este mismo proyecto. Por eso, la Fundación que acaba de constituirse tendrá como finalidad principal la organización de los actos que mejor contribuyan a la celebración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos, promoviendo y organizando actos religiosos, culturales, de investigación, populares y todo aquello que contribuya al conocimiento, realce y divulgación de cuanto la ha configurado. Y, precisamente por ese diálogo, junto a este fin principal la Fundación promoverá también todas las iniciativas culturales, educativas y sociales que puedan contribuir al conocimiento y promoción de las realidades y de los lugares vinculados a la Catedral de Burgos y a su ciudad, algunas de las cuales han sido declaradas igualmente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como el Camino de Santiago, los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca y otros que puedan ser relevantes en la promoción cultural o económica como la Lengua Castellana, el Geoparque de las Loras y la vinculación de Burgos con la figura de El Cid. Todos estos proyectos congregan hoy muchas ilusiones y esperanzas que, unidas a nuestra Catedral, pueden ayudarnos a celebrar más eficaz y gozosamente el año 2021.

 

Quiero terminar dando las gracias muy de verdad a todos aquellos que han hecho posible este camino que hoy comenzamos; a todas las personas e instituciones que hoy participan en este proyecto ilusionante y esperanzador. Que todo el trabajo que vamos a realizar contribuya a fortalecer los lazos de nuestro pueblo y a sentir el orgullo de formar parte de un glorioso pasado, un próspero presente y un futuro venturoso.

                                                                                  Burgos, 20 de julio, 2017

                                                                                     + Fidel Herráez Vegas

Comentarios

Comentarios: 3

  1. JESUS morquecho de la cal

    Nuestra hermosa catedral es un símbolo de unión entre personas de diversa índole. A mi personalmente me haría una inmensa felicidad que el Santo Padre osea el Papa Francisco pudiera venir a este acto y acontecimiento


  2. Encarnación Vacar

    He leído con todo interés el discurso de D. Fidel, muy bien estructurado y resaltando puntos fundamentales. Recuerdo sus clases de Moral Fundamental en la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid. Era un Profesor con ideas muy claras y exposiciones concretas, muy bien estructuradas y profundas. Me ha gustado mucho esa alusión que hace a la Belleza, dado que Dios es bueno, verdadero y bello. Por tanto, cualquier obra bella siempre nos tiene que evocar la Belleza de Dios y la catedral de Burgos está dotada de una belleza deslumbrante; desde cualquier ángulo que se la mire tiene belleza en grado sumo.
    «Comunidad y Encuentro» son también dos ideas muy afortunadas, ya que la Catedral está sustentada sobre una comunidad creyente, que se ha mantenido a lo largo de los siglos, comunidad transmisora de la fe, y que se ha encontrado allí con el Señor en la oración y los sacramentos.
    El lugar elegido para la reunión, la Capilla del Condestable, no puede ser más bello y más rico en iconografía cristiana. La presentación de esta Fundación debajo de la Presentación de Jesús en el Templo no pudo encontrar un lugar más adecuado.
    Espero y deseo que el Señor bendiga ampliamente a esta Fundación en su conjunto y a Don Fidel en especial.


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